Compañero Yuri, candidato: “Asambleas populares para Valparaíso”

Fotos: Marco Herrera Campos

El compañero Yuri dice que fue un milagro porque, aunque muchos no le crean, él es creyente. Faltaban sólo 24 horas para que se cerrara el plazo de inscripción de las candidaturas a alcalde y él había juntado 3 mil firmas junto a su generalísima de campaña, su esposa Jessica Pulgar, en la popular plaza O´Higgins cuando se dieron cuenta que no les alcanzaba el dinero para una notaría. Además que sus adherentes debían firmar allí y no en la calle. Yuri pagó el noviciado. Y cuando su jefa de campaña perdía toda esperanza, sucedió el milagro: un dirigente del Partido Regionalista de los

Independientes (PRI) lo llamó y le ofreció el cupo del partido en Valparaíso. El compañero Yuri pensó que se trataba de una broma, pero era en serio y sin compromisos. Aceptó y ahora iniciará una cruzada popular para que el pueblo de Valparaíso recupere el municipio. Una campaña, dice, centrada en los jóvenes, con el legado de Allende, la lucha de clases y los completos vietnamitas que vende en el centro.

Muchos piensan que tu candidatura es una anécdota, una caricatura, y que no hay que tomarla en serio…
-Bueno, uno de mis desafíos es que la gente no sólo me conozca por el personaje. Sé que me saludan porque les parezco simpático pero quiero que conozcan al candidato popular. Este personaje tiene todo el derecho a inmiscuirse en la política porque hace un trabajo de culturización política. Estoy en lo mío, en lo que represento. Además que tengo en mi cuerpo más de 20 años como dirigente social de los ambulantes.

¿El PRI pidió algo a cambio de inscribirte?
-No, no hay ningún contrato, ningún convenio. Agradezco la oportunidad que me dio el PRI de ser candidato, conozco sus postulados, pero ellos están claros que soy un candidato de izquierda.

¿Cuáles son las propuestas del compañero Yuri?
-Queremos quitarle el municipio a la clase política. Queremos una administración municipal participativa, que se gobierne a través de asambleas populares y que los delegados de las fuerzas vivas de Valparaíso tengan voz y voto. No tomaré ninguna decisión que no sea a través de las asambleas populares.

¿Tienes recursos para enfrentar la maquinaria política de las candidaturas del actual alcalde Jorge Castro y de la Concertación, Hernán Pinto?
-No quiero crearme el fantasma económico, porque mejor no hago nada. Una de mis intenciones como candidato es justamente derrotar al dinero. No tengo recursos, no tengo plata en el banco, le debo al banco. Abriremos una cuenta y esperaremos la voluntad y ayuda del pueblo de Valparaíso, porque si logramos ganar la municipalidad de Valparaíso, será para el pueblo. Haré una campaña hippie, cultural, de obreros.

¿Qué te parece que nuevamente vaya de candidato Hernán Pinto?
-No me voy a desgastar en una campaña de desprestigio de mis contrincantes, no haré una campaña sucia. Si ellos quieren hacerlo, que lo hagan. Si me tiran una piedra, les voy a tirar plumavit. Voy a concentrar mi campaña, sin menospreciar a la gente adulta, en la gente joven. Valparaíso es la segunda comuna de Chile en tener la mayor cantidad de nuevos votantes. Tenemos que lograr cautivar a la juventud, los voy a invitar a que luchemos dentro del sistema y no fuera, y que es un sueño posible ganar el municipio y convertirlo en una pequeña república progresista.

¿Cómo crees que lo ha hecho Jorge Castro en el municipio?
-Castro es un representante de este sistema neoliberal, que favorece a los grupos económicos y nunca dejará de hacerlo. Representa a un sistema económico perverso.

LA JUVENTUD

El compañero Yuri se hizo conocido por su carro de completos de la avenida Brasil, adornado completamente con símbolos de la Unidad Popular, y por su labor como difusor de la memoria y el legado de Salvador Allende en una biblioteca popular, ubicada a la entrada del encopetado cerro Concepción, que tiene más de 3 mil libros, revistas y documentales. Hace poco un matrimonio adulto mayor de Villa Alemana le donó una colección empastada de periódicos y diarios de la época de la dictadura. Quienes más visitan la biblioteca son jóvenes, chilenos y extranjeros. De ahí su esperanza en lograr el apoyo de los nuevos votantes en octubre.

¿Qué crees que representa el compañero Yuri?
-Un sueño, una esperanza como la que encarnó Salvador Allende; el hecho de ser un difusor de su memoria política, de mantener viva la memoria de Allende, de trasladar esos ideales a un gobierno comunal, abriría muchas esperanzas a los trabajadores, los estudiantes, los artistas.

¿Cuál es tu equipo de campaña?
-Mi generalísima es mi esposa, Jessica Pulgar. Estamos trabajando para formar ese equipo de campaña. Aquí no hay dinero, ni sueldos. Convocaré a los habitantes de Valparaíso para que trabajemos juntos en la creación del programa del candidato Yuri Zúñiga. El pueblo de Valparaíso está huérfano. Mi probabilidad de ser elegido alcalde de Valparaíso se basa en la nueva ley de inscripción automática y voto voluntario. Apuesto por los jóvenes. Ese es mi desafío, volver a encantar a los jóvenes con la política.

Tú eras militante del Partido Socialista, ¿qué piensan tus ex compañeros de esta candidatura?
-Hace cuatro años que no soy militante del PS. Mira, ellos querían que yo fuera candidato a concejal. Pero más que invitarme a ser candidato, a ellos les molestaba que levantara ahora una candidatura a alcalde, porque los iba a perjudicar. Ellos han apostado por candidatos a concejales que no tienen ninguna trascendencia política, social y menos popular.

¿A quién le sirve la candidatura del compañero Yuri?
-Al pueblo de Valparaíso.

Y si el compañero Yuri gana el municipio, ¿cómo será su administración?
-Haré una administración participativa a través de asambleas populares. Haré los consejos al aire libre en la plaza del Pueblo Salvador Allende (ex Parque Italia), de cara a la ciudad. Atenderé a los ciudadanos en la plaza del Pueblo, las veces que sea necesario. Que nadie diga que el compañero alcalde Yuri no escucha al pueblo de Valparaíso. Como alcalde también le daré cuotas de poder a los concejales, para que tengan un rol activo y no sólo anden regalando dulces a las juntas de vecinos.