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4 de Julio de 2012El duro testimonio en contra del sacerdote Cristián Precht

Poco a poco y al igual que en el caso Karadima, las denuncias en contra del sacertode Cristián Precht está saliendo a la luz. Jorge Cantellano es uno de los 20 testimonios que la justicia eclesiástica tiene en su poder en contra del sacerdote. La información, dada a conocer por el Centro de Investigación Ciperchile, […]
Poco a poco y al igual que en el caso Karadima, las denuncias en contra del sacertode Cristián Precht está saliendo a la luz. Jorge Cantellano es uno de los 20 testimonios que la justicia eclesiástica tiene en su poder en contra del sacerdote. La información, dada a conocer por el Centro de Investigación Ciperchile, detalla la edad que tenía el denunciante cuando el cura habría abusado de él. Cantellano dice que a los 19 años Precht le exhibió sus genitales y le pidió que lo tocara.
Según Ciper, Cantellano en ese tiempo buscaba dicernir si su camino era el sacerdocio. En ese contexto se quedó a dormir en la casa del sacerdote, quien en ese entonces dirigía la Vicaría de la Solidaridad y destacaba su activo rol en defensa de los DDHH en dictadura.
Precht, que compartía casa con el fallecido cura Miguel Ortega, fue rechazado por Cantellano recuerda que Precht se justificó y le dijo que se trataba de “cariños paternales”
“A su favor declaro que no hubo intento de forcejeo y por el contrario se disculpó sinceramente”, se consigna en el reportaje de Ciperchile, donde se da cuenta de una carta que Cantellano le envío a Precht con copia a autoridades eclesiásticas y laicos en octubre de 2011.
Según señaló Cantellano a CIPER, en la Iglesia hubo más preocupación por evitar la difusión del hecho que por ayudarlo a enfrentar la situación que había vivido: “En la Zona Oeste se enteraron de que entre los jóvenes andábamos comentando lo de Cristián y me llamaron para decirme que era más prudente mantener silencio. Fue en ese momento que me dijeron que a Cristián lo habían mandado a tratarse clínicamente para sanarse de su ‘problema’. En realidad, toda la preocupación fue para que yo no siguiera comentando, pero hubo cero preocupación por lo que yo estaba pasando”.