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Cultura

5 de Junio de 2013

Chomsky: “No tengo nada en común con el hincha actual colocolino que odia a Marcelo Salas por ser de la U”

El periodista está a una semana de lanzar su último libro, esta vez, sobre el Ballet Azul: el célebre equipo de la Universidad de Chile de 1959 a 1969. Antes de éste estuvo Colo Colo 1973, sobre el equipo que retrasó el Golpe de Estado y aún antes publicó Tómala, Métete, Remata sobre el Mundial del '62. Hoy se autodenomina como un “dinosaurio en extinción”, de los que prefieren el fútbol en el estadio, con la familia y sin sociedades anónimas: “Me violenta que la gente tenga que mostrar cédula de identidad para ir al estadio”, dice.

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Foto: Patricio Fuentes

Luis Urrutia O’Nell, archi conocido como Chomsky, dice que de niño no tuvo héroes como El llanero solitario o Tarzán. Sus héroes eran los futbolistas: “los del Mundial del ’62, el Ballet Azul y Colo Colo del ’73”. Y de cada uno de esos tres temas ha escrito un libro. La próxima semana se lanza: “El Ballet Azul: Universidad de Chile 1959-1969”. Dice que los ha estado escribiendo hace muchos años porque vive reporteando. Se considera un periodista del tipo “dinosaurio en extinción, porque ya la sociedad cambió. Es muy difícil que vuelva atrás, y no creo que haya interés en que vuelva atrás”.

Chomsky extraña los tiempos del estadio antes de la llegada de las sociedades anónimas: “soy de los pocos periodistas que criticó su llegada desde el comienzo”. De eso, recuerda una invitación a un foro organizado por O’Higgins en Rancagua: “el moderador nos puso para que habláramos bondades de las sociedades anónimas. Y como yo no puedo con mi genio, hablé mal delante de los próceres de las sociedades anónimas. Así que, que los tiempos me hayan dado la razón no afecta mi ego, sólo reafirma lo que critiqué en ese momento”.

¿Cómo ha cambiado el espíritu de la U desde la época del Ballet Azul a la de las sociedades anónimas?
Estoy seguro que lo que se logró en la actualidad no estaba en el espíritu del legislador. Este sistema perverso donde se actúa a espaldas de los socios, donde no se les da ni un miserable beneficio. Donde el negocio está en la tele y no les interesa que vaya gente a los estadios. Como dijo el doctor Orozco, llegó la derecha económica. En los gobiernos de la Concertación, que se supone que son del pueblo, permitieron la quiebra de los dos clubes más importantes del país. En todo este aparataje hay una diferencia con la Universidad de Chile y es que sus concesionarios, de Azul Azul es gente de fútbol que creció viendo al Ballet Azul, iban de la mano de sus papás al estadio. A diferencia de Blanco y Negro donde yo les puedo pasar montones de fotos de equipos campeones de Colo Colo y los tipos no conocen a nadie.

Y ¿cómo afecta eso en la práctica?
De partida el número de gente que va al estadio. Yo crecí viendo el fútbol poco antes del Mundial de ’62. Y me tocó heredar toda esa época donde los estadios estaban colmados. Y ahora a los clásicos van 30 mil personas. Y yo creo que fue fríamente calculado esto de privilegiar la televisón, un negocio redondo. Porque antes, históricamente la gente tenía descuento por entrada y ahora no tiene nada. Es admirable la gente que va al estadio porque es gente que no tiene un gran poder adquisitivo, gasta en locomoción y el club no le da nada, al contrario.

Y ahora no pueden llevar ni bombo.
Sí, pero ese es un mero pretexto. Hay que ver por qué se prohibió eso. La idea no la comparto para nada. Me parece que la política de Estadio Seguro está mal desde el nombre, es rimbombante y presuntuoso. No ha logrado nada porque basta que un puñado se organice para interrumpir un partido y lo logran fácilmente. Me violenta que la gente tenga que mostrar cédula de identidad para ir al estadio, que tenga que pasar por un molinete o escoltado por carabineros. Eso no es lo que yo viví, no es lo que quiero para los jóvenes. Al fútbol uno siempre llega de niño, con el papá o algún tío. Ahora yo no sé cuántos niños llegan al fútbol.

Antes de Ballet Azul hizo Colo Colo 1973 ¿tiene algún favorito entre esos dos equipos?
Es que mira, lo que te decía antes del periodista tipo dinosaurio. Cuando yo era niño los hinchas del Colo Colo admiraban a los jugadores del Ballet Azul, y decían: lo que sería tener a Leonel Sánchez en Colo Colo, a Ernesto Álvarez, a Luis Eyzaguirre, a Pedro Araya. Los hinchas de la Universidad de Chile admiraban a algunos jugadores del Colo Colo: a Jorge Toro, Chamaco Valdés, Mario Moreno. Entonces yo pertenezco a esa esfera. Yo no tengo nada en común con el hincha actual colocolino que odia a Marcelo Salas por ser de la U y el de la U que odia a Iván Zamorano por ser colocolino. Eso no me identifica para nada.

¿Cree que pueda haber un nuevo Ballet Azul?
Es difícil, cuando estuvo Sampaoli la U tuvo éxitos internacionales a pesar de que cada vez fue disminuyendo su poderío. Pero ahí había un proyecto que tiene un talón de aquiles. Los esquemas de Bielsa y Sampaoli son depredadores, porque terminan reventando a los jugadores física y psicológicamente. Desde ese punto de vista están condenados a ser efímeros. Y no hay tiempo para proyectos a largo plazo. La sociedad fagocita a los entrenadores. Existe un periodismo deportivo canibal, sobre todo en Argentina donde se devoran a los técnicos. Un técnico pierde tres partidos y hay toda una campaña para echarlo.

¿No le parece exagerado pensar que no va a volver a existir una U como la del Ballet Azul? ¿o tiene que ver con la melancolía de que todo tiempo pasado fue mejor?
Mira, en fútbol eso es fácil comprobarlo. Por ejemplo, en los últimos años se puso de moda en los jóvenes -porque ellos siempre tienen la tentación de que el mundo empezó a girar con ellos-, que Marcelo Bielsa había inventado la velocidad, el cambio de ritmo, la intensidad. Nosotros con Juan Cristóbal (Guarello), mostramos material en clases o charlas y la respuesta de los espectadores es espectacular, porque vibran como si estuvieran en el estadio. Entonces ellos ahí aprenden que siempre existieron jugadores veloces. Y por ejemplo, de los actuales el más veloz en Chile es Alexis Sánchez. Bueno, yo te aseguro que él no le gana en velocidad a Luis Eyzaguirre, del año ’62. Ahora se marca mejor que antes, hay más trabajo defensivo, pero hay menos técnica que antes, hay menos jugadores espectáculos. Y no hay un Pelé, ni un Alfredo di Stefano, ni un Johan Cruyff o un José Manuel Moreno.

Pero hay un Messi
Messi me parece muy superior a Maradona, sobre todo en finiquito y pases a gol. Pero de los demás, de Cristiano Ronaldo, Ronaldinho Gaucho, ninguno de ellos compite con los que te nombré antes. Y no se trata de que todo tiempo pasado sea mejor, pero no existe la pasión de antes, el futbolista tiene otras motivaciones. Tiene muchas distracciones. La diferencia de los crack del pasado con los de ahora es que para los antiguos no habia nada comparable a la victoria, era una droga: ganar, ganar, ganar. Tenía que ver con cultura, con infancia, desafío. Eso no se da ahora. Ahora hay demasiado dinero que los transforma.

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