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Nacional

25 de Marzo de 2013

La agenda del movimiento estudiantil tras la acusación a Beyer y el aterrizaje de Bachelet

Con la acusación constitucional contra el ministro Harald Beyer en la discusión pública, los estudiantes adelantaron su agenda para incidir en el escenario electoral del 2013 y presionar al gobierno y los candidatos a asumir postura frente al lucro y la gratuidad en la educación. A la espera de la llegada de Bachelet, vislumbran un escenario de marchas hasta -por lo menos- el 21 de mayo y aspiran a presionar en la calle un pronunciamiento de los candidatos.

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Fue el mismo Harald Beyer, con su intervención en la Universidad del Mar, el que adelantó la agenda. Eso dicen los dirigentes del movimiento estudiantil al referirse al escenario que los volvió a poner en pauta la semana pasada tras la acusación constitucional contra el Ministro de Educación y el posterior peloteo de opiniones al interior de la coalición que espera a la ex directora de ONU Mujeres.

Un escenario proyectado desde fines del año pasado para incidir en el debate electoral de 2013 y que ahora promete revivir las marchas multitudinarias contra el lucro en la educación, justo en medio del aterrizaje de Michelle Bachelet a la carrera presidencial.

El adelanto con la U. del Mar

Entre los estudiantes sabían que después de un 2012 sin grandes aglomeraciones, con el debate instalado en el parlamento y solo reactivado por la fiscalía tras las detenciones al ex presidente de la CNA y dos dueños de universidades privadas cuestionadas, este año debían reinstalar el tema en la discusión pública.

Siendo una de las materias obligadas a contestar por cualquier candidato presidencial, el empujón lo trajo la actuación de Beyer a fines del año pasado. Entre los universitarios, el análisis fue que se comenzó a abrir una nueva veta crítica hacia el titular del Mineduc al intentar “lavarse la boca” con su intervención en la Universidad del Mar y el caso CNA sin hacer nada concreto y desconociendo el lucro de manera directa, como en el informe final de retiro de personalidad jurídica de la U. del Mar.

“A fines del año pasado el Confech empezó a amasar esta idea, después del caso CNA, del caso Universidad del Mar, cuando empieza a generar la idea de que no se estaba haciendo cargo. En ese momento nos dimos cuenta del abandono de deberes. Lo comentamos y la Concertación no lo pescó, sólo algunos diputados principalmente los que levantaron la comisión investigadora. Pero el grueso no los pescó mucho, hasta ahora”, cuenta un ex dirigente.

Ante eso, la crítica de los universitarios comenzó a hacer un efecto bola de nieve al ver la improvisación con la que se trató el cierre de la universidad, algo que se confirmó este mes con la salida de la interventora nombrada por el Mineduc, Nury Pedrals, y la compleja reintegración de alumnos de ese plantel a otras universidades.

“El tema de la Universidad del Mar fue lo que rebalsó el vaso. El ministerio se desvinculó de su responsabilidad y dejó a muchos compañeros a la deriva. El conflicto sabíamos que estaría, pero nos parece muy inapropiado lo que ocurrió porque podría repetirse con otras universidades privadas que están siendo investigadas. Eso nos ayudó a adelantar las críticas con más fuerza”, cuenta un dirigente de una univesidad de Valparaiso.

Bajo este escenario, los estudiantes se sumaron con un apoyo a la acusación constitucional y lejos de la discusión posterior que se dio entre parlamentarios de la misma Concertación, lograron uno de sus primeros objetivos del 2013: tomar distancia del empate político y desmarcarse de cualquier partido con miras al calendario de movilizaciones.

“Esa imagen deja en muy buen pie al movimiento por la educación porque permite resituar un problema que la clase dirigente y los medios de comunicación estaban tratando de pasar para preocuparnos únicamente de la fiesta electoral”, dice Francisco Figueroa, ex vicepresidente Fech.

Las marchas y el arribo de Bachelet

Con el empujón de la acusación constitucional a Beyer, el calendario de moviliaciones tomó un color más intenso del que tenían programado los propios estudiantes. Con miras a la primera gran marcha, convocada para el 11 de abril, los estudiantes aspiran a tener un escenario de discusión política y técnica que pase por el rol que lleva adelante el ministerio de Educación, la posición frente al lucro de los parlamentarios en un año electoral y el aterrizaje de Michelle Bachelet.

Esta semana, incluso, ya hay una convocatoria para marchar -el jueves 28- de los universitarios privados, estafados por el crédito Corfo y la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces). Más allá de la convocatoria que logren en víspera de semana santa, la marcha será un día antes de la conmemoración del día del Joven Combatiente y podría realizarse un día después del arribo de la ex presidenta Bachelet a Chile.

La intención es, con una semana política agitada tras la llegada de la futura pre candidata del bloque PS-PPD, prolongar la discusión en el parlamento y llegar al 11 de abril con la acusación discutida o votada y la carrera presidencial ya completamente desatada.

“Para nosotros es muy importante la acusación constitucional para que la oposición pueda responder. Si hoy la oposición no es capaz, eso claramente va a cimentar de mala manera lo que ocurra con los precandidatos presidenciales, independiente de si es Bachelet o no”, dice Mario Domínguez, dirigente de la Feuv.

De esa forma el movimiento estudiantil podría generar un reimpulso con miras a la discusión electoral y tendría, junto con otras organizaciones y movimientos sociales, una proyección para dos nuevas fechas emblemáticas de movilización: el 1º y 21 de mayo, día del trabajador y de la cuenta presidencial anual, respectivamente.

A estas movilizaciones, las Juventudes Comunistas no van a estar excentas a pesar de las conversaciones con la Concertación por cupos parlamentarios y la definición de un programa de gobierno, anuncian que seguirán manifestándose en la calle.

“El debate programático debe darse acompañado de un proceso de movilización social. Creo que los estudiantes, trabajadores y pobladores perderíamos una gran oportunidad si es que decidimos sumarnos a un proceso electoral y no poner el debate en la calle”, dice la secretaria de las Juventudes Comunistas, Karol Cariola.

A la espera de su pronunciamiento y de la pelea desatada entre la Concertación y la derecha, con anuncios de sacar “trapitos al sol” a la ex presidenta, el análisis de los estudiantes es que el movimiento estudiantil partió bien el año.

Junto a las peleas internas de la presentación de la acusación constitucional contra Harald Beyer, la situación mostró lo que ellos querían: que le estallara en la cara a todos. “Si te fijas, la acusación genera más miedo en la Concertación que en ellos, los Velasco, los Bitar, y ese es un escenario que dice las cosas como son, nada más”, dice Figueroa.

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