Caso SII: la indecisión de Piñera que complica al oficialismo

El 2011 partió mal para el Presidente Sebastián Piñera. A comienzos de ese año se filtró el audio de una reunión de la entonces Intendenta de la Región del Bío Bío, Jacqueline van Rysselberghe con los vecinos de la población Aurora de Chile en la que la autoridad aseguraba haber “usado” el tema del terremoto para construir más viviendas de las necesarias.

La polémica se instaló en pleno periodo estival y contra todo pronóstico el jefe de Estado dilató una y otra vez la decisión de pedir la renuncia a la militante UDI. Finalmente lo hizo en abril de ese año luego de que lejos de aplacarse la polémica terminara por dañar también a la ex ministra de Vivienda, Magdalena Matte.

A dos años de la seguidilla de errores, nada ha cambiado en La Moneda. Así al menos lo aseguran fuentes de la UDI y RN que temen que tal como en 2011, el Ejecutivo continúe sin reafirmar ni sacar a una autoridad cuestionada, en este caso el director de Impuestos Internos, Julio Pereira. “Nos exponemos a estar dando explicaciones todos los días, no es sano. Esa historia ya la conocemos”, aseveró una alta fuente de Renovación Nacional que afirmó que informalmente se ha tratado el asunto con la premisa de “no tener otro veranito a lo Van Rysselberghe”. En la UDI, en tanto, se ha instalado la idea de no intervenir explícitamente en el asunto para no atizar la polémica.

Por lo mismo, el jefe de bancada, Gustavo Hasbún, precisó que si bien el Gobierno debe aprender de los errores, los partidos también deben sacar lecciones. “Lo mejor hoy es quedarse callado. Hay que aprender que estamos hablando de decisiones del Presidente y no podemos caer en el juego de la Concertación. Hay que tener calma, porque el Presidente ya dio señales de lo que piensa, pero también dejó claro que no puede crucificar a una persona sin tener todos los antecedentes. Sacar a una persona de su cargo porque alguien cree que puede existir un conflicto de interés es como si la presunción de inocencia no existiera”, aseveró.

En esta línea agregó que “ni RN ni la UDI pueden co gobernar con el Presidente imponiendo quién se va y quién se queda”.

Desde La Moneda insisten en que Piñera esperará a todo evento la resolución de Contraloría prevista para fines de febrero, en especial para evitar una nueva confrontación con el presidente de RN, Carlos Larraín y con el ala dura de la UDI que es donde Pereira concentra su respaldo político.

Sin embargo, para los más pragmáticos las acusaciones de conflictos de intereses en los que se ha visto envuelto el también empresario y que son indagados por la Contraloría, y las críticas explícitas que hizo Piñera a su gestión hacen impensable que permanezca en el cargo. Es el caso del vicepresidente de RN, José Manuel Ossandón quien habló de que Pereira es ya un “hombre muerto caminando” y corresponde que el gobernante opte por destituirlo.

Pese a ello, en Hacienda aún no dan por perdido a Pereira. Ayer el ministro (s) Julio Dittborn dijo que “el Presidente ha dicho lo que ha dicho. Luego ha dicho que debemos esperar el informe de la Contraloría, que según el contralor será emitido a fines de febrero y en ese momento de acuerdo al tenor de ese informe él ha dicho que tomará una decisión”.

En esta línea agregó que “un gobierno justo quiere tomar en cuenta todos los antecedentes posibles antes de tomar una decisión, sobre todo si esta afecta a una persona. Me parece muy justo la decisión que el Presidente ha tomado en este caso de esperar y conocer todos los antecedentes con calma, no presionado por la opinión pública, no presionado por nadie y luego tomar una decisión con esos antecedentes a la vista”.