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30 de Julio de 2012

Europeos que viajaban con Oswaldo Payá confirman la versión del accidente de tráfico

El español Ángel Carromero y el sueco Jens Aron Modig, que viajaban en el automóvil en el que murió el opositor cubano Oswaldo Payá, confirman que se trató de un accidente de tráfico en declaraciones de ambos divulgadas hoy en La Habana. “A nosotros no nos dio ningún vehículo por la parte trasera, simplemente yo […]

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El español Ángel Carromero y el sueco Jens Aron Modig, que viajaban en el automóvil en el que murió el opositor cubano Oswaldo Payá, confirman que se trató de un accidente de tráfico en declaraciones de ambos divulgadas hoy en La Habana.

“A nosotros no nos dio ningún vehículo por la parte trasera, simplemente yo iba conduciendo, me percaté de un bache y tomé las precauciones de cualquier automovilista que es accionar el freno levemente. El coche perdió el control, no recuerdo señales”, afirma el joven Carromero, que conducía el vehículo, en un vídeo mostrado a la prensa internacional.

“No tengo recuerdo de otro auto involucrado en este accidente”, dijo el sueco Jens Aron Modig, que habló en persona ante los corresponsales tras la emisión de esas imágenes en un acto convocado por el Centro de Prensa Internacional (CPI), organismo dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores de la isla.

Carromero, dirigente de Nuevas Generaciones del Partido Popular de Madrid, y Modig, líder de la Liga Juvenil Democristiana de Suecia, permanecen retenidos en Cuba una semana después del accidente en el que ambos resultaron heridos leves y que costó la vida a Payá y al también cubano Harold Cepero, miembro de su organización (Movimiento Cristiano Liberación).

Según la versión del Gobierno cubano, las causas del accidente fueron el exceso de velocidad y otros errores del conductor cuando el vehículo circulaba por un tramo en obras cerca de la ciudad oriental de Bayamo (a unos 750 kilómetros al este de La Habana).

En su declaración, el joven español indica que no puede precisar la velocidad exacta a la que circulaba en el momento del accidente, si bien la última vez que miró el cuentakilómetros iba a 80 por hora.

“Frené porque vi el cambio, el bache y la arena, y entonces accioné el freno, perdí el control del coche porque habíamos entrado en una zona con grava y perdí la estabilidad y la dirección ya no funcionaba y no pude mantener el coche y ya no recuerdo más”, señala.

El joven sueco dice tener “vagos recuerdos” del suceso porque había estado durmiendo durante parte del viaje: “el primer recuerdo que tengo del accidente es que se había perdido el control sobre el auto y el auto ya fuera de la vía avanzaba contra un árbol, y a partir de ese momento todo se quedó en blanco”.

En los últimos días, algunos miembros de la disidencia interna ha expresado dudas sobre el suceso y la propia viuda de Payá, Ofelia Acevedo, dijo no aceptar la versión oficial, al tiempo que reclamó hablar personalmente con los dos supervivientes del suceso.

En los vídeos y declaraciones divulgadas hoy, las autoridades cubanas mencionan la militancia política de los dos jóvenes europeos, ambos pertenecientes a partidos conservadores de sus países, y las “intenciones” de su viaje a Cuba.

Carromero y Modig llegaron a la isla el 19 de julio con visado de turistas y “se ha comprobado que, violando su estatus migratorio, pretendían (…) contactar a grupúsculos de la contrarrevolución interna en la provincia de Santiago de Cuba para proporcionarles financiamiento”, según el funcionario de la cancillería cubana que presentó el acto.

También perseguían, de acuerdo con las autoridades locales, “crear una organización juvenil del llamado Movimiento Cristiano de Liberación” (el grupo de Payá).

“Esta operación estuvo organizada por el señor Modig” y apoyada por Carromero, indicó Gustavo Machín, director del Centro de Prensa Internacional (CPI) de La Habana, órgano que depende del Ministerio de Relaciones Exteriores.

Por su parte, el joven sueco declaró a la prensa que, por instrucción de su partido, viajó a Cuba para reunirse con Payá, entregarle 4.000 euros, mantener encuentros con miembros de su grupo y ayudar y acompañar al opositor si “deseaba viajar a algún lugar”.

Este ha sido su segundo viaje a Cuba: el primero lo hizo en 2009 cuando se reunió, entre otros, con periodistas independientes a los que entregó “equipos” y “algún dinero”.

“Tengo entendido que estas actividades no son legales en Cuba y desearía disculparme por haber venido a este país a realizar actividades ilícitas”, manifestó el joven sueco.

En cuanto a Carromero, en uno de los vídeos detalla su militancia política y pide que no se use este accidentes con fines políticos.

“En cuanto a las noticias que me han dejado leer, le pido a la comunidad internacional que por favor se centre en sacarme de aquí y no en utilizar un accidente en tránsito, que podría haberle pasado a cualquier otra persona, con fines políticos”, señala el joven español en una de sus declaraciones.

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