Carlos Massad, ex presidente del Banco Central: “el periodo presidencial de cuatro años es demasiado corto”

El ex presidente del Banco Central, Carlos Massad, manifestó este miércoles sus reparos por la extensión del periodo presidencial, asegurando que los cuatro años que dura actualmente son insuficientes para ejecutar políticas públicas a largo plazo.

“El periodo presidencial de cuatro años es demasiado corto para que el país pueda tomar verdaderamente en serio los problemas de largo plazo, cuatro años son insuficientes para pensar en un plazo más largo y además generan un estímulo para traspasar al gobierno siguiente los problemas espinosos que tuvieron que resolverse hoy día”, dijo, precisando que su opinión es “un mensaje absolutamente personal”.

Tras la presentación esta mañana del Informe de Política Monetaria (IPoM) y el Informe de Estabilidad Financiera (IEF) ante empresarios, ejecutivos y analistas, el ex presidente del Banco Central afirmó que “nos faltan cosas por hacer a largo plazo en la economía chilena, tanto desde el punto de vista doméstico, como desde su posición internacional”.

En este sentido, Massad habló de “el aumento de la productividad es un tema fundamental, yo creo que ahí todavía hay mucho que hacer en términos de estímulos al crecimiento de la productividad en términos de entendimiento entre las empresas y las universidades para investigar como resolver ciertos problemas técnicos que nos van a afectar cada vez más, por ejemplo, el problema de la energía, el problema del agua, que son dos temas extremadamente serios para nuestra economía”.

“Creo que desde el punto de vista no sólo político sino también económico uno debiera pensar en que hay algunas cosas estructurales en el funcionamiento de nuestra institucionalidad que, en mi opinión personal, debieran ser corregidas”, añadió.

Consultado por la discusión acerca de salario mínimo, Massad subrayó que “el salario mínimo afecta a una proporción no muy alta de la población chilena, es cierto que el aumento del salario mínimo genera presiones a otros niveles de salario también, el problema es que esa población afectada por el salario mínimo está concentrada en las empresas de menor tamaño y ahí se convierte en un problema”.

“Uno debería aspirar a que el salario mínimo fuera el que el obispo (Alejandro) Goic mencionó en algún momento, los 250.000 pesos, para asegurar que el empleo sea una opción una solución al tema de la pobreza y que ese tema no tenga que resolverse simplemente con bonos del gobierno que se adoptan en circunstancias excepcionales”, enfatizó en ex presidente del Banco Central.