Compartir
Por Tal Pinto
Óscar Wao es un nerd anglo-dominicano gordo, sin talento alguno para las mujeres, fanático de los comics y escritor secreto de ciencia ficción. Vive, junto a su hermana Lola y a su madre Belicia, en Paterson, Nueva Jersey, Estados Unidos. No es precisamente un macho alfa. Es el típico perdedor bienintencionado de la idiosincrasia norteamericana, ése retratado incontablemente en las películas teenagers de Hollywood, ése que sólo puede imponer su voluntad cuando el mundo deja de ser el mundo para convertirse en un cuento de hadas. Irá a la universidad, no sin antes haberse enamorado por lo menos dos veces, conocerá a Yunior, su pasajero cuñado y definitivo biógrafo, y tendrá que experimentar el lado menos amable de su cultura en Santo Domingo, “donde todos son Trujillos”. Junot Díaz ha conseguido algo híbrido con esta novela (Premio Pulitzer de ficción 2008): narrar la historia de la violencia latinoamericana, la caribeña en este caso, desde la perspectiva de un lector de la violencia occidental. Porque a pesar de las numerosas bromas y las situaciones ridículas, la vida de Óscar Wao no es tan maravillosa como sí es breve.