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Poder

18 de Diciembre de 2012

Los Ossandón Larraín se sacan los ojos en demanda por demencia a uno de los miembros del clan

Manuel Ossandón Larraín intenta declarar interdicta a su hermana María Soledad para de esa manera tratar de recuperar un patrimonio de US$ 200 millones que, asegura, su hermano Bernardo le arrebató mediante engaños. La mujer, a través de sus abogados asegura que Manuel siempre ha vivido a expensas de la familia y que nunca ayudó a incrementar el patrimonio. Además, para demostrar que no tiene ningún problema de salud mental, los profesionales revelan detalles de su vida personal y critican al recurrente, que a su juicio sólo se mueve por “el lucro, el puro y duro lucro. Nada más”. La teleserie de estos millonarios ligados al Opus Dei sigue su curso.

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El pasado 5 de diciembre el Tercer Tribunal Civil de Santiago, recibió la contestación a la demanda interpuesta el mes pasado por Manuel Ossandón Larraín para que la justicia declare “interdicta por demencia” a su hermana María Soledad, en el marco de un litigio que mantiene con su hermano Bernardo, a quien acusa de estafarlo con su parte de la fortuna ascendiente a 200 millones de dólares.

Las expresiones que constan en documento al que accedió The Clinic Online, apuntan a desacreditar la versión de Manuel Ossandón Larraín quien acusa que su hermana carece de las facultades mentales para administrar su parte de la herencia dejada por el político y empresario –también su abuelo- Bernardo Larraín Vial.

La defensa de María Soledad Ossandón Larraín contraatacó duro desde la página dos de la contestación: “¿Cómo entender que alguien realmente interesado en el bienestar de una hermana, sólo pida su interdicción para insinuar quedarse él con la administración de sus bienes, señalando expresamente que sólo el cuidado personal de ella debe ser entregado a sus padres, a quienes desacredita injustificadamente con tal codiciosa finalidad?”.

La respuesta que los Ossandón Larraín entregan a través de sus abogados es precisa y concisa: “No existe ningún afán proteccionista, ni altruista (de Manuel) ni menos un imperativo moral, sino sólo lucro, el puro y duro lucro. Nada más”.

Hace un par de semanas el Servicio de Impuestos Internos (SII) le ordenó a Bernardo Ossandón Larraín, en su calidad de representante de la sociedad Panameña Real State Golden Investment (RSGI) –que tiene un espejo en el paraíso fiscal de la Islas Vírgenes- pagar la suma de 220 millones de dólares (http://www.theclinic.cl/2012/12/03/sii-ordena-pagar-220-millones-de-dolares-al-clan-ossandon-larrain-por-evadir-el-pago-de-impuestos-a-la-renta/) por evasión de impuestos, tal como lo reveló este diario.

Chupasangre

Según revela el documento, Manuel Ossandón Larraín quiere “lucrar a costa de dicho con el dolor y presión indebidas, pretendiendo que su familia acceda a otorgarle sus injustificadas y codiciosas pretensiones pecuniarias”.

Hay que recordar que Bernardo Ossandón Larraín también está querellado en la Fiscalía Centro Norte por su hermano Manuel, por los delitos de estafa y apropiación indebida” junto a los abogados Rodrigo Ruiz Tagle y Marko Jürgensen, quienes crearon la reorganización tributaria que cuestionó el SII. Paralelamente el tata fisco aún mantiene abierta una investigación por delito tributario en contra de este clan, ligado a la elite empresarial, religiosa y política.

Otro acápite de la presentación asegura que luego de que Manuel volviera de Estados Unidos, a mediados de los 2000, país donde estudio y trató de hacer negocios que no prosperaron cambió su manera de ser.

“Como su padre Gabriel Ossandón Valdés le pidió las explicaciones del caso (el mal negocio inmobiliario en Miami) Manuel optó por regresar al país, procediendo luego -con un desparpajo intolerable- a conminar a su madre, doña María Soledad Larraín Troncoso, para que le hiciera entrega de su parte, argumentándole que no estaba dispuesto a esperar que ella falleciera y tener la plata, ya que podría vivir hasta los 95 años, como había ocurrido con el abuelo (Bernardo Larraín Vial)”, se lee en la acción legal.

En esa línea, los padres aseguran que Manuel “carece de toda legitimación moral”, ya que no ha “cooperado a la formación, mantención e incremento del patrimonio familiar… y que sin perjuicio de lo cual había vivido toda la vida a expensas de su familia”.

Se quejan al mismo tiempo de la “profusa difusión” que el caso ha tenido en la prensa “de estos sensibles y delicados antecedentes”.

La deportista

Los abogados defienden la normal vida social de María Soledad Ossandón Larraín, para establecer que más allá de los problemas de salud que ha enfrentado desde su infancia, puede administrar sus bienes sin problemas.

Prueba de ello, sostienen, cuenta con varias amigas y participa en la congregación Schöenstatt. “Como podrá visualizar Su Señoría, la labor que ha desempeñado María Soledad en este movimiento religioso de educadores de la fe, le ha exigido comprender y ponderar el sentido de la religiosidad y de cómo se vive conforme a ella”. Además, revelan, es deportista, ya que hace más de 10 años practica pilates, “sistema de entrenamiento físico y mental que se basa en la conjunción de distintas especialidades”.

Un punto importante de esta familia es que crearon una “fundación educacional” -llamada BLV- en las Islas Vírgenes que dejará todo el patrimonio al Opus Dei si es que ninguno de los miembros del clan queda con vida.

María Soledad Ossandón Larraín tuvo un pololo, Juan Francisco. La relación se lee en la contestación a la demanda, duró cuatro años, pero terminó porque este último manifestó “sus intenciones de casarse”, hecho que por cierto le abría la puerta de entrada a los bienes del clan y sus influencias. “Hoy luego del quiebre, Juan Francisco… se encuentra felizmente casado y ha formado su propia familia”. Es decir, no es un mal hombre, después de todo. Actualmente mantiene una relación, asegura el escrito con “Gabriel Ruiz Tagle”.

Chofer a la puerta

En la misma línea argumental, los abogados de María Soledad Ossandón Larraín explican que la mujer ha tenido una destacada vida laboral: “tiene absoluta independencia y control sobre sus ingresos, gastos y costos… asimismo mantiene una cartera diversificada de fondos mutuos en la corredora de bolsa Larraín Vial”. Y no tiene Dicom.

Su hermano Manuel cree lo contrario: “Como forma de contactarla con el mundo, concurre a la oficina de corredores de propiedades de mi padre, Ossandón Propiedades, en forma más o menos habitual, llevada por el chofer de la casa, en donde normalmente juega con el computador…”.

Actualmente, el patrimonio de los Ossandón Larraín suma más de 1.000 millones de dólares.

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