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Opinión

25 de Octubre de 2012

Francisca Florenzano, la inquisidora del copete

Ungida como una especie de Don Graf de la tolerancia cero al alcohol, la directora del ex Conace enfrenta hoy su primera gran polémica con los eficacia de los alcotest en entredicho. Con un estilo parco y resistido al interior del ex Conace, la socióloga de la UC quema sus fichas después de llevar adelante una cruzada anti alcohol, apuntando con el dedo a todos los personajes públicos que han sido sorprendidos por carabineros.

Ricardo Ahumada
Ricardo Ahumada
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Es la cara visible de la quisquillosa fiscalización del programa Control Cero Alcohol y la principal defensora de los hoy cuestionados alcotest. Francisca Florenzano, directora del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), ex Conace, es hoy la peor pesadilla de los conductores ebrios.

Con un estilo duro y una agenda centrada en la fiscalización y el castigo ejemplar para los conductores pasados de copas, la socióloga de la UC, Master en Salud Pública de la Universidad de Cambridge y Master en Políticas y Planificación Social, de London School of Economics and Political Science, llegó al Conace en 2010 para suceder a María Teresa Chadwick como secretaria ejecutiva.

Hija del destacado siquiatra Ramón Florenzano y sin militancia política, Francisca apareció en Agustinas 1235 procedente de una carrera como académica e investigadora en la UC y fue ratificada en el servicio a principios de este año, después de una selección vía sistema de Alta Dirección Pública.

Desde entonces, la “señora del moñito” alcanzó notoriedad con la fiscalización a conductores ebrios transformándose en el rostro de la Tolerancia Cero y defendiendo con uñas y dientes el sistema que hoy tiene a medio mundo pasando las llaves antes de tomar alcohol.

Zarina anti copete

“Cuando era joven probé el alcohol y te puedo decir que hace más de diez años soy abstemia”, respondió sonriente hace sólo unas semanas en una entrevista realizada por el equipo del sitio Closer. Con esa declaración y la condena pública que ha hecho a personajes públicos que han sido sorprendidos conduciendo con alcohol -como a Johnny Herrera, por ejemplo-, ya se habla de la inquisidora del copete.

“Ha desvirtuado un poco el propósito original de la ley, que era desacoplar la costumbre de beber y conducir. Ella ha construido el perfil de una especie de ‘Zarina anti alcohol’. Bueno, es su rol, el de su institución, pero todo esto -la ley sobre todo- apunta a reducir el alcoholismo, no a impedir que se consuma”, dice Pepe Auth, uno de los miembros de la comisión de Transportes de la Cámara, donde se vio la ley.

En el ex Conace, incluso, se habla de una directora que dejó de lado los temas de prevención de drogas por impulsar la agenda cero alcohol. Tanto así, que en el servicio se comenta la molestia que ha provocado en la Comisión Nacional de Seguridad del Tránsito (Conaset), que lidera María Francisca Yáñez, por el alto protagonismo que ha tenido con el programa Control Cero Alcohol.

De hecho, su actual jefa de Gabinete y mano derecha en la institución, María José Rocha, es precisamente la ex coordinadora nacional del Programa Calles sin Alcohol de ese servicio. “Le ha funcionado tan bien que es el gran tema al que le ha sacado lustre, para ganar en posicionamiento mediático, el que le ha hecho muy bien, y para quedar bien con sus superiores ‘al frente’, en La Moneda”, dice una ex Conace.

En el Senda, además de su rol en esta ley, la ven como una persona difícil de llevar y, según algunos funcionarios del ex Conace, la gestión ha dejado harto que desear y ha perdido el posicionamiento que había alcanzado con sus planes de prevención de drogas.

A juicio de un ex miembro de esa repartición, “la estrategia anti alcohol le ha sido tan beneficiosa que ha descuidado mucho otras áreas de las que se tiene que ocupar el Senda”.

La opinión es compartida al interior de la institución, donde incluso sacan a colación la creación de una Comisión de Expertos para examinar el Noveno Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar en Chile -realizado por Adimark-, que reveló, entre otras cosas, un explosivo aumento del consumo de marihuana en escolares.

El comité, que encabeza la misma Florenzano, tiene como misión analizar sus resultados, revisar los aspectos conceptuales, instrumentos de medición y la incorporación de una nueva metodología. En el grupo destacan, entre otros, el doctor Enrique Paris, el senador UDI Jaime Orpis -como presidente del Directorio Honorario de Corporación La Esperanza- y el padre de la directora del Senda, Ramón Florenzano, actual jefe del Departamento de Psiquiatría del Hospital del Salvador.

Un comité que debe entregar estrategias nuevas en marzo de 2013 y que, según gente ligada al Senda, se armó para salvar el aumento en las cifras de consumo en escolares, el que subió 4,4 puntos porcentuales respecto de 2009 en alumnos entre octavo básico y cuarto medio.

En esa oportunidad, Florenzano dijo que la continuidad de los programas se vio interrumpida por las tomas y paros de colegios motivados por el movimiento estudiantil y a una visión país de mayor aceptación a la marihuana.

Alcotest ilegal

Hasta ahora por todos los frutos que ha cosechado con el modelo Tolerancia Cero al alcohol, en La Moneda ha sido bien evaluada, principalmente gracias a las cifras de baja de muertes en accidentes de tránsito que ha conseguido con el incremento de la fiscalización de carabineros. Sin embargo, aún están a la espera de un pronunciamiento de Contraloría que analiza si la toma de muestras en una ambulancia privada cumple con la normativa vigente.

La revisión de esta medida fue motivada una ex funcionaria del gobierno, la abogada Alejandra Tagle, quien se desempeñaba como asesora del ministerio de Interior y que renunció a la cartera cuando se negó a una alcoholemia que sería practicada al interior de una ambulancia del Senda después de un control de carabineros.

“Por mi trabajo estaba consciente que el procedimiento que utilizaban los programas ‘Calle sin Alcohol’ o ‘Control cero alcohol’ era ilegal, porque Senda no cuenta con facultades de fiscalización”, señaló Tagle hace unas semanas a El Mercurio.

La respuesta de Florenzano no se hizo esperar. Aparte de desmentir los dichos de Tagle, la directora del Senda lamentó que se haya “tratado de influir con sus credenciales para que no se le hiciera una alcoholemia” y la acusó de intentar “enlodar el programa ‘Control Cero Alcohol’ con tal de justificar una conducta errada que tuvo, y eso fue el utilizar su cargo para eludir el control”, dijo destemplada.

Esa ha sido una tónica en sus apariciones en los medios. Esta semana fue hacia el juez de garantía Patricio Souza, quien después de revisar el caso del ex futbolista Manuel Neira, detenido el domingo en la tarde tras chocar contra un poste y marcar 5.0 de alcohol en la sangre. “Está llamando mucho la atención a varios jueces que los alcotest estén arrojando altísimos niveles de alcohol… Es muy raro”, dijo este lunes, agregando que generaba una “duda con respecto a la fidelidad de los equipos”.

Florenzano, otra vez, salió a responder las críticas. “Este tipo de declaraciones a veces no ayudan porque más es lo que asustan o lo que pueden poner en tela de juicio que lo que aportan a seguir perfeccionando el sistema”, señaló aclarando los dichos del juez Souza.

Y las palabras de Souza tuvieron eco esa misma noche cuando se supo que la alcoholemia practicada por el Servicio Médico Legal de la actriz Daniela Ramírez, arrojó sólo 1,6 gramos en vez de los 3,39 que marcó el test inicial de Carabineros.

Antes de eso, Florenzano había condenado también el actuar de la actriz de “Los Archivos del Cardenal”, de la que dijo el pasado jueves que “seguramente estaba con sus capacidades severamente limitadas para conducir, en cuanto a su capacidad de reacción, de sus sentidos, de poder mantener el auto en la pista”, calculando su ingesta en 26 vasos para arriba, de cerveza o piscolas”.

Ni hablar de las palabras que tuvo para el arquero de la Universidad de Chile. “Siento que lo de Johnny Herrera es una vergüenza. Él ya tuvo un accidente y le quitó la vida a Macarena, y hay un tema que no puede ser descrito de otra manera, es feroz. Ayer estuve con la mamá de Macarena y ella siente que está volviendo a vivir un luto que no ha podido cerrar. Por otro lado, es una persona que cuando hace sus declaraciones, da la impresión de que siente que está por sobre la ley”, dijo en esa oportunidad.

Ahora, el conflicto de los alcotest ya se desató y varios expertos han dado señales de la diferencia que marcan ambos controles, para bien y para mal. Ayer, Carabineros anunció que ya no se harán públicos las mediciones de alcotest tras los cuestionamientos.

Por su parte, el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, señaló que la situación “debe ser controlada en las calles y para eso tenemos dos formas: o le pedimos a Carabineros que anden oliendo el hálito alcohólico a los conductores, o usamos el alcotest, que es un sistema que se usa en muchos países del mundo” y luego, la misma Florenzano aclaró ayer que la medición del alcotest es para “detectar las personas que en la calle lo más probable es que estén manejando bajo la influencia del alcohol o en estado de ebriedad”.

Con todo, y a la espera del resultado que arroje la alcoholemia de Manuel Neira, el programa estrella de la directora del Senda está en entredicho y con ello, todo el capital político y mediático que consiguió en estos meses con la Tolerancia Cero al alcohol.

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