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Nacional

30 de Noviembre de 2012

Detectan alto nivel de mercurio en agua destinada al consumo de los cerdos de Agrosuper en Freirina

En mayo la PDI tomó muestras de suelo y líquidos en la planta de Agrosuper en Freirina. Los análisis fueron entregados en septiembre a la fiscalía: la muestra del agua que consumen los cerdos sobrepasa en un 1.760% el nivel de mercurio permitido. Agrosuper fue autorizada a utilizar agua del río Huasco, que recibe residuos de faenas mineras, pero no se le exigió instalar una planta de potabilización. Fiscalía ordenó tomar nuevas muestras y especialistas proponen hacer un “análisis de riesgo” para determinar si la carne de los animales puede afectar a los consumidores.

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Reportaje de Ciper Chile

A las 15:30 del pasado 23 de mayo una pequeña caravana de vehículos policiales cruzó los portones de las dependencias de la empresa Agrosuper en el sector Bodeguillas, a la altura del kilómetro 18 de la ruta que une Vallenar con Freirina. La columna estaba compuesta por un vehículo de la Brigada Investigadora de Delitos contra el Medio Ambiente (Bidema) de la PDI, dos carros de la Brigada de Investigación Criminal (Bicrim) de la PDI de Vallenar y carabineros de Freirina. Casi cuatro horas más tarde, a las 19:23, los efectivos se retiraron. Llevaban cinco muestras de suelo y cuatro de líquidos extraídas de las instalaciones de Agrosuper, donde las heces de miles de cerdos se acumulaban, liberando los gases de la descomposición del excremento. La zona era un infierno nauseabundo e irrespirable. Y así quedó descrito en el Informe Policial Nº 586 de la Bidema, destinado a la Fiscalía Local de Freirina, que dio cuenta de las diligencias realizadas en esa jornada.

Dos oficiales de la Bidema, junto a un perito medioambiental de la PDI, ya habían intentado ingresar a las instalaciones de Agrosuper al mediodía de ese mismo miércoles 23 de mayo. El fiscal Jorge Hernández Ángel les había ordenado constatar el estado de la planta, el origen y las responsabilidades por los malos olores y por la legión de moscas que trastornaban a los habitantes de Freirina, una comuna agrícola ubicada al poniente de Vallenar, en la Región de Atacama.

El abogado de la empresa, Marcelo Castillo Sánchez, le impidió el paso a esa primera comitiva policial. Tal como lo señala el citado informe de la Bidema, Castillo alegó que tanto el inspector a cargo del grupo, Jaime Pérez Aguilera, como la subprefecto que le acompañaba, Nayadet Urra Mena, “con anterioridad habían desarrollado otras investigaciones relacionadas con la empresa Agrosuper, indicando que las conclusiones de esas indagatorias habían sido tendenciosas en contra de la compañía”. Castillo recusó la presencia del inspector Pérez y de la subprefecto Urra en el equipo investigador. Los policías debieron retirarse.

La negativa del abogado obligó al inspector Pérez a recurrir nuevamente al fiscal Hernández, quien con urgencia consiguió que el juez de garantía de Freirina, Daniel Herrera Marín, extendiera una “Orden de Entrada y Registro” vigente por 24 horas. Sólo así, con auxilio de la fuerza pública, la Bidema pudo quebrar la oposición de Agrosuper al ingreso de los peritos y constató que los excrementos de los cerdos habían colapsado uno de los estanques donde las aguas con heces (denominadas “purines”) debían ser tratadas, contaminando el suelo. Además, comprobaron que la empresa había regado alrededor de 80 hectáreas con aguas con excrementos, oscuras, espesas y pestilentes, porque vació los reactores (estanques donde este líquido debía ser tratado y purificado) a objeto de repararlos.

La orden extendida por el juez Herrera permitió a los efectivos de la Bidema constatar que en la planta operaban tractores y maquinaria pesada que pretendía cubrir con tierra las huellas del riego con aguas servidas y contener el derrame de purines. También facilitó que el perito medioambiental José Gárate Lagos tomara las ya mencionadas cinco muestras de suelo y cuatro muestras de líquido.

Tendrían que pasar tres meses para que una de las cuatro muestras de líquidos encendiera las alarmas en la Fiscalía de Freirina. El 8 de septiembre pasado, el inspector Pérez entregó al fiscal Hernández las 76 páginas de su Informe Nº 586, acompañado de dos gruesos tomos de anexos, donde figura también un informe reservado firmado por el perito Gárate. En ese extenso caudal de datos, gráficos, cuadros, fotografías, análisis y estudios, un antecedente resaltó ante los ojos del fiscal: la tercera muestra de líquidos, correspondiente a agua destinada a dar de beber a los cerdos en uno de los planteles de engorda, presenta una concentración de mercurio (metal pesado calificado como posible agente carcinógeno), que supera en 1.760% el límite permitido por la norma chilena (NCh 409/1 Of. 2005) para el agua potable.

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