La estrategia del Gobierno contra Bachelet: convencer a votantes que comunistas siguen comiendo guaguas

Luego de que el fin de semana el pleno del comité central del Partido Comunista (PC) adoptara la decisión de respaldar a la ex presidenta Michelle Bachelet de cara a las primarias de la oposición, el oficialismo se cuadró con la estrategia de marcar un punto político en la agenda y apelar al miedo al comunismo como estrategia para minar el respaldo de ex directora de ONU mujeres.

Si bien en el Gobierno sostienen que no se hará una campaña del terror, sí confirman que durante las próximas semanas se remarcará con fuerza lo que implica la presencia del PC en un eventual mandato de Bachelet con énfasis en el modelo político y económico que promueve la tienda de Guillermo Teillier –desde estatización del cobre hasta asamblea constituyente- con la premisa de que ello no concuerda con la visión de país que tiene la mayoría de la población.

En esta línea, altas fuentes gubernamentales aseguran que si bien se usará un tono más moderado que el del candidato gremialista Pablo Longueira, quien adujo que el 50% de los partidos que apoyan a Bachelet son chavistas, se resaltará todo “lo negativo” del PC.

Piñera ya lo hizo el domingo en Tolerancia Cero, donde afirmó que “donde ha gobernado el Partido Comunista en el mundo ha habido atentados graves a la libertad, a la democracia, a los derechos humanos y tremendas postergaciones al desarrollo” y agregó que “el Partido Comunista no ha hecho nunca una contribución positiva al bienestar en ninguna parte del mundo”. “Creo que parte de la desaceleración del país es en parte producto de estas propuestas de la oposición”, remató.

En este sentido, autoridades de gobierno aseveran que “la pregunta que se le va a hacer a la ciudadanía es si quieren que el PC gobierne. Si les interesa, por ejemplo, que Guillermo Teillier, que apoyó la vía armada y hasta hoy la defiende y que quiere mar para Bolivia, sea canciller, porque tendría el mismo derecho de serlo que Ignacio Walker si apoya a Bachelet y ella gana”.

También recalcan que es cuestionable que el PC, que dice representar al movimiento social, haya optado por respaldar a la ex Presidente a cambio de un blindaje para Camila Vallejo.

“Todo eso es parte de la realidad política y sería muy absurdo no utilizarlo”, subrayan en Palacio.

Primarias
Con todo, y aunque en la administración piñerista confían en que el PC le quitará respaldo a Bachelet, en el Gobierno hay una visión negativa respecto de cómo están manejando los candidatos oficialistas la campaña y aseguran que, aunque la ex mandataria bajará en al menos 10 puntos su respaldo en los próximos sondeos, es “difícil” que estos puntos sean capitalizados por los ex ministros piñeristas.

Entre las críticas a los presidenciables está el hecho de que es complejo que tanto Andrés Allamand como Longueira puedan captar el voto del centro político y social. El primero porque en la primera etapa de su lanzamiento como aspirante, y en un afán por diferenciarse de Laurence Golborne, optó por fijarse en la derecha dura –de la que no ha podido salirse- mientras que Longueira siempre ha estado en este sector.

Por lo mismo, apuntan, Golborne era la mejor carta frente a Bachelet y el único, aducen, que podría haber alcanzado el 42% de respaldo con el que terminaría Piñera su mandato.

Ahora, el Gobierno continuará intentando reforzar a sus postulantes pese a que no hay expectativas de triunfo y en esa táctica el apelar al rol del PC en un posible mandato bacheletista será central.