Raúl Soto: “El aniversario de Harald Beyer debería ser celebrado con su salida del ministerio”

Raúl Soto anda con sueño. El miércoles, después de Navidad, el Consejo Nacional de Educación anunció el cierre de la Universidad del Mar, dejando a 18 mil estudiantes sin universidad y sin solución clara, según ha dicho la CONFECH.

Soto, estudiante de tercer año de Kinesiología, pide que el ministerio de Educación se haga responsable, dice que la reubicación es una garantía y no una solución y que el problema de la del Mar no se resuelve traspasándose la universidad entre privados, sino que cambiando el paradigma que se tiene de la educación.

“La universidad está ad portas del cierre y como comunidad está desolada. Hay un estado de incertidumbre que se agudiza cada vez que el ministerio nos entrega una noticia, y lo más preocupante es que de todas las intervenciones públicas que ha tenido el ministro respecto a nuestra universidad, ninguna ha sido positiva. Ahora nos piden tranquilidad, pero ¿cómo estar tranquilos si nuestra casa de estudios se está cerrando?” pregunta Raúl.

¿Qué esperaban ustedes como estudiantes de la U. del Mar respecto a la resolución del CNED?
Esperábamos que se respetaran las garantías que se habían planteado en el último congreso de federación. Allí se establecieron alrededor de seis garantías que parten desde la misma solución que nos dan ellos, la que nosotros vemos como garantía básica: la reubicación. Y la reubicación debe ser garantizada en una universidad estatal y no privada, para que no nos vuelva a suceder lo que pasó acá.

¿Qué debería asegurarse con la reubicación?
Para que la reubicación sea viable se desprenden una serie de subgarantías. Por ejemplo respeto al avance curricular, la eliminación de la deuda histórica, que se respete el sistema de financiamiento que tenemos con la U. del Mar. Si yo pago 100 mil pesos, y me trasladan a una universidad que el arancel es más caro, y yo pago 100 porque tengo un crédito, ¿me van a respetar ese crédito en la otra universidad?

El ministro Harald Beyer dijo ayer que la idea era respetar el avance curricular de los estudiantes para no sobreendeudarlos.
Pero él, ¿cómo lo garantiza? Beyer puede tener la intención de hacerlo, no tiene nada firmado. Él dijo que tenía un plan de trabajo exhaustivo que se había hecho a fondo y todas sus intervenciones demuestran que no es así, que sigue siendo tan irresponsable como lo ha sido desde un principio.

El ministro también mencionó que habrían consejos regionales para ver qué pasaba con cada estudiante. ¿Qué te parece eso?
Pésimo. Pésimo, no porque queramos soluciones, sino que pésimo porque él planteó también que iban a reubicar tanto en universidades privadas como en estatales. Y yo creo que las estatales en su mayoría van a cerrar las puertas y nos van a dar soluciones de manera selectiva. Van a desmembrar la comunidad de la Universidad del Mar quitándole la opción de volver a levantarse como movimiento estudiantil. En este minuto no estamos dispuestos a salir de manera parcial de la crisis si estamos sumidos colectivamente en ella. Las soluciones selectivas no nos sirven.

¿A qué te refieres cuando hablas de “soluciones selectivas”?
Ese término lo acuñan miembros del CRUCH que nos dicen que no tienen la capacidad de dar una solución íntegra, pero sí de dar soluciones selectivas. Yo creo que con eso se refieren al rendimiento académico, al puntaje PSU, cosas que nosotros cuestionamos desde su nacimiento, porque son pruebas estandarizadas que funcionan como un filtro que aumenta la brecha existente entre la gente que tiene la capacidad de optar a una educación subvencionada o particular pagada versus la gente que no tiene los recursos necesarios para optar a ese tipo de educación.

Ustedes han hablado 18 mil estudiantes, pero ¿qué pasa con los funcionarios y docentes de la universidad?
Creemos necesario que ellos sean actores principales de esta movilización. Me gustaría ver en la calle a los trabajadores y los funcionarios y los docentes porque nosotros estamos trabajando para ser sacados adelante como comunidad. Tenemos una mochila de 18 mil estudiantes más 4 mil trabajadores y sus familias. Es pesado, pero ese peso se equilibra cuando la correlación de fuerzas se demuestra en la calle, en la movilización.

¿Se ha planteado alguna solución para ellos?
No, para ellos sólo hay cesantía e indemnizaciones. Yo creo que el sindicato que pelea por ver cómo sale mejor despedido el trabajador no es sindicato. Yo creo que acá hay que velar por la estabilidad laboral de la gente. Y si hacemos una simbiosis con los tres estamentos, vamos a poder sacar una bandera de lucha más fuerte.

¿De no cerrarse la U. del Mar, la compra por parte de la Iglesia Evangélica u otro privado es una solución?
No, porque creemos que la solución no está en traspasarse el problema entre privados.  Nosotros no queremos que nuestros compañeros de otras universidades pasen por lo que estamos pasando nosotros. La solución está en aumentar la responsabilidad estatal y darnos garantías de que se va a sentar un verdadero precedente y el modelo de educación no va a continuar beneficiando a la gente que lucra con la educación.

Una solución que beneficie a los afectados, como pasó con La Polar.
Qué burdo establecer ese tipo de comparaciones entre una tienda del retail y una universidad, pero el escenario da pa hacerlo. El paradigma de universidad/empresa no debe existir. La educación es el enriquecimiento interpersonal a partir de conocimientos preexistentes. Debiéramos pensar un modelo basado en una educación holística, abierta, que nos permita enriquecer a la sociedad en su conjunto y no entregar solo los conocimientos sesgados de una competencia profesional que no propende a la apertura de la mente de las personas.

¿Qué salida le ven a este conflicto?
Primero, la solución no debe ser impuesta, debe ser trabajada y sociabilizada por las partes. Necesitamos una mesa de trabajo de carácter resolutivo que nos permita plasmar en una instancia abierta las garantías que te menciono, y ojalá hacerlas públicas. Creo que es importante que la gente sepa que no estamos peleando por inalcanzables, estamos peleando por condiciones mínimas.

¿Qué pasa con la gente que ya está titulada en la u del mar, cuánto vale ese título?
Aquí existe un perjuicio y una estigmatización con el estudiante de la Universidad del Mar. Si vas a hacer una crítica a la institución, veamos primero quiénes son los docentes que se desempeñan acá. Son los mismos de las universidades estatales. Ahora, si se va a hacer una crítica, hagamos una crítica a la educación chilena, donde encontramos universidades estatales que lucran y universidades privadas que mantienen el mismo sistema de funcionamiento. El estigma se va a quitar cuando el Estado se haga responsable del prejuicio que ha provocado en la educación y se haga responsable de la solución. Cuando tome el control y administración de las universidades, estatizándolas o promoviendo algún otro sistema que aumente las responsabilidad del Estado.

¿Harald Beyer debería renunciar?
Estamos ad portas de un aniversario de su mandato. El aniversario de Harald Beyer debería ser celebrado con su salida del ministerio