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Opinión

26 de Julio de 2011

Indignados y comprometidos

Hernán Sandoval En Dijon, Francia, se realizó del 16 al 18 de Junio de 2011, un coloquio llamado “Las Incertidumbres de una Gobernanza Mundial” que colocaba como centro de discusión la necesidad de enfrentar las crisis que amenazan el futuro de nuestra civilización. Este coloquio es la continuación de otros que se han realizado en […]

Hernán Sandoval
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Hernán Sandoval

En Dijon, Francia, se realizó del 16 al 18 de Junio de 2011, un coloquio llamado “Las Incertidumbres de una Gobernanza Mundial” que colocaba como centro de discusión la necesidad de enfrentar las crisis que amenazan el futuro de nuestra civilización. Este coloquio es la continuación de otros que se han realizado en Francia, Chile y Brasil, convocadas por el Instituto de Investigación de una Política de Civilización. La necesidad de una “Gobernanza Mundial”, parte de las grandes crisis que vive nuestra civilización actualmente:

1.- Crisis Climática, cambio climático por el calentamiento global.
2.- Crisis energética; por el agotamiento de las energías fósiles (petróleo en particular) y la incertidumbre generada por la energía nuclear.
3.- Crisis Biológica; por la acelerada disminución de la Biodiversidad, la escasez del agua y las manipulaciones genéticas vegetales y animales, incluyendo al hombre.
4.- Crisis Alimentaria; encarecimiento y escasez de los alimentos y competencia de los cultivos industriales (biocombustibles) con los cultivos de alimentos.
5.- Crisis de las Organizaciones; ausencia de articulación en distintas escalas, básicamente la articulación entre lo local y lo global, y la articulación entre el corto y largo plazo.
6.- Crisis del Conocimiento; no hay un paradigma que permita enfrentar eficazmente cada una y el conjunto de las crisis.
7.- Crisis Financiera; la globalización del sistema financiero, hace que este escape a los controles de los estados que a su vez son cada vez más laxos, lo que impide controlar o evitar la burbuja financiera que puede colapsar en cualquier momento (Grecia).

Todo esto se da en un contexto de incremento de la población mundial, con un agrandamiento de la brecha de equidad que marginaliza a un número creciente de personas (2000 millones de habitantes del planeta con menos de 2 USD al día), acompañado de una incorporación al consumo de las clases medias de los países con desarrollo económico acelerado (Brasil, China e India), entre otros. Todos estos factores interactúan entre ellos y pueden producirse sinergias que profundicen cada una de ellas y lleven a una crisis de civilización global, en la cual la forma de vida que hoy conocemos no sería factible.

Es una crisis de civilización de gran magnitud y potencialmente destructiva, que obliga a “pensar el mundo” como lo propone el filósofo francés Edgard Morin, principal promotor de estos encuentros y por ello plantea la necesidad de buscar alguna forma de gobierno mundial que permita enfrentar y superar cada una de estas crisis y también el efecto conjunto de ellas.

El planteamiento de los organizadores generó un intenso debate entre los centenares de participantes que, a partir de sus visiones, destacaban alguna de las crisis señaladas, sin embargo se alcanzó un consenso para señalar que la amenaza más inmediata es la crisis financiera, por la gran burbuja especulativa que se ha formado y se señala sobre la urgente necesidad de cambiar el capitalismo hegemónico para evitar la debacle, sin perjuicio de que es preciso controlar cada una de las crisis enumeradas.

El segundo día del encuentro incluyo la participación del propio Edgard Morin (90 años), filósofo y de Stéphane Hessel, diplomático (94 años), que junto con el periodista Hervé Kempf se refirieron a la necesidad de una política supranacional, para enfrentar las crisis actuales. Es preciso rescatar las semejanzas de estos dos actores y testigos de la historia del siglo XX, que entregan un mensaje de humanidad y optimismo para el siglo XXI.

Ambos participaron en la resistencia francesa a la ocupación nazi y pusieron sus vidas en peligro. Hessel logró ir a Inglaterra y unirse a las fuerzas francesas libres, regresó a Francia para ser nexo entre la resistencia y el comando del general De Gaulle. Fue sorprendido por la GESTAPO y enviado al campo de concentración de Buchenwald, de donde fue liberado por las fuerzas aliadas, cuando se encontraba al pie del cadalso.



Ambos actores y testigos que obraron por un mundo mejor, solidario y humanista, donde los postulados de la recién creada Organización de Naciones Unidas permitieran hacer realidad, para cada uno de los habitantes del planeta, la declaración de los derechos del hombre y el ciudadano, aprobada por la ONU en 1948 y de la cual Hessel fue uno de los autores. Hessel publicó en Noviembre del 2011 un breve manifiesto donde muestra su indignación por la situación en el mundo, “Indignez vous”, que lleva más de 15 ediciones en Francia que ha tenido repercusión mundial. Junto con Morin expresan la voluntad de que todo lo obtenido en la lucha contra el totalitarismo, no se pierda en la aplastante e invasora lógica del capitalismo financiero, nuevo totalitarismo, que todo lo subordina a la obtención del máximo de ganancias.

Eso indigna a Hessel y a Morin que a su edad alzan la voz para señalar que no es la espera pasiva de la gente lo que permitirá modificar esta situación. INDIGNARSE es tomar conciencia de que hay cosas de la vida social que son inaceptables frente a las cuales no se puede estar pasivo, sino que por el contrario exigen manifestarse y participar en modificarlas. La INDIGNACIÖN frente a la barbarie nazi llevo a Hessel a arriesgar su vida para derrotar al totalitarismo, eso es lo que proclama y propone hoy día, indignémonos, pero que nuestra indignación genere un compromiso que nos lleve a concertarnos para lograr nuestros objetivos. En forma jovial Hessel expresó que no se trata de arriesgar la vida como lo hicieron ellos, sino que de superar la indiferencia, por eso su indignación exige el compromiso, es decir INDIGNAOS y COMPROMETEOS para impedir el derrumbe de la civilización, que nos amenaza.

Edgard Morin acompañó y ratifico la palabras de Hessel también a partir de una experiencia de vida y de una creatividad intelectual que recorren el siglo XX, y que anticipa las amenazas que nos asechan en el siglo XXI,

Para quienes fuimos partícipes de este coloquio, la oportunidad de escuchar a estos dos resistentes, como Hessel dijo ”jóvenes desde hace mucho tiempo”, con su sabiduría, humanidad y optimismo, fue un momento casi mágico, porque nos llama a dejar de lado la indiferencia y comprender que los problemas de cada uno son los de todos, que sólo nuestra acción puede reencontrar a los hombres con la solidaridad, que tanto necesitamos en un mundo de abismos de inequidad, donde el crecimiento económico ahonda más las diferencias y deteriora más el ambiente del planeta. Para terminar Hessel con voz entera, con entonación justa, con emoción que nos tocó a todos, recita de Apollinaire “Bajo el puente MIRABEAU fluye el Sena” poema nostálgico, romántico e inmortalizado al ser sus primeros versos la introducción de la conocida canción, “las hojas muertas”.

Después de la ovación y el sentimiento que recorrió la asamblea Hessel dijo:

DESTRUISSEZ LES BANQUES, (destruyan los bancos)|

finalizando:
INDIGNEZ VOUS, ENGAGEZ VOUS.!!! (¡indignaos, comprometeos !!!)

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