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20 de Diciembre de 2008

¡El cura valdiviano se duchó con sus alumnos!

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Mauro Martínez (29) fue alumno de Marcelo Morales Márquez, el cura valdiviano formalizado hace una semana por almacenamiento y producción de pornografía infantil luego que le pillaran unas fotos donde sale tocándole los genitales a dos de sus alumnos mientras dormían. El sacerdote fue su profesor jefe en 1997, cuando cursaba cuarto medio en el Instituto Salesiano de Valdivia.

Cuando supo de su detención, a Martínez se le vino de inmediato un recuerdo: un viaje a Talca en cuarto medio, en 1997, donde percibió una actitud que consideró extraña de parte de Morales. “Para la gira de estudios, un día nos estábamos duchando, en estas duchas bien grandes, abiertas, sin divisiones y puras cañerías, cuando llega el cura Marcelo desnudo y con una toalla cubriéndolo de la cintura para abajo. Luego se saca todo y se mete para bañarse con nosotros. No le importó que nos sintiéramos incómodos con su presencia. Fue súper chocante y patudo de su parte. Con dos amigos tuvimos que salir corriendo”, recuerda.

No a todos les molestó la actitud el sacerdote. Según el relato de Martínez, muchos de sus compañeros se quedaron. “Hicieron como si no les importara que un cura estuviera bañándose en pelota con ellos. Nosotros comentamos ese hecho, pero nadie hizo nada y confirmamos que había una cosa extraña en el cura. De ahí, nunca más lo pescamos”, cuenta Mauro. Para el ex alumno salesiano, la actitud que tuvo Morales en las duchas tendría que haber sido castigada por las autoridades del colegio. Sin embargo, nadie dijo ni hizo nada. “Uno no espera de un colegio salesiano este tipo de actitudes, donde es tanto el rollo con el cuerpo y la sexualidad, porque no es normal que un cura se bañe desnudo en la misma ducha con sus alumnos”, dice.

Martínez asegura, además, que en ese tiempo denuciaron una “broma” que se practicaba a los alumnos que recién llegaban: “Se hacía el famoso rito de iniciación, que consistía en simular una violación al nuevo. Los curas decían que sólo era un juego de niños y hacían vista gorda frente a estas brutalidades. Por eso no es de extrañar que hayan ocultado el historial de este cura como una forma de bajarle el perfil y no armar un escándalo. Lo que no entiendo es que cómo hay gente que todavía lo defienda, sobre todo, ex alumnos que se agarran de lo indefendible, de decir que el era buena onda y ponía plata para los carretes. ¡Es increíble!”, se queja Mauro.

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