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Poder

4 de Junio de 2013

Los millones que se fugaron de la Universidad SEK hacia las arcas de la Unión Española

En 2010 Jorge Segovia fue el protagonista principal de la salida de Marcelo Bielsa de la Selección Chilena de Fútbol. Pero no pudo disfrutar de la presidencia de la ANFP. Contratos entre sus universidades y colegios SEK con el club de su propiedad, Unión Española, lo inhabilitaron. Aún así, sus montos y condiciones siguieron siendo “secretos”. Esta es la investigación sobre cómo el resurgimiento financiero del club de la colonia española ha sido subvencionado por el lucro en la educación, un nexo que abrirá una nueva arista a la investigación de la fiscalía y que complica aún más la situación judicial de Segovia.

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Con un fuerte abrazo, el jueves 30 de mayo en Madrid, José Luis Sierra selló con Jorge Segovia (51) el acuerdo de su permanencia como director técnico de Unión Española. Sólo entonces Segovia, el empresario que controla el club, pudo respirar tranquilo: al menos uno de sus problemas, aquel que lo liga al fútbol profesional en Chile, quedó despejado con la decisión de “Coto” Sierra de continuar comandando a los hispanos, desechando la oferta que le había hecho Colo Colo.

Ese fue un gran motivo para celebrar y en algo aminoró que Segovia no haya podido asistir el domingo 26 de mayo al triunfo que coronó a Unión Española como campeón del fútbol profesional. No le quedó más opción que seguir desde España el desenlace de la última fecha del campeonato, en la que su club consiguió la séptima estrella de su historia, el momento más importante desde que en 2008 decidió hacerse dueño del club Unión Española.

La decisión de Sierra habría sido condicionada con el reforzamiento del plantel con nuevas figuras que llegarán el segundo semestre de este año al Estadio Santa Laura-Universidad SEK, el mismo que Segovia logró salvar en 2008 al pagar $1.700 millones por una hipoteca que el club había firmado con el Banco Santander.

Todo hace suponer que para garantizar a Sierra esos recursos financieros y humanos, Segovia deberá mover, una vez más, varias de las piezas que forman parte de su extendido imperio educacional. Porque desde que asumió la propiedad del club, Unión Española pasó a ser una caja receptora que ha obtenido gran parte de su financiamiento a través de préstamos y contratos por publicidad con algunos de los colegios y universidades que maneja Segovia. Una estructura de negocios que se ha expandido en 12 países, que se alimenta a sí misma con flujos y traspasos de dineros entre las diferentes empresas y donde la Universidad SEK, una corporación sin fines de lucro, forma parte esencial.

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