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Nacional

15 de Agosto de 2012

La UDI critica las tomas de colegios: “son una expresión de violencia y de totalitarismo”

El diputado y presidente de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Patricio Melero, cuestionó la serie de tomas de liceos que han ejecutado estudiantes secundarios esta semana, afirmando que “son una expresión de violencia y de totalitarismo”. Junto a los diputados del gremialismo Gustavo Hasbún y María José Hoffman, Melero llamó este miércoles al movimiento estudiantil […]

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El diputado y presidente de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Patricio Melero, cuestionó la serie de tomas de liceos que han ejecutado estudiantes secundarios esta semana, afirmando que “son una expresión de violencia y de totalitarismo”.

Junto a los diputados del gremialismo Gustavo Hasbún y María José Hoffman, Melero llamó este miércoles al movimiento estudiantil a “terminar con la violencia como forma de hacer ver su malestar” y a deponer las ocupaciones para no repetir “el camino vivido el año pasado”.

“Vemos llamados a radicalizar el movimiento, a funar la democracia, a reincidir en las tomas de establecimientos educacionales, apedrear a los que se oponen. Hoy en la madrugada vimos acciones de violencia contra los medios de comunicación. Entonces nos preguntamos ¿a quién beneficia tanta violencia? A los que no quieren la democracia, a los que validan la intransigencia como camino para hacer ver sus posiciones, a quienes no creen en el diálogo. A ellos beneficia”, sostuvo el timonel de la UDI.

Melero planteó que las tomas “afectan a los alumnos más vulnerables, que ya el año pasado vieron dificultades para cumplir con el ciclo de educación. El año pasado 80 mil jóvenes abandonaron la educación pública por esta razón. Las tomas son una expresión de violencia y de totalitarismo que no permite que los que quieren estudiar en paz y tranquilidad lo puedan hacer”, dijo.

Según el dirigente oficialista “se está perdiendo la esencia de la convocatoria del movimiento estudiantil que vimos el año pasado. Hoy las demandas de mejor educación están pasando a un segundo plano. Vemos un germen de extrema intolerancia y politización del movimiento estudiantil, que pone como primera prioridad otras causas de movilización, que incluso suman a otros sectores que no tienen que ver con la educación sino que con un fin más político”.

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