Golborne pasa prueba de la blancura: la UDI se cuadra en el Congreso y ahora espera gesto público de Longueira

39 soldados, 39 jefes de campaña. Esa es la imagen que le dio la UDI ayer a su candidato presidencial, Laurence Golborne, entre un centenar de aplausos que le salieron a brindar ayer en patota a la entrada del Congreso.

Una bienvenida que tuvo improvisados gestos de un grupo de escolares pelusones que a eso de las dos de la tarde visitaba el Parlamento y que se selló con un almuerzo en el que la bancada completa de diputados más el senador Jovino Novoa le aseguraron un apoyo en bloque a su contienda contra el precandidato de RN, Andrés Allamand.

Con una carpeta con las 39 fichas de los diputados de la Unión Demócrata Independiente y un cuadro con el mensaje “Estamos bien con Golborne los 39”, similar a la réplica-souvenir del papel que supuestamente fue la prueba de vida de los mineros atrapados en la mina San José, los parlamentarios del partido de Jaime Guzmán le dieron el espaldarazo definitivo a su presidenciable.

Típico chileno

Aunque la ruta de Golborne como proclamado oficial de la UDI se aseguró el lunes en la noche -después del comité político de ese partido y pocas horas después del cambio de gabinete- ayer por la mañana fue el anuncio con bombos y platillos. “Quiero ser Presidente porque conozco la realidad de los chilenos”, dijo poco antes del mediodía en el Parque Forestal, reiterando el que se vislumbra será uno de los temas a los que apelará su campaña: su infancia en Maipú y su ascenso social debido al esfuerzo.

Esa precisamente es la característica que le gustó a la plana mayor de la UDI y que logró cuadrar a sus militantes tras el ex gerente general de Cencosud.

“Sin perjuicio de su carácter independiente, en su estilo y su forma de hablar recoge muy bien lo que es la esencia del compromiso popular de la UDI y el énfasis que pone justamente en ese mundo popular y en esa clase media, no solamente lo expresa, sino que él mismo es en su esencia lo que es la inmensa mayoría de los chilenos: un hombre de clase media”, dijo el timonel del partido, Patricio Melero, poco rato después del almuerzo de camaradería organizado en su favor.

En esa cita, Golborne agradeció el apoyo y se comprometió a reflejar los valores del partido en su campaña. Entremedio, fue interrumpido por el presidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade, quien cruzó el pasillo para saludar y darle un abrazo al ahora sí candidato, al momento en que le deseó suerte sólo para las primarias y primera vuelta presidencial.

Al terminar, se despidió con sendos abrazos y besos a las diputadas presentes en el almuerzo y luego, afuera del parlamento recibiendo otros improvisados saludos de unas alumnas del colegio Everest que visitaban el Congreso, las que se amontonaron para fotografiarse con él y hasta entonaron un tímido “Se siente, se siente, Golborne presidente”.

El factor Longueira

Más allá del apoyo público que recibió de los parlamentarios UDI, el mismo Golborne se encargó de aclarar ayer lo que hasta ahora era una incógnita en la campaña: el apoyo del ministro de Economía y uno de los que golpean la mesa en la UDI, Pablo Longueira.

“También mencionar el apoyo de mi colega y amigo, Pablo Longueira, quien durante todos los meses que hemos conversado cómo abordar el desafío, ha estado conmigo, me ha apoyado y me ha dado todas las facilidades para afrontar este desafío”, dijo ayer el candidato.

La directiva de la UDI, a la luz del cambio de gabinete, le habría pedido formalmente al ex senador por Santiago Oriente que le brindara un espaldarazo a la postura de Golborne. El gesto, a decir de las palabras del ex ministro de Obras Públicas, se habría dado en privado y se esperaría que se hiciera público el próximo 16 de noviembre, en el consejo ampliado del partido de calle Suecia.

Esto sería lo último para abrochar el apoyo del partido completo a la candidatura de Golborne -a lo que se le suma el apoyo mostrado ayer por parte de la Juventud de Renovación Nacional- el que a juicio de Melero, a pesar de ser independiente les da “plena garantía de su forma de ver la sociedad y las políticas que quiere llevar adelante”.