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Cultura

4 de Julio de 2011

Buscando a Delfin Quishpe

-Delfín Quishpe habla como Elmo, de Plaza Sésamo. Los dos se refieren a sí mismos en tercera persona-, comenta Sebastián Trujillo. Trujillo es chileno y fue el director del video que dio vuelta al mundo en Youtube: Torres Gemelas. Vive en Quito desde el 2002 y su trabajo con Delfín Quishpe se produjo cuatro años […]

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-Delfín Quishpe habla como Elmo, de Plaza Sésamo. Los dos se refieren a sí mismos en tercera persona-, comenta Sebastián Trujillo.

Trujillo es chileno y fue el director del video que dio vuelta al mundo en Youtube: Torres Gemelas. Vive en Quito desde el 2002 y su trabajo con Delfín Quishpe se produjo cuatro años después, cuando conducía junto a su amigo David Zambrano hasta Riobamba, una ciudad ubicada en el centro del país.

Estaban de paseo, con la radio encendida, y escucharon la canción de Delfín, que finalizaba con su número telefónico si es que alguien quería contratarlo.

A Trujillo y Zambrano les gustó la letra y pensaron en hacer un video sobre el tema. Lo llamaron, se encontraron con él, le propusieron su idea y lo siguiente fue una sorpresa: más de 10 millones de personas se enteraron que existía un tipo llamado así.

¿Por qué el video?

Trujillo responde:

-Porque quería hacer algo súper ecuatoriano, con una estética popular, y la canción daba para eso.

El audiovisual fue grabado en Guamote, un cantón localizado a 46 kilómetros de Riobamba, donde Delfín nació y donde vive actualmente.

En la oficina de Fausto Vilema, su entonces mánager, se adecuó el ambiente de la sala de una casa y se grabaron las escenas de canto y baile de Delfín y las imágenes iniciales, en las que el cantante pone sus manos en la cabeza y grita: “No puede ser”.

La frase, los pasos, la actuación… son creaciones de él, cuenta Sebastián. Las imágenes de las Torres Gemelas, en cambio, fueron obtenidas de un documental, cuyo nombre no recuerda el director del videoclip. Y agrega: “Yo solo le ponía la handycam al frente y le decía cante, ninguna otra indicación”.

Delfín, entonces, hacía lo que un artista: se la creía, cantaba emocionado, sin vergüenza. Sin esa timidez con la que aceptó esa oferta gratuita del video.

Delfin Borat

Borat, el personaje que Sacha Baron Cohen interpreta en la película del mismo nombre, tampoco tiene vergüenza. Por eso Paulina Terán, una periodista ecuatoriana, lo comparó con Delfín.

Ella lo entrevistó el 31 de enero de este año, para un artículo de la revista Cosas de Ecuador. Conversaron cerca de 5 horas, en un parque de Guamote, porque Delfín, repentinamente, no accedió a que el diálogo fuera en su casa.

-Puedo decirte que vi signos lúdicos en su comportamiento, gestos que delataban una emoción similar a la de un niño que juega a ser algo, a ser famoso, a ser una estrella. No piensa mucho lo que hace y por eso lo comparé con Borat, porque, justamente, no le teme a la contradicción, al juicio- cuenta Terán.

Con o sin afán de ridiculizarlo, Delfín fue invitado en el 2010 al programa Showmatch, del argentino Marcelo Tinelli. Participó, junto con las peruanas Wendy Sulca y La Tigresa del Oriente, en el festival YouFest, también en Buenos Aires, y fue entrevistado telefónicamente por BBC Mundo, el servicio de noticias en español de la BBC de Londres.

De chiste en chiste, Delfín ha obtenido tanta fama que cuando le solicité una “entrevista exclusiva” me respondió por mail, y luego de tres llamadas telefónicas, que eso “tiene un costo mínimo de mil dólares”.

Ignoro si la entrevista concedida en abril del 2011 al programa radial La Papaya, transmitido por radio EXA, en Ecuador, tuvo o no ese precio. Ventajosamente, en ese diálogo, Delfín soltó otro dato útil: ¿qué hacía antes de ser cantante? Escuetamente respondió que sus padres son agricultores y que él les ayudaba en esa actividad.

Contó que de esta manera lo mantenían y lo mimaban, por ser el último de cuatro hermanos, el último de los hijos, el ‘Delfín’.

Durante el programa también le preguntaron sobre las burlas que genera su trabajo. Y él contestó: “Doy gracias a todo el público, comenten lo que comenten. Delfín viene de una raíz original, que tiene su historia. Ellos no conocen de dónde viene Delfín….A lo mejor están locos o yo estoy loco”.

¿Delfín tiene un equipo detrás de él, Paulina?
-No es que alguien lo maneja a él, ¿me explico? Sino que es un grupo de amigos cercanos que hacen todo esto para tener éxito. Él me dio a entender cómo: tal persona se encarga del diseño, otra de Internet, otra de filmar los videos…

Sebastián, quien es director de arte para cine y publicidad, dejó de trabajar con Delfín después de Torres Gemelas. Hubo, dice, problemas de coordinación con el manager y ahí quedó el asunto.

Sin embargo, él cuenta que siempre incluye en su hoja de vida que dirigió Torres Gemelas, porque a pesar de trabajar para empresas de publicidad, National Geograpich y bla, bla, bla, lo que llama la atención es el videoclip.

De visita en visita en YouTube, ahora el autonombrado creador del ‘tecnofolklore andino’, quien está casado y es padre de dos hijos -Alex Delfín y Luis Rolando-, tiene casa propia, dos autos (parece que iba a vender uno), una productora de audio y video, donde también vende instrumentos musicales; y toda su compañía se llama Faraón Producciones, señala Paulina.

¿Él se considera un faraón?

No lo dijo así. Nunca dijo: “yo soy un faraón”. Pero dijo que le atraía la idea, el personaje del faraón, porque no es ni bueno ni malo. Y siento que él piensa eso de sí mismo: que no es ni bueno, ni malo.

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