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Poder

27 de Octubre de 2011

“Es harto difícil ser del partido del Presidente”

Ha metido harto boche las últimas semanas. Acusó al gobierno de orquestar una reunión para “aserrucharle” el piso a Carlos Larraín, le dijo a Mañalich que le faltaban cojones y pidió sacar a patadas a algunos ministros del gabinete. Su estilo directo y confrontacional ha sacado ronchas en la derecha. En su mismo partido lo acusan de tirar “caca con ventilador”. “Algunos creen que la lealtad es ser incondicional”, dice.

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Foto: Cristóbal Olivares

¿Está en crisis el gobierno?
No creo, Chile está en crisis, es una crisis de crecimiento con mucha gente manifestándose porque hemos creado un país bastante injusto y clasista.

¿Y Renovación Nacional está en crisis?
Tampoco, que exista disidencia no tiene nada de malo.

¿Cuesta ser disidente en la derecha?
Es duro y difícil porque uno se siente como el patito feo. Pero mi lealtad primero está con la gente y después con el gobierno y el partido. Por lo tanto no me siento desleal si estoy diciendo la verdad.

¿Le ha faltado autocrítica al gobierno?
Claramente, es cosa de mirar las encuestas. Algunos creen que la lealtad es ser incondicional, hallar todo bueno, y eso para mí es desleal porque al final del camino nos van a pasar la tremenda cuenta.

¿La gente?
Por supuesto… a mí me acusan de desleal, de díscolo. Critiqué fuertemente la campaña presidencial, dije que le faltaba calle, realidad y un montón de cosas. Después de eso hubo un cambio. Me invitaron a participar en el comité estratégico de la campaña pero, después de la segunda reunión, la secretaria personal del candidato presidencial me llamó para decirme que no era necesario que fuera, o sea, me despreciaron.

¿Por qué?
Se desprecia una forma de decir o hacer las cosas. Después empecé a decir que la gente me reclamaba en la calle por haberla hecho votar por este señor. He estado siempre en la misma situación: criticando adentro y afuera y nunca me han pescado. Pero desgraciadamente le he apuntado a todo lo que he dicho. Me hubiera gustado haberme equivocado.

Me imagino que hay gente que preferiría que usted se quede callado.
Por supuesto, aunque nadie del gobierno me ha llamado para decirme nada. Por decir lo que he dicho tengo claro que soy persona non grata para el gobierno, pero lo asumo. Nunca me han querido en el gobierno.

Menos ahora que dijo que debieron haber sacado a patadas a algunos ministros…
Ahí me equivoqué, usé un chilenismo que se mal interpretó porque cuando uno saca a patadas a alguien es feo, me disculpo. Pero el sentimiento de que había que sacar a muchos lo mantengo.

Joaquín Godoy, diputado de su partido, dijo que usted tiraba caca con ventilador.
Tiene todo el derecho a decir lo que quiera, lo que no me supo contestar fue de quién era la caca.

“Gobierno taponeado”

Usted dijo que Renovación Nacional no era una secta sino un partido político.
Lo que yo ataqué es que personas de gobierno, en horario de gobierno y usando herramientas de gobierno citaran a una reunión para atacar a Carlos Larraín, no que tuvieran opinión ni que pudieran ir.

¿Por qué no invitaron a la mesa directiva a esta reunión en Huechuraba?
Porque era una reunión que tenía fines distintos.

Una pasada de máquina del gobierno a la directiva del partido…
Por supuesto, si la organización fue de La Moneda…

Y orquestada por Hinzpeter…
No sé, pero si no supo tiene que revisar a su equipo por qué estaba ahí. Eso me parece mal porque lo podría haber hecho transparentemente. Además nosotros tenemos un mecanismo, no somos como algunos vecinos, nosotros ganamos una elección. Por qué mejor no esperan un par de meses y ganan la elección.

¿Qué piensa de la gestión del ministro del Interior?
Creo que ha pagado un poco las cuentas de la inexperiencia política de muchos ministerios y siempre terminan cargándole los dados. Yo no puedo pasarle la cuenta a una persona cuando es el estilo del gobierno. Se entiende.

Y con Mañalich, todavía está picado…
Nunca he estado picado con Mañalich, otra cosa es que diga lo que pienso. Él dijo, textual, que la directiva de Renovación Nacional no estaba a la altura y yo digo que no tiene nada que meterse en reuniones políticas internas si no es militante. Además, descalifica a quién lo ha apoyado siempre. Eso me dolió.

Por eso le dijo que no tenía cojones.
Usted lo dijo.

Eso lo dijo usted. No me diga que lo están apretando al interior del partido.
No me han apretado, lo que pasa es que usar la palabra cojones es personalizar los conflictos. Cuando uno le dice a una persona que no tiene cojones en el fondo está ofendiéndola y eso no corresponde. Reconozco que me equivoqué en la palabra pero no en el fondo. Claramente aquí hay gente que no quiere a
Carlos Larraín y le están pasando muchas cuentas mías

Algunos, de hecho, piensan que usted es su delfín…
Nunca he sido delfín de nadie, menos de Carlos Larraín…

Quizá su rottweiler…
Tampoco soy su rottweiler…

¿Cómo ha dirigido el partido Carlos Larraín?
Muy bien, es una etapa muy difícil, es harto difícil ser del partido del Presidente de la República.

Más de lo que se imaginaba…
Más de lo que se imaginaba…

¿Hay decepción en Renovación Nacional con el gobierno de Piñera?
No, hay preocupación. Yo he sido el primero en reconocer que este gobierno ha sido un buen gobierno. Si el tema es un tema político.

De mal manejo político, como dijo…
El manejo político es pésimo porque el gobierno ha sido mucho mejor de lo que la gente percibe. O sea, el gobierno enfrentó un terremoto, una burocracia de 20 años de gente enquistada, y se ha tirado a la piscina con modificaciones potentísimas: ingreso ético familiar, el 7% a los jubilados, el postnatal, las bodas de oro, pero son temas que no ha capitalizado. Aquí existen temas que hay que presentarle a la opinión pública.

Aún le falta relato, entonces…
Este gobierno ha tenido relato pero le faltaba calle y ha ido aprendiendo. Lo que pasa es que el conflicto educacional lo ha tenido ahogado, taponeado. El problema de la educación no es culpa del gobierno de Piñera, es culpa de la sociedad chilena, de nosotros, de la Concertación que estuvo 20 años con el manubrio y no hizo los cambios. Si este gobierno no tuviera el conflicto educacional iría como avión para arriba.

Es probable que no hayan sabido leer el conflicto
Al principio el gobierno se preocupó más de los encapuchados que de la verdadera realidad que había. Porque en los movimientos sociales cuando haces cosas que no quieres, o no entiendes lo que quiere la gente, los políticos terminan por un lado y la gente por otro.

Por eso dijo que al gobierno le faltaba calle…
Ahí tienes como reaccionó Longueira con el tema de La Polar. Mientras algunas personas dijeron que esto fue un tropiezo en el camino, él dijo que los abusos los iba a combatir. Me parece correcto. Ahí hay una forma de interpretar lo que la gente quiere y para gobernar eso es fundamental.

La clásica disputa entre técnicos y políticos.
Este gobierno decidió ser un gobierno técnico y de excelencia. Si se hubiera optado desde un principio por gente con trayectoria política el gobierno tendría un sesenta por ciento de apoyo y no de rechazo.

Eso pasa por gobernar con amigos
Piñera ha gobernado con su equipo. Lo que yo he escuchado es que este señor no tiene amigos pero ha demostrado que sí los tiene y es muy leal con ellos. Porque varios amigos podrían haber salido mucho antes y no salieron. A lo mejor tampoco van a salir.

Como Hinzpeter.
No doy nombres. A mí no me gustan los presidentes que dependen de los partidos pero tampoco me gustan aquellos que no los pescan. Yo creo que al final esa mezcla hace que la torta sea buena.

A propósito del ministro…¿Qué piensa de la ley Antitomas?
No me gusta porque creo que las leyes necesitan el lugar y la hora exacta, hay que ser prudente, es como agarrar un balde de bencina y tirárselo al fuego. No lo comparto. La ley Hinzpeter va a crear más violencia porque se van a confundir estudiantes, encapuchados, ultras, de todo.

Las crisis que vienen

¿Ha sido éste un gobierno reguleque?
No me atrevo a calificarlo hoy en día, quizá en un año más sí. Hasta ahora el terremoto y el conflicto educacional han desordenado el naipe. Si el gobierno no para este conflicto luego se le puede complicar el tema. Tenemos que entender de una vez por todas que esta crisis es muy profunda, que las señoras que tocan cacerolas no son comunistas, es gente que está aburrida de los abusos. Al principio a este movimiento no se le pesó y tiene razón en muchas cosas, tiene sustento.

¿Qué ha faltado, entonces?
Generosidad de ambas partes, hoy día estamos en un diálogo de sordos entre el gobierno y los estudiantes. El gobierno lo que tiene que hacer es ganarse a la opinión publica. Le ha regalado el conflicto a Camila Vallejo y a Giorgio. Tiene que hacer propuestas que la opinión publica entienda y esta misma es la que va terminar por validarlo.

Deduzco que, así como van las cosas, el asunto se viene bastante peliagudo…
El gobierno tiene que enfrentar con más fuerza el tema educacional y tiene que poner arriba de la mesa el lucro y la gratuidad. Eliminar el lucro es imposible pero sí arreglarlo y transparentarlo. Lo otro: ¿por qué no tiran la gratuidad al tiro? Todo el mundo sabe que este país no tiene plata para tener gratuidad ahora pero a lo mejor en 30 años sí. Por qué no hacemos un proyecto gradual según ciertas condiciones.

¿Es partidario de una reforma tributaria?
Soy partidario de cualquier reforma siempre y cuando sepamos lo que se necesita. Yo creo que se necesita pero estamos poniendo la carreta antes de los bueyes. Si nosotros le decimos a la opinión pública que vamos a tener un proyecto de aquí a 20 años te aseguro que la mayoría de los chilenos estarían dispuesto a pagar más impuestos para tener un país más justo. Nos hemos llenado de temas tabús que nadie toca.

Y la Concertación, qué pito toca en todo esto.
Cuando ves las crisis que hoy día existen y las que están saliendo, porque se viene la de la salud, la de los deudores habitacionales, te das cuenta que la Concertación es tan responsable como la centro derecha. Cuando no hiciste algo bien en 20 años, o lo hiciste derechamente mal, no podí rasgar vestiduras al otro lado. Si hay algo que se perdió en este país son las banderas. Si ahora todos viven en Las Condes, andan en los mismos autos, la única diferencia es que veranean entre Cachagua y Zapallar. La política está aburguesada, por lo tanto, lo que tenemos que hacer es aterrizar. Esta es una crisis social muy grave. Por qué no empezamos a ponernos todos de acuerdo y de una vez por todas enfrentemos los abusos.

Quizá ese aburguesamiento que habla les impidió ver lo que pasaba…
Ninguno fue capaz de ver lo que estaba pasando, si esta crisis no fue generada por este gobierno, te insisto. La Concertación es absolutamente burguesa, igual que nosotros, todo el mundo se ha aburguesado. Son amigos. Se toman un traguito juntos, después se pegan y gozan de muy buenos estándares de vida.

¿A dónde va a terminar todo esto?
Venga la presidenta Bachelet, o quien venga, este conflicto no se acaba ahora. Una de las razones porque Bachelet no va a ser candidata a la presidencia es porque las condiciones para ser gobierno no son aptas.

Así de drástico.
Si no hay un ordenamiento político social en Chile Bachelet no va a venir de ninguna manera porque va a tener mucho que perder y nada que ganar. Para gobernar necesitas un ordenamiento, gente que esté dispuesta a ayudar. Por eso encuentro impresentable que la Concertación diga que va a rechazar el presupuesto.

¿Carerajas?
O sea, se pasan. La Concertación cumplió una misión súper potente después del gobierno militar y lo hizo bien. Pero perdieron el gobierno porque se transformaron en una agencia de empleos. Después de 20 años la cuestión era un pituteo entre amigos. Hoy día que no son gobierno y que explota una crisis social grave no pueden dejar pasar esta cuestión.

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