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Opinión

1 de Junio de 2011

“No podemos hacer una autopsia de Tutankamón de nuevo”

La investigación que busca esclarecer la verdad sobre la muerte de Salvador Allende se encuentra en un momento clave tras la exhumación del cuerpo del ex presidente. En medio de las reacciones políticas generadas tras el programa de Informe Especial y que descarta la tesis del suicidio, el historiador Alfredo Jocelyn Holt analiza la investigación de la muerte del ex mandatario desde una perspectiva histórica.

Daniel Belmar
Daniel Belmar
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Foto: Alejandro Olivares.

Para Alfredo Jocelyn Holt las circunstancias de la muerte de Allende son solo un tema subsidiario para la historia. Lo importante, afirma, es que el ex presidente murió en un golpe de estado. “Las circunstancias especificas en que murió probablemente no las vamos a llegar a saber nunca”.

Pese a esto el historiador señala que desde un punto de vista riguroso, la tesis que más se sustenta es que Allende se haya suicidado. “Los médicos que habían estado en los minutos previos a su muerte y después de ella, entregaron testimonios de plena confianza. Por lo tanto la teoría del suicidio es plenamente probable”, explica.

¿Por qué no existe claridad respecto a la muerte de Allende?

-Ocurren muchas veces en la historia estos casos de incertidumbre. También hay casos en que existe manipulación ideológica. Por eso los historiadores tenemos que ser muy cuidadosos. Hay historiadores que manipulan la información. Y hay otros historiadores que tenemos que estudiar un tema en forma seria y entrar a desmitificar.

¿Por qué para algunos sectores de la izquierda es tan importante que Allende se haya suicidado?
-Esa es una pregunta que tienes que hacerle a la izquierda. En esta materia, la postura de la izquierda ha sido algo confusa. Porque a veces a Allende lo quieren auto suicidado y otras veces lo quieren suicidado por otros. La izquierda nunca se ha puesto de acuerdo en este tema. No saben qué es lo que más les conviene. Lo que sí les conviene es mantener viva la llama ardiente de Allende.

¿Por qué cree que justo ahora surge esta resurrección mediática de la figura de Allende?
-Estos ataques de allendismo son siempre muy dudosos. Hace 20 años el Partido Socialista no quería saber nada de Allende. Porque estaban haciendo acuerdos con la Democracia Cristiana y tomándose unos tragos con Pinochet.

Los suicidas

¿Por qué los suicidas como Allende, Balmaceda o Arturo Prat son tan importantes en la memoria colectiva?
-El caso de Arturo Prat no me parece que sea un suicidio, es un acto heroico. Que es bastante temerario. El caso que sí es de un suicidio es el de Balmaceda. Pero el caso de Balmaceda, al igual que el de Allende, son casos muy especiales, muy singulares. No hay nada más singular que tomar una decisión de esa naturaleza.

¿Pero por qué despiertan tanta pasión estos personajes?
-No creo que sean los más recordados desde un punto de vista histórico. Ahora, la opinión masiva es diferente. Pero no hay que hacerle caso a la opinión masiva. Normalmente es una opinión muy vulgar, bastante poco informada. Las figuras históricas no son medibles en términos de encuestas, no es una cosa de rating. Normalmente las figuras más interesantes son redescubiertas por las generaciones posteriores que ni sabían que existía y pasan a ser muy importantes y se revaloran.

¿Por qué la gente idolatra a estos personajes?
-Transformar a Balmaceda, Allende, Portales, Jaime Guzmán u otros personajes que hayan muerto en circunstancias límites y transfórmalos en animitas y crear un culto popular en torno a ellos me parece que no clarifica las cosas. Enreda más que lo que esclarece.

Salvador Allende y José Tohá

¿Es coincidencia que estén exhumando a Allende y a José Tohá casi en la misma fecha?
-No lo sé, pero hay un punto que es importante distinguir. Es distinto hacer una autopsia de Allende que una autopsia de José Tohá. Allende muere en circunstancias muy confusas. En cambio Tohá estaba bajo prisión. Entonces hay responsables que se tienen que hacer cargo de la vida de su prisionero.

¿Y en el caso de Allende?
-En el caso de Allende, no es que yo lo este minimizando, pero la verdad es que son circunstancias muy distintas. Se tiene que llegar a una norma de clausura. Es decir, uno no puede estar reabriendo casos eternamente. No podemos hacer una autopsia de Tutankamón de nuevo. Evidentemente que Tutankamón es bastante más viejo que Allende, pero algo incide también el paso del tiempo.

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