Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Opinión

20 de Febrero de 2012

Reconstrucción

Por Giorgio Jackson Durante las últimas semanas, hemos visto cómo el oficialismo y la Concertación se han dedicado a disparar unos contra otros, a fuego cruzado en los medios. Todo esto con el fin de sacar provecho (o salir menos herido) de una situación tan trágica como la que produjo el terremoto, tanto en los […]

Giorgio Jackson
Giorgio Jackson
Por

Por Giorgio Jackson

Durante las últimas semanas, hemos visto cómo el oficialismo y la Concertación se han dedicado a disparar unos contra otros, a fuego cruzado en los medios. Todo esto con el fin de sacar provecho (o salir menos herido) de una situación tan trágica como la que produjo el terremoto, tanto en los familiares de las víctimas, como en todos aquellos que siguen esperando una solución habitacional/urbana.

Y es que resulta realmente penoso observar -por un lado- al Senador Pérez (UDI) diciendo con absoluta demagogia que las autoridades del Gobierno anterior deben “asumir sus errores y disculparse por los muertos, el desastre social y la destrucción de los saqueos que se pudo haber evitado”, como si la catástrofe natural no tuviera culpa alguna. Igual de vergonzoso es la nula capacidad de autocrítica por parte de personeros del Gobierno anterior frente a una situación de descontrol, como escuchar (o leer) por parte del ex-Ministro Vidal que la revisión de las responsabilidades pasadas es sólo “una fiesta para la derecha (…) El objetivo de ellos es pegarle a Bachelet como de lugar”.

Nadie quiere asumir responsabilidades y mientras esta teleserie mediática continúa, existen miles de familias que esperan una solución a sus problemas cotidianos. Y es aquí donde me gustaría centrar el punto de atención. Mientras el Gobierno -con claro interés de mostrar eficiencia por sobre inoperancia- se muestra sumamente conforme con “el 68% de avance en reconstrucción ad portas del segundo aniversario del 27F”. Haciendo “doble click” uno puede revisar el presentable 47% de avance en vivienda. Entonces, ¿Por qué tanta alharaca en materia de vivienda a 2 años del terremoto?

Revisando la página del MINVU, me econtré con este “informe de 6 diapositivas” de avance en vivienda, en el cuál se observan -además de una carencia de datos impresionante- que en materia de obras entregadas, en lo único que ha avanzado el Gobierno es en reparaciones menores o parciales, más conocidas como PPPF (Programa de Protección al Patrimonio Familiar), que representan casi el 84% de las 76.152 obras, presentadas como terminadas.

Si nos fijamos en la diapositiva “4”, los montos asignados para los subsidios de reparación PPPF, implican UF 7.145.211, lo que es aproximadamente un 11% del presupuesto total asignado a la reconstrucción de viviendas. Por otro lado, y esta es la parte hermosa del marketing, estos subsidios (PPPF) llegan a 108.848 familias, o sea casi un 49% de las familias.

Realmente me avergüenza que Ministros que exhiben rimbobantes curriculums, sean capaces de tener tan poca rigurosidad técnica a la hora de entregar información pública COMPLETA, todo por la pequeñez política.

Hoy, tenemos cerca del 11% de las viviendas nuevas entregadas, y eso es una información que el Gobierno no quiere aceptar. Si bien esa cifra no considera subsidios entregados (trámite inicial que no brinda mejora a las familias), los proyectos en ejecución (ya que no existen informes públicos que detallen avances en dichos procesos), ni las reparaciones menores, acordémonos que se trata de las obras terminadas correspondientes a más del 88% del presupuesto total asignado.

La transparencia y accountability son imprescindibles para una democracia, y este Gobierno “de la excelencia” al parecer no quiere ser medido con una vara rigurosa, sino por la simpleza del marketing y la opinión pública.

Creo que podemos compartir, que este escenario nos trae a colación lo peor de la política, la pequeñez de no querer reconocer errores y encararlos, que en mi opinión al menos, es una actitud que engrandece a la gente.

Lo peor es que prima la soberbia, el ocultismo y quienes pierden son… (adivinen) Exacto, los más excluídos, los perjudicados de siempre, como los habitantes de dichato, quienes en vez de ver avances en la reconstrucción, se tuvieron que conformar con el Festival de Pan y Circo… perdón, el Festival #VivaDichato…

Notas relacionadas