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Mundo

3 de Febrero de 2013

El hombre que transportó su cráneo en una caja

Lee Charie, británico de 32 años, no recuerda haberse caído de un balcón en Tailandia. Cuando se despertó, le habían quitado parte de su cráneo. Los médicos en Tailandia le había cortado una parte para aliviar la presión que se acumula en el cerebro. Entonces, Lee llevó esta pieza de cráneo hasta casa en una […]

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Lee Charie, británico de 32 años, no recuerda haberse caído de un balcón en Tailandia. Cuando se despertó, le habían quitado parte de su cráneo. Los médicos en Tailandia le había cortado una parte para aliviar la presión que se acumula en el cerebro. Entonces, Lee llevó esta pieza de cráneo hasta casa en una caja de poliestireno, con la esperanza de que los cirujanos del Reino Unido fueran capaces de utilizarlo para reconstruir su cabeza.

Lee se encontraba de vacaciones en la isla de Koh Tao cuando se lesionó. Sus recuerdos del imprevisto son confusos, pero su padre enseguida voló cuando el accidente tuvo lugar en diciembre. A Peter Charie le dijeron que su hijo se había caído de una altura de más de 7 metros y que estaba inconsciente cuando le encontraron.

Finalmente, Lee Charie pasó un mes recuperándose en hospitales de Tailandia, antes de su vuelo de vuelta a casa, en el Reino Unido, acompañado de médicos. Su padre fue quien llevó el cráneo seccionado que los doctores le habían retirado. “No tuve ningún problema en pasar el control de aduana y de seguridad”, dijo.

Bajo presión

Lee Charie está aún recuperándose en un hospital de Reino Unido, donde está siendo sometido a fisioterapia, exámenes médicos y ayuda para su dolor. Cuando se dio cuenta de que le habían quitado parte de su cráneo, dice, no paró de llorar durante dos semanas. Pero cuenta que se siente incluso abrumado por todo el apoyo de sus familiares y amigos, algunos de los cuales están organizando un evento para recaudar fondos para ayudarle a él y a otros que puedan estar en su misma situación.

El neurocirujano Colin Shieff dice que cuando el cerebro se lesiona, la hinchazón puede empujarlo contra la estructura ósea que lo protege. “El cerebro no funciona bajo presión. Es más seguro y puede garantizar una mejor recuperación si no existe presión”, dice y añade: “Es como si usted tiene un esguince en el tobillo, lo primero que hace es aflojar los cordones del zapato. Puede parecer peor pero ayuda”. A veces, la inflamación es lo suficientemente suave como para curarse por sí misma. Pero en otros casos, los medicamentos pueden ayudar a reducirla y controlarla, dice el doctor Shieff.

Pero en algunas situaciones, a menos que se quite una parte del cráneo, la presión puede dañar el cerebro. El doctor Shieff es miembro del consejo de Headway, una asociación de lesiones cerebrales. Dice que el cráneo en su totalidad, en cuanto a su función diaria se refiere, no es esencial. “Hay mucha gente con defectos craneales que siguen con sus vidas”. Es aconsejable que algunas de estas personas con defectos en su estructura ósea lleven un casco protector para proteger el cerebro frente a una posible lesión, que es el mayor riesgo para estas personas.

De hecho, los cirujanos han operado el cráneo durante muchos años. Se han dado casos desde incluso los incas, aztecas y antiguos egipcios de personas que han sobrevivido durante un tiempo con agujeros hechos deliberadamente en sus cráneos, según Colin Shieff.

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