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Opinión

23 de Julio de 2012

Se fue Oswaldo Payá, el disidente cristiano de Cuba

Vía Agencias Rosa María Payá, su hija, confirmó el deceso apenas la noticia comenzaba a circular por redes sociales, pero no hubo hasta un buen tiempo después una confirmación de lo ocurrido. Oswaldo Payá Sardiñas, uno de los líderes disidentes a los Castro en Cuba, su padre, había muerto en un accidente de tránsito después […]

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Vía Agencias

Rosa María Payá, su hija, confirmó el deceso apenas la noticia comenzaba a circular por redes sociales, pero no hubo hasta un buen tiempo después una confirmación de lo ocurrido. Oswaldo Payá Sardiñas, uno de los líderes disidentes a los Castro en Cuba, su padre, había muerto en un accidente de tránsito después de dedicar buena parte de su vida contra el régimen castrista.

Viajaba acompañado de dos extranjeros y con el también cubano Harold Cepero, que también falleció poco más tarde, en un vehículo de arriendo que a las 13:50 horas de este domingo se accidentó en la localidad de La Gavina, a 22 kilómetros de la ciudad oriental de Bayamo.

Su web oficial informaba a esa hora que el líder opositor se encontraba desaparecido tras el choque, y responsabilizaba directamente a Raúl Castro de lo que ocurra. Decían que el choque del camión que los embistió no había sido casual y que semanas atrás, Payá había sido blanco de otro incidente similar.

Oswaldo, de 60 años y reconocido con el premio Sajarov por su tarea como disidente, era una de las figuras más respetadas de la oposición local. Su iniciativa para reformar las leyes implantadas por el comunismo provocaron una inusitada reacción del castrismo para declarar irrevocable su sistema político.

En marzo de 1990, fue encerrado durante varios días por la policía política del régimen siendo interrogado y amenazado con que, de continuar en su lucha cívica y pacífica, enfrentaría varios años de prisión. Había fundado una revista, Pueblo de Dios, y el Movimiento Cristiano Liberación, que reafirmaba los derechos y libertades de creyentes y no creyentes de la isla.

Payá fue nominado dos veces para recibir el premio Nobel de la Paz por parte del ex presidente checo Vaclav Havel.
Su campaña para recolectar firmas para pedir reformas moderadas al Estado unipartidista de Cuba -denominado el Proyecto Varela- fue rechazado por el régimen del entonces presidente Fidel Castro como un complot de los Estados Unidos para minar su gobierno de cuatro décadas.

La campaña de recogida de 10,000 firmas, tenía la intención de darle a esta iniciativa ciudadana carácter de Proyecto de Ley amparados en el artículo 86 de la Constitución de la República cubana vigente, antes de ser reformada parcialmente en 1992.

Desde entonces fue un dolor de cabeza para el régimen castrista. Presentado varias veces con miles de firmas para presentarse a diputado, el gobierno no lo reconoció.

Por eso son 40 de los activistas de Payá, incluyendo a sus más cercanos asesores, los que están dentro de los 75 críticos a Castro arrestados en una operación contra disidentes en marzo del 2003 y que recibieron sentencias de cárcel de hasta 28 años.

Dolor y consternación por su muerte

Disidentes como las “Damas de Blanco” y el periodista independiente Guillermo Fariñas, también ganadores del premio Sajárov, en 2005 y 2010, respectivamente, lamentaron este domingo el fallecimiento de Payá y elogiaron su figura.

Berta Soler, portavoz de ese grupo femenino, dijo que “es un dolor muy grande la pérdida de Oswaldo Payá, un premio Sajárov como nosotras”.

“Lamentamos su muerte, queremos rendirle tributo. En menos de nueve meses hemos perdido a dos voces de la disidencia: primero Laura Pollán (líder de las Damas) y ahora Payá”, declaró Soler y resaltó las cualidades de un “hombre sencillo y digno, que buscó la libertad y luchó por el respeto a los derechos humanos en Cuba”.

Guillermo Fariñas dijo a su vez que “acaba de fallecer un patriota que vale lo que pesa en oro” y consideró que Payá “fue capaz de poner al Gobierno cubano frente a la pared y desenmascarar que no cumple con las leyes”. “La patria ha perdido un hombre que lo ha dado todo por lograr que la ciudadanía cubana sea libre”, apuntó.

Asimismo, el ex preso del “Grupo de los 75” Oscar Espinosa Chepe, dijo que la muerte de Payá “es una pérdida tremenda para el movimiento disidente cubano”.

“Era un líder con una trayectoria desde posiciones pacíficas y constructivas, él se ha ganado un puesto en nuestra historia y una referencia a seguir por nuestro compatriotas”, subrayó.

Espinosa también destacó “su valentía, la consistencia en sus posiciones pacíficas y de reconciliación, y el ejemplo que deja, a seguir por las nuevas generaciones de disidentes y también para el pueblo que no conoce su historia de hidalguía y honestidad”.

Elizardo Sánchez, portavoz de la disidente Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), calificó de “tragedia terrible” la muerte de Payá.

“Es una pérdida irreparable”, aseveró Sánchez, para quien el impulsor del “Proyecto Varela” fue “el líder más notable de las fuerzas democráticas opositoras.

“La Cuba presente ha perdido a un hombre sumamente necesario, la Cuba futura ha perdido a un político imprescindible”, escribió en la red social Twitter la conocida bloguera crítica Yoani Sánchez.

Esta es la segunda pérdida que sufre la disidencia cubana en nueve meses, después de que falleciera por problemas de salud la fundadora y líder de las Damas de Blanco, Laura Pollán, el 14 de octubre de 2011.

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