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Mundo

27 de Junio de 2013

Mayara Vivian: la estudiante y camarera que lidera las protestas en Brasil

Estudiante de geografía y camarera de un bar de Sao Paulo, Mayara Vivian se ha convertido con apenas 23 años en un referente de la mayor ola de protestas callejeras que Brasil conoce en dos décadas. Pero ella parece tomar lo que ocurre con naturalidad.

Por



“Tenemos que conciliar estudio y trabajo para pagar las cuentas”, comenta cuando le preguntan cómo hace para alternar su rutina con las manifestaciones de calle y una agenda que e esta semana incluyó un encuentro con la presidenta Dilma Rousseff, a pedido de ésta.

A ese encuentro en Brasilia asistió junto a otros representantes del Movimiento Pase Libre (MPL), la organización que ella integra y que este mes impulsó las protestas contra el aumento de la tarifa de autobús en Sao Paulo que se expandieron sorpresivamente por el país.

Las protestas incorporaron cientos de miles de manifestantes con diversas demandas y llevaron al gobierno y al Congreso brasileño a comenzar a procesar una serie de cambios en transporte, salud, educación y en el propio sistema político.

También consiguieron anular el aumento de las tarifas de ómnibus. Pero Vivian se muestra insatisfecha, dice que seguirá en lo mismo, traza un paralelismo con las protestas de estudiantes en Chile y niega que piense dedicarse a la política partidaria.

Lo que sigue es una síntesis del diálogo telefónico que mantuvo con BBC Mundo.

El gobierno, los estados y el Congreso están comenzando a responder a varias demandas de las calles. ¿Han ganado esta lucha?

Este espacio del Estado de discutir diversos temas sólo vino por la movilización popular. El movimiento comenzó con un pedido de revocación del aumento de la tarifa de ómnibus, que es muy cara y en nuestra opinión ni debería existir. Conseguimos pautar en la opinión pública la cuestión de la tarifa cero y reclamamos a la presidenta medidas en ese sentido. Si cobras por el transporte, y encima cobras muy alto, las personas son impedidas del derecho a la ciudad, al uso de equipamientos públicos. Un ejemplo es la educación: deja de ser universal y pasa a ser para quienes pueden pagar el transporte público. Entonces esperábamos medidas más concretas en el sentido de la tarifa cero.

¿Qué evaluación hacen de ese encuentro que tuvieron con la presidenta Rousseff?

Evaluamos que la presidenta no tenía contacto con esta cuestión. Cuando planteamos la tarifa cero, ella lo trató como si fuese una cosa imposible. El Movimiento Pase Libre propone que se inviertan las prioridades del gobierno, sea con subsidios, que se cercene el lucro de los empresarios o se anule la figura del empresario y se estatice. Hay varios caminos para costear la tarifa cero. Y la presidenta, a pesar de que planteamos ese debate de forma bien pública, no tenía contacto con eso y parecía una novedad para ella. Vamos a continuar luchando por tarifa cero y buscamos una posición del Estado.

Las manifestaciones de esta semana parecen haber bajado la intensidad de la semana pasada. ¿A qué obedece eso?

Pasamos por un momento de efervescencia muy grande y todavía tenemos movilizaciones. Más importante que la cantidad de personas en las calles es que en este momento la gente discute política con una intensidad que nunca discutía antes. Por todos los lugares que pasamos se da cuenta de eso.

¿Cuál es el desafío principal ahora para el movimiento de protestas en las calles?

Con el movimiento contribuimos a construir una cultura de movilización y acción directa muy importante. Conseguimos marcar de manera más profunda la cuestión del derecho a la ciudad y movilidad urbana, con una perspectiva anticapitalista. Profundizar ese debate en la sociedad y no dejar que muera es un paso importante ahora.

¿Por qué el MPL decidió no convocar nuevas protestas?

En realidad nos sumamos al calendario de movilizaciones de otros grupos de izquierda que están planteando también otras cuestiones. Aquí en Sao Paulo estamos presionando para que exista lo más rápido posible la CPI sobre transporte (Comisión Parlamentaria de Investigación sobre los gastos municipales en ese rubro y las empresas responsables por el servicio de ómnibus). Salir de las calles no necesariamente es la orientación del movimiento, pero existe la preocupación de crear espacios de debate en actividades abiertas que ayuden a profundizar el debate público.

Muchos creen que hay grupos radicales y de extrema derecha que intentan influir en el movimiento pacífico de protestas, incluso usando la violencia en las calles. ¿Les preocupa esto?

Lamentamos ese tipo de acción oportunista de algunos focos de derecha. Consideramos que no son hegemónicos y que la tendencia es que no lo sean, porque el movimiento es bien fuerte y la pauta bien clara. Pusimos una nota en Facebook repudiando cualquier forma de agresión a cualquier organización política de izquierda presente en la manifestación. Dejamos claro que somos un movimiento de izquierda y anticapitalista. No defendemos agendas conservadoras como algunas que fueron levantadas de manera aislada en medio de la manifestación. Somos un movimiento autónomo, horizontal y no partidista.

Se han hecho comparaciones entre el MPL y la protesta de los estudiantes de Chile. ¿Sienten algún tipo de identificación?

Creo que existe la cuestión de la mercantilización de la educación en Chile y del transporte en Brasil. Mientras los servicios públicos sean tratados como mercaderías, tenemos que ir a la calle para reivindicar otro modelo de educación, transporte y salud. La insatisfacción parte de la misma raíz.

¿Cuánto ha cambiado su vida en las últimas semanas?

Todo el mundo que se dedicó a esta lucha evidentemente está con una vida bien agitada. Pero no está perjudicando a nadie. Tenemos que conciliar estudio y trabajo para pagar las cuentas.

¿Piensa dedicarse a la política como profesión?

No, nuestra política se hace en la calle y no existe esa posibilidad. En el Movimiento Pase Libre tenemos claro que salir a la calle sí es política, pero que la vía institucional no es el camino: creemos en la acción directa y la movilización de la calle.

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