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11 de Octubre de 2009Jaime Rivera, ganador concurso Bajo el Volcán, y lo que hará con la plata del premio: “Voy a comprar un amplificardor para mi banda”
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Por V. U.
Soltero, sin hijos, Jaime Rivera, de Temuco, es psicólogo y tiene una banda de rock llamada Tromen. Con su cuento “Remate” se ganó un millón de pesos al sacar el primer lugar en la versión 2009 del concurso Bajo el Volcán, organizado por The Clinic y bar Liguria.
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¿Desde cuándo escribes? ¿Sólo narrativa o también otros géneros?
-Empecé hace un año aproximadamente, motivado por una especie de urgencia o desesperación que apareció en forma repentina. Al principio fueron textos pequeños, ejercicios de redacción de ideas. Finalmente algunos fueron tomando la forma de relatos. En este momento estoy escribiendo varios cuentos en forma simultánea, “Remate” es el tercer cuento que termino. Con poesía y otros géneros no tengo mucho que ver, exceptuando las letras de canciones y los comentarios de discos que hacía para un blog de descargas piratas que mantenía con un amigo.
¿Cómo se te ocurrió participar en este concurso? ¿Pensabas que podías ganar?
-Siempre leo el Clinic, principalmente por sus trabajos en periodismo de investigación y la sección Caldo de Cultivo. Para el concurso del año pasado intenté escribir algo pero no me gustó, así que desistí. Para este año, por lo tanto, era un desafío personal el ser capaz de terminar un cuento y enviarlo. Me daba la impresión que había algunos elementos valorables en el cuento, lo cual me hacía pensar en una mención honrosa en el mejor de los casos.
¿Qué piensas hacer con la plata del premio?
-Voy a comprar un power mixer, un aparato para amplificar micrófonos e instrumentos para poder presentarme con mi banda en escenarios pequeños sin depender de sonidistas, productores y otras clases de personajes poco amables. El resto será ahorrado y despilfarrado en partes iguales.
Este premio, ¿te anima a seguir escribiendo o tal vez a publicar?
-A seguir escribiendo sin duda, sigo la regla bolañesca de mantenerme escribiendo un mínimo de tres cuentos simultáneamente, claro que algunos llevan varios meses esperando ser completados. Sobre publicar la verdad es que no creo estar aún en un nivel adecuado, pues no he logrado deshacerme de muchas asperezas, torpezas e imprecisiones en mis escritos.
¿De dónde surge la historia que cuentas en “Remate”?
-Escribí los cuatro primeros párrafos en forma casi automática, sin saber adónde iba el personaje. Luego probé con varios desarrollos argumentales que no me dejaron satisfecho, así que los borré todos. Finalmente lo terminé la noche anterior a que venciera el plazo de entrega. El relato no surge de ninguna circunstancia en particular sino de muchas ideas sueltas, sin embargo el lanzamiento de los perritos al río hace referencia a una lamentable situación vivida por el poeta Eduardo Fernández y su hermano cuando ambos eran adolescentes.
Ocupas en el cuento un epígrafe de Horacio Quiroga, ¿qué cuentistas son para ti importantes?
-El epígrafe de Quiroga se debe a que escribiendo el cuento me acordé de su cuento “El hombre muerto”, que trata de un hombre accidentalmente herido por un machete que agoniza mientras observa el paisaje cotidiano donde se mueve todos los días. Acordarme de ese cuento me permitió releer de nuevo al uruguayo, y comprobar que era un cuentista de putamadre. Y en la escritura de este cuento influyó directamente la lectura de “La novela luminosa” de Mario Levrero, más que nada por la fluidez sobrenatural de la prosa de Levrero, que invita a cualquiera a escribir desde las tripas pero con elegancia (cosa que por supuesto aún no logro).
¿Y en la literatura chilena, cuáles son tus intereses?
-Los que me han marcado más han sido Baldomero Lillo y Manuel Rojas. De lo que se publica actualmente me interesa el trabajo de Álvaro Bisama, Jorge Baradit y otros de ese grupo.
¿Cómo es la movida literaria en Temuco? ¿Hay buen acceso a libros?
-No tengo relación con algún movimiento o grupo literario acá, aunque sé que se hacen algunas cosas, más bien esporádicamente. El acceso a libros es a través de librerías de mall donde son carísimos, en el supermercado también. Hay puestos de libros piratas pero están orientados a los textos del colegio y a best sellers. De vez en cuando se hacen ferias del libro con una variedad bastante pobre y precios prohibitivos. En comparación a otras ciudades del sur como Valdivia o Puerto Montt, Temuco sale perdiendo en lo que respecta a literatura y cultura en general.
¿Tienes alguna relación con poetas o escritores mapuches?
-Elicura Chihuailaf es como el inevitable de la poesía mapuche, me hizo clases en un electivo en la universidad, pero se lo pasaba viajando por Europa, así que no fue mucho el provecho sacado de la experiencia. Hay varios poetas mapuche que soportan en mayor o menor medida una cierta identidad exportable de lo indígena.