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Mundo

4 de Noviembre de 2012

La presión de Donald Trump para no construir un parque eólico junto a sus nuevos campos de golf

Vía Cooking Ideas Vientos sostenidos revuelven los cabellos de Donald Trump con la que tiene montada en Escocia. El multimillonario estadounidense ha puesto toda la carne en el asador para impedir que el ministro principal escocés, Alex Salmond, continúe con un proyecto de construcción de un parque eólico en alta mar frente a sus futuros campos de golf […]

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Vía Cooking Ideas

Vientos sostenidos revuelven los cabellos de Donald Trump con la que tiene montada en Escocia. El multimillonario estadounidense ha puesto toda la carne en el asador para impedir que el ministro principal escocés, Alex Salmond, continúe con un proyecto de construcción de un parque eólico en alta mar frente a sus futuros campos de golf de lujo, cerca de la localidad de Menie.

Y lo ha hecho como mejor sabe: tirando de billetera y de manipulación mediática, publicando en varios periódicos británicos un anuncio a toda página donde muestra aerogeneradores rotos y oxidados bajo el título “Bienvenido a Escocia”.

El anuncio advertía: “Alex Salmond quiere construir 8.750 de estas monstruosidades”, pero resulta que la imagen utilizada es de un parque eólico en Hawai que se había construido en 1987 y había sido cerrado en 2006. El modelo de turbina es tan viejo que no existe absolutamente ninguna posibilidad de que alguna vez pudiera utilizarse en Escocia.

Scottish Renewabless, que representa a la industria de la energía renovable escocesa, se quejó a la Advertising Standards Authority (ASA), el regulador independiente de la publicidad en todos los medios británicos, diciendo que el anuncio era engañoso e inexacto.

El grupo empresarial Trump admitió que la fotografía no era de Escocia, pero era “ilustrativa” de lo que podría suceder si el gobierno sigue adelante con su política de energía renovable que amenaza con chafar su proyecto golfístico. El gobierno escocés además ha apuntado que su política para el año 2020 prevé un máximo de 5.645 turbinas en tierra y mar, muy por debajo de reclamo publicitario del grupo de la campaña, que las cifra en 8.750.

Donald Trump compró una gran parte de la finca frente a la que se asentará el parque eólico en 2006 y se propone la construcción de dos campos de 18 hoyos de golf, un hotel de 450 habitaciones, centro de conferencias y spa, 36 villas, 950 casas de vacaciones y desarrollos residenciales que comprenden 500 viviendas.

Los expertos en medio ambiente afirman que semejante proyecto tendría un grave impacto en el hábitat de un lugar de especial interés científico y natural, según el análisis de Patrimonio Natural Escocés. El anuncio de Trump también utiliza está afirmación de forma demagógica, proponiendo contactar con una asociación que han creado “para proteger el paisaje y la linea costera escocesa” de los aerogeneradores.

Por ahora, la ASA ha prohibido la campaña publicitaria y le ha comunicado al grupo empresarial que les mirarán con lupa para que no vuelvan a exagerar sus reclamaciones personales en futuros anuncios en la prensa británica. Mientras tanto, el proyecto urbanístico de Donald Trump sigue hacía delante, con los primeros movimientos de tierra.

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