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Cultura

19 de Febrero de 2013

“35 muertos”, la última novela sobre la violencia en Colombia

Escrita con elementos de novela histórica, relato de aventuras, autoficción y thriller, “35 muertos”, última novela del escritor colombiano Sergio Álvarez, recrea la Colombia de finales del siglo XX y su relación con la violencia, ya convertida en “un hecho cotidiano”. Álvarez, en una entrevista concedida a Efe, asegura que con este libro ha “exorcizado” […]

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Escrita con elementos de novela histórica, relato de aventuras, autoficción y thriller, “35 muertos”, última novela del escritor colombiano Sergio Álvarez, recrea la Colombia de finales del siglo XX y su relación con la violencia, ya convertida en “un hecho cotidiano”.

Álvarez, en una entrevista concedida a Efe, asegura que con este libro ha “exorcizado” su relación con el miedo y la violencia, y en la novela se sirve de un perdedor y sus desventuras, así como de decenas de personajes que se cruzan en su camino.

“35 muertos” (Alfaguara) nace, confiesa Álvarez, de una idea: “en Colombia, desde que naces te cruzas con la muerte permanentemente, en las noticias, en tu barrio, en tu familia, hasta el punto de que, sin darte cuenta, acabas interiorizando la muerte como una cosa cotidiana”.

El crimen, el asesinato y la violencia acaban siendo naturales y el libro es “un proceso de exorcismo y de ver todo eso con perspectiva”, al tiempo que coloca al lector “frente a un espejo muy crudo”.

La novela combate, además, la poca costumbre a la introspección que hay en las sociedades hispanoamericanas, subraya Álvarez, quien asegura que el libro no exagera, e incluso suaviza algunas circunstancias.

También ve verosímil a su narrador: “Cada vez que te encuentras con alguien, te cuenta su vida, y es fácil encontrar gente que ha pasado mil peripecias”.

En un país en el que hay tres millones de desplazados, que empiezan a migrar desde la niñez, es fácil, añade, encontrar personas que se buscan la vida cómo y dónde sea, “gente que se alista en el Ejército, en la guerrilla, en los ‘para’, que montan un negocio, todo por sobrevivir, no necesariamente por que tengan una ideología”.

La situación de Colombia, opina el escritor, es la constatación del “fracaso del Estado, su insolvencia para resolver los problemas” y por esa razón el pueblo trata de evitar al Estado al máximo.

Tras el éxito de sus dos primeras novelas, “La lectora” (2001) y “Mapamá” (2006), Sergio Álvarez dedicó los últimos cuatro años a viajar por los lugares más recónditos de Colombia para “escuchar a la gente de la calle”, un ejercicio con el que ha querido “reivindicar esa oralidad” tan importante en Latinoamérica.

“35 muertos” es además un retrato negro sobre blanco de Colombia, un país, recuerda, en el que “más de 400.000 personas han sido asesinadas en los últimos 15 años de violencia; en el que el nivel de pobreza es del 67 %; con una desigualdad social mayor que Brasil”.

Sin embargo, en las encuestas de felicidad, “Colombia aparece siempre entre los cinco primeros lugares”, lo que evidencia una incontestable “esquizofrenia”.

La música juega un papel importante en la novela, no en vano, Álvarez considera que “la memoria sentimental, afectiva e histórica de sociedades como Colombia se construye a partir de la música, que marcaba hitos de sus propias vidas”.

De ahí que el autor construyera una suerte de estructura a partir de los versos de las canciones, un homenaje, en definitiva a la música, pues, según constata, “la música es el único espacio en el que América Latina ha encontrado una armonía, que la sociedad no ha conseguido construir”.

Ni siquiera la lengua, el español, ha conseguido esa armonía: “La forma con la que nos relacionamos con la lengua sigue siendo conflictiva y no hemos conseguido una cultura con la lengua, y por eso sigue habiendo grandes porcentajes de población que no leen”

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