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Nacional

4 de Julio de 2011

Gobierno trata de saltarse a estudiantes tocando las puertas del Congreso

Una, dos, tres y muchas marchas más llenaron La Alameda de Santiago, la Plaza Sotomayor de Valparaíso, el centro cívico de Concepción y una serie de avenidas de las principales ciudades del país desde mediados de mayo. Estudiantes universitarios y escolares, profesores y padres y una larga lista de sectores sociales se fueron articulando en […]

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Una, dos, tres y muchas marchas más llenaron La Alameda de Santiago, la Plaza Sotomayor de Valparaíso, el centro cívico de Concepción y una serie de avenidas de las principales ciudades del país desde mediados de mayo. Estudiantes universitarios y escolares, profesores y padres y una larga lista de sectores sociales se fueron articulando en un movimiento con un discurso más o menos único: Chile necesita una reforma en su sistema educativo.

En el desglose, las demandas se han expresado en la exigencia del fin al lucro, la estatización de los colegios municipales, mejorar la calidad de la enseñanza y una reforma constitucional que permita acabar con la libertad de enseñanza.

A pesar de la masificación del movimiento -en la última manifestación se habló de más de 300 mil personas en las calles del país- desde La Moneda se ha hablado de un movimiento minoritario e incluso el ministro de Educación, Joaquín Lavín, ha señalado que los voceros de las movilizaciones se “pasaron de la raya” al incluir en su petitorio demandas que van más allá de su cartera, como la convocatoria a una asamblea constituyente.

Sin embargo, el movimiento estudiantil parece estar resistiendo los embates desde La Moneda por desacreditarlo con argumentos como las “posturas ideológicas” -¿no hay ideología en pertenecer a un partido político como lo hace la mayor parte del Gobierno de las parcas rojas?- o la diversificación de un pliego petitorio que incluso ha llamado a la renacionalización del cobre.

Ante esto, la estrategia del Gobierno para abordar el conflicto tuvo un vuelco en los últimos días y el diálogo directo con los actores quedó como una frase de conferencia de prensa para ser reemplazado por tratar el tema dentro de la clase política que a nivel transversal ha sido uno de los blancos de las críticas de los estudiantes.

Para esto, Piñera decidió tocar las puertas del Parlamento y se espera que hoy aborde el asunto en una cadena nacional. Si bien en las altas esferas políticas se habla de que la batería de proyectos de reforma educativa estaría preparado hace mucho, incluso antes de que el mandatario repartiera pendrives a sus flamantes ministros durante su nombramiento, el ejecutivo aún no planea presentarlos y saldrá a tratar de apagar el incendio con un mensaje público sobre los problemas de un sistema educativo amparado por la Ley Orgánica Constitucional de Educación, promulgada el 10 de marzo de 1990, un día antes de que Patricio Alwyn asumiera la presidencia.

Una de las demandas centrales de los estudiantes es poner fin al lucro con la educación. Transparentar este mismo lucro, será una de las propuestas del mandatario y su secretario de Educación, cuestionado precisamente por un posible conflicto de interés en el punto al haber tenido participación en una universidad privada.

“En nuestra propuesta hay mecanismo de transparencia, de fiscalización para hacer un buen uso de los recursos públicos en Educación. Se está creando una subsecretaría de Educación Superior que no existía y estamos perfeccionando la legislación en materia de transparencia”, explicó ayer sobre este punto el ministro secretario general de la Presidencia, Cristián Larroulet.

Otro punto del pliego petitorio de los estudiantes es la democratización del acceso a la educación. “Nos vamos a hacer cargo de los temas de calidad, de acceso y de equidad. Se va a hacer un anuncio contundente, potente y muy profundo”, dijo ayer una escueta vocera de Gobierno, Ena von Baer.

“El presidente va a orientar su discurso hacia la reducción del costo del crédito con aval del estado, es muy caro, son demasiado altos, los estudiantes quedan sobre endeudados. Hay un tema no menor, hay que darles una salida, los alumnos están cayendo a Dicom”, dijo por su parte el diputado UDI Sergio Bobadilla, miembro de la comisión de Educación de la Cámara Baja. Para esto, el ejecutivo plantearía la repactación de los créditos universitarios.

Según el parlamentario, Piñera también abordaría el tema de la democratización en el acceso mediante la entrega de miles de becas a estudiantes técnicos que alcanzarían las 100 mil para el 2014, cuando llegue el desalojo.

Además, se habla ya desde hace algunos días que el ejecutivo anunciaría la creación de una Subsecretaría de Educación Superior. Ante esta propuesta, el presidente de la Comisión de Educación del Senado, el PPD Jaime Quintana, asegura que su sector planteará que esta sea una Superintendencia.

Ante esta serie de anuncios, que no parecieran abordar el fondo de las demandas de los movimientos, la estrategia del ejecutivo de dejar de lado a los actores podría apagar el incendio con bencina. Al menos así coincidieron los estudiantes secundarios y universitarios, quienes advirtieron que las movilizaciones continuarán si el Piñera no acoge sus principales demandas.

Además de la reforma constitucional, los estudiantes escolares esperan que el Gobierno entregue respuestas en concreto a sus demandas, como lo afirmó ayer en un medio online Freddy Fuentes, vocero de la Femes.

En tanto, la vocera de la Aces, Laura Ortiz, dijo que “las respuestas que nosotros esperamos de parte del gobierno y del ministro es que nos digan que se van a cumplir nuestras demandas; que nos van a dar el pase escolar gratuito los 365 días del año a lo largo de todo Chile; que se va a estatizar la educación, que no se va a lucrar más con la educación; que nos van a dar distintos plazos para nuestras demandas para lo que es la renacionalización de cobre, ya que estamos dejando en claro que es la forma más factible de financiar una educación gratuita. Por lo tanto esperamos que ese tipo de respuestas nos den”.

En tanto, otra pared podría esperara a las propuestas de Piñera en el Parlamento. Varios legisladores de la oposición advirtieron ayer que el Congreso no debería sesionar sobre un proyecto de ley que no cuente con el respaldo ciudadano, dijo Alejandro Navarro, miembro de la Comisión de Educación del Senado.

“No le demos la espalda a nuestros jóvenes, no desaprovechemos esta oportunidad”, dijo por su parte el presidente del Senado, Guido Girardi.

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