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Opinión

16 de Octubre de 2012

“No queremos un gobierno de Bachelet igual al del 2005”

En los últimos meses, el PC ha tomado un protagonismo político que no había tenido en años. Hoy quieren conformar una nueva mayoría y acá, la jefa de la Jota le raya la cancha a una candidatura concertacionista. Karol Cariola, obstetra, ex presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción y actual […]

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En los últimos meses, el PC ha tomado un protagonismo político que no había tenido en años. Hoy quieren conformar una nueva mayoría y acá, la jefa de la Jota le raya la cancha a una candidatura concertacionista.

Karol Cariola, obstetra, ex presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción y actual secretaria general de las Juventudes Comunistas, dice que la victoria de Chávez es una gran noticia para la izquierda latinoamericana. Chávez, explica, ha sido fundamental en mostrar un modelo de oposición al sistema neoliberal. También es un gran ejemplo para Chile. Sostiene:

-El aumento significativo de participación ciudadana que hubo en la elección de Chávez para nosotros también tiene que ser un ejemplo con relación a cómo debemos comportarnos en un proceso electoral, donde la izquierda unida, trabajando por cumplir un objetivo, por no darle espacio a la derecha para seguir ocupando espacios de representación, logra generar triunfos tan importantes como Chávez.

Ustedes hoy están aliados con una izquierda concertacionista que no es precisamente chavista. ¿Cómo se hace ese diálogo? Históricamente tienen una pésima relación.
-Exactamente. Tampoco los metería a todos en el mismo saco. Hoy iniciamos un proceso de desarrollo programático con un sector de la Concertación, con el PPD, el Partido Radical y la Izquierda Ciudadana. Empezamos un camino de configuración programática. En eso, no esperamos coincidir en todos los elementos. Cada partido tiene derecho a tener su propia visión de los gobiernos de otros países. Tenemos una visión muy concreta respecto al proceso de la revolución cubana, Ecuador, Uruguay, la situación en Argentina. Cada partido tiene derecho a desarrollar sus relaciones internacionales como le parezca. Lo importante es ver cuáles de esos elementos los relacionamos con un programa político acorde con las necesidades de nuestro país y para eso hoy estamos logrando llegar a acuerdo con estas organizaciones de la centro izquierda.

¿Tú sientes que eso es izquierda?
-La izquierda es muy amplia. No desconozco en ningún caso sectores que están más a la izquierda que el PC, y también entiendo que hay otros que están más a la derecha que el PC. El Partido Comunista es un partido de izquierda; el PPD, en su último consejo programático, definió ser un partido de izquierda. Sé que hay muchos cuestionamientos que se le pueden hacer al PPD, a los radicales, a propósito de su participación en los gobiernos de la Concertación, sosteniendo una política social demócrata; un modelo económico que claramente ha sido perjudicial para el país. Eso lo comparto y hemos sido muy críticos con ello. Y hemos dicho que no queremos un nuevo gobierno de la Concertación y este proyecto que ustedes levantaron ya está acabado. Pero sí necesitamos construir una nueva mayoría, y esa nueva mayoría está en la centro izquierda.

Cuando fue el lanzamiento de la candidatura de Camilo Ballesteros, me acuerdo de haber visto a Lagos. ¿Esa es la nueva mayoría?
-No. No se trata de eso. Respecto a Camilo Ballesteros, es un acuerdo por omisión. Lagos le expresó su apoyo a Camilo. No vamos a rechazar apoyo. Camilo ha sido un candidato muy transversal: ha recibido apoyo desde Lagos a Revolución Democrática. Estoy adelantándolo, pero RD, el equipo de Giorgio Jackson y Miguel Crispi, le han entregado ya el apoyo. Ha recibido el apoyo incluso de algunos sectores del Partido Igualdad y de organizaciones sociales. Ha recibido el apoyo de toda la transversalidad de un sector que quiere que salga la derecha del gobierno. Y ahí es donde finalmente hay que hacer los matices, esto no es blanco y negro. El que hayan estado Lagos, Ángela Jeria, Lagos Weber y varios personajes de la Concertación, en la presentación de Camilo, es porque sienten a Camilo como el candidato de la oposición. Una oposición que hoy pretende derrotar a la derecha. Y eso no significa que nosotros con ellos queramos construir la nueva mayoría, porque la nueva mayoría es clara con quién la estamos construyendo, y es con el PPD y el PRSD y la Izquierda Ciudadana.

BACHELET Y EL PROGRAMA

¿Por qué los socialistas siguen con la DC?
-Ellos lo han dicho y han tratado de justificarlo a propósito de no repetir los mismos errores históricos, lo cual creo que es un error.

Ese error histórico se llama la UP.
-Eso es a lo que ellos aluden, o sea, no dejar nuevamente a la Democracia Cristiana en la libertad de tomar una posición y acercarse con la derecha.

Ni tampoco juntarse con el PC.
-El PS hoy se siente presionado en una posición, y así lo han dicho: no queremos cometer los mismos errores históricos, que es dejar a la DC para que ésta se vaya con la derecha y finalmente confabulen en una mayoría que podría ser mucho más aplastante para el país. En este nuevo contexto, en que tenemos una ciudadanía mucho más crítica y consciente, capaz de expresarse en las calles y en otros mecanismos de organización; me parece que el contexto es sumamente distinto. El proyecto de la UP logró generar la confluencia de muchos sectores. Creo que hoy ese tipo de riesgos hay que tomarlos.

Gobernabilidad, eso es lo que mueve al PS. Sienten que con el PC eso no se va a dar. ¿Crees que hay gobernabilidad, por ejemplo, con Bachelet?
-Sí. A mí no me interesa la gobernabilidad si no es a base de un programa concreto. Mantener estabilidad, gobernabilidad, por mantener un status quo o por tener poder por poder, fue uno de los grandes errores de la Concertación. Creemos en un programa común que logre aglutinar a la mayor cantidad de sectores del país, no solamente políticos, también sociales. Y ese programa tiene elementos intransables: cambiar el sistema electoral binominal; una nueva Constitución; creemos en la educación pública, gratuita y de calidad; creemos en nuevo modelo de salud más integral que contemple a los sectores más desposeídos. Si Bachelet se compromete en algún momento a abrirse a construir un programa con esas características y de manera más colectiva, ahí recién podemos llegar a pensar en darle nuestro apoyo. Hasta el momento el PC ha tomado una decisión: no tenemos candidato presidencial todavía. Bachelet no es nuestra candidata presidencial. No queremos un nuevo gobierno de Bachelet igual al que vivimos el 2005 para adelante.

¿Puede Bachelet reinventarse?
-Puede. Bachelet es una persona y una persona puede perfectamente asumir con una fuerza distinta un programa político que acorde con las necesidades de la ciudadanía y el pueblo. Creo que ella podría hacerlo, no sé si tiene la voluntad…

Podría hacerlo, pero ella es una persona que opera dentro de una coalición.
-Exacto. Ella tiene un equipo político, es ahí donde está el tema. Mientras su equipo político y ella no den señales claras de querer asumir el programa del pueblo, no lo vamos a apoyar. Como juventud hemos sido bien explícitos. No pretendemos apoyar una persona por una persona.

¿Sientes que la gente espera que la Bachelet que regrese sea más de izquierda?
-La gente lo espera y lo necesita. La izquierda chilena ha ido creciendo. El porcentaje de aprobación de la oposición en cada una de las encuestas ha ido aumentando. Me refiero a identificación con la oposición, y eso significa que también hay una esperanza. Claro, lo anterior fue malo, pero hoy tenemos las condiciones de poder generar presión a tal punto que nos permita construir algo distinto.

Esas mismas encuestas dicen que la gente no tiene entre sus prioridades el cambio al sistema político.
-Claro, pero, por ejemplo, para las distintas organizaciones sociales, que quizás no representan una gran mayoría en el país, el cambio en la Constitución se ha puesto como uno de los temas más importantes. Todas las convenciones que ha habido en los últimos meses, el debate político nacional, ha girado en torno a que en Chile hay que cambiar una Constitución que es ilegítima desde sus inicios, no solamente desde sus contenidos, porque fue hecha en dictadura.

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