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Mundo

16 de Febrero de 2012

Los dramáticos testimonios de los sobrevivientes de la tragedia de Honduras

El incendio en la Penitenciaria Nacional Comayagua (a 90 kilómetros de Tegucigalpa), una cárcel de la región central de Honduras, dejó al menos 375 personas de las más de 800 prisioneros que recluía el recinto. “Es grave la situación, la mayoría murió por asfixia. No se trata de un motín, tomaron fuego varios módulos y […]

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El incendio en la Penitenciaria Nacional Comayagua (a 90 kilómetros de Tegucigalpa), una cárcel de la región central de Honduras, dejó al menos 375 personas de las más de 800 prisioneros que recluía el recinto.

“Es grave la situación, la mayoría murió por asfixia. No se trata de un motín, tomaron fuego varios módulos y se investigan las causas”, dijo el director de Centros Penales de Honduras, Danilo Orellana.

Postrado en una camilla Víctor Sevilla narró horrorizado cómo salvó su vida la madrugada del miércoles al huir, por los techos, del gigantesco incendio.

Aterrados por las llamas, los reos -según testimonios- debieron además sortear los disparos al aire de los guardias que al parecer en un primer momento creyeron que se trataba de un intento de fuga de esta prisión del centro de Honduras.

“Fue muy triste, me desperté con el griterío de los compañeros que estaban ya rompiendo el techo de madera y zinc. Salimos y saltamos. Tuvimos que lanzarnos por un muro, los otros estaban muriendo entre las llamas”, dijo Sevilla enel hospital de Comayagua, 90 km al norte de Tegucigalpa.

“Un reo encargado de enfermería rompió tres candados y pudo salvar a un montón de gente”, relató Sevilla, de 23 años y condenado a 12 años por homicidio, quien escapó de su celda y de la muerte sólo pagando el precio de una fractura de tobillo.

Al hospital Santa Teresa fue llevada una treintena de sobrevivientes del voraz incendio que consumió casi la mitad de la granja-penal -los reos se dedicaban al cultivo de hortalizas y a la cría de animales- por causas que son investigadas por las autoridades.

“Murieron prendidos en fuego, fue un infierno”, narró uno de los supervivientes, no identificado. Fabricio Contreras, de 34 años, fue uno de los primeros presos en lograr salir y narró cómo los custodios del penal “dispararon al aire porque pensaban que se trataba de una fuga”.

“Estaba durmiendo cuando me desperté por los gritos de mis compañeros, de repente miré las llamas que se levantaban, la gente quería salir por el portón, pero nadie nos abría, levantamos entre todos las láminas del techo y saltamos por el techo, y saltamos un muro”, contó.

“Fue horrible como pedían auxilio de las otras celdas porque se estaban quemando”, añadió Contreras, atendido por una lesión en su pierna derecha y leves quemaduras. Eberth López, de 29, preso por homicidio, cuenta que fue despertado por un compañero: “Miramos las lenguas de fuego.

Todos gritaban pidiendo auxilio, no nos abrían los portones, las llaves no aparecían”, contó a la AFP, aún bajo conmoción. En las afueras del hospital, en cuya entrada fue colocada una lista con los reclusos internados en el lugar, decenas de personas buscaban desesperadas a sus parientes.

“Mi hijo se asfixió allí. Los guardias no les abrieron la puerta para que murieran quemados. Si hubieran abierto la puerta se hubieran salvado. Había una gran balacera cuando los reos desesperados querían salir”, relató Leónidas Medina, de 69 años.

Anuncian investigación

Porfirio Lobo dijo que se trata de un hecho “lamentable e inaceptable”. A su vez, la Organización de Estados Americanos (OEA), también anunció el envío de delegados para establecer las causas de este trágico hecho.

Luego de conocer la información sobre el incendio, unos 300 familiares de presos del penal hondureño entraron a la fuerza a la prisión, tras enfrentarse a pedradas con la policía, desesperados por conocer la situación de los reos.

Hombres, mujeres y niños rompieron los portones de la cárcel y se agolparon en el patio frontal del penal, lo que provocó el repliegue de la policía, que trataba de controlar la situación realizando disparos al aire.

Familiares de los reos expresaron a los medios locales indignación tras denunciar una reacción tardía de los bomberos y del resto de las autoridades en la tragedia.

“Entendemos el dolor de los familiares, pero tenemos que seguir un proceso conforme la ley. Hacemos un llamado a la calma. Es una situación muy difícil”, dijo a los medios de prensa el ministro de Seguridad, Pompeyo Bonilla.

El siniestro comenzó la noche del martes, afirmó Danilo Orellana, quien añadió que se investigan dos versiones: una es que el siniestro habría sido provocado por uno de los presos y otra que habría sido ocasionado por un corto circuito.

El funcionario descartó que se trate de un motín, como señalaron informes preliminares, pues “incluso los policías ayudaron a sacar a los reos al patio”, agregó.

Orellana precisó, sin embargo, que todo está aún en investigación. “Está entrando todo el equipo de forenses; aún es todo muy preliminar”, señaló Orellana desde el lugar de la tragedia.

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#cárcel#Honduras#incendio

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