Chevesich y designación en la Corte Suprema: “las mujeres actuamos diferentes, pensamos diferente”

La actual presidenta de la Corte de Apelaciones de Santiago, Gloria Ana Chevesich reconoció este jueves tener “mucha alegría” por la ratificación por mayoría que logró en la Sala del Senado su postulación a integrar la Corte Suprema, convirtiéndose en la cuarta mujer que llega al máximo tribunal del país.

El nombramiento de la magistrada fue ratificado en la Sala del Senado –ayer miércoles 3 de julio de 2013- por 26 votos a favor, 5 en contra y 5 abstenciones, respaldando así la nominación que había realizado el Presidente de la República, Sebastián Piñera. La magistrada fue elegida por el Primer Mandatario de la cinquena elaborada por el máximo tribunal, el 24 de mayo pasado, y que integraron, además, los ministros Alfredo Pfeiffer Richter, Carlos Aránguiz Zúñiga, Juan Manuel Muñoz Pardo y Carlos Cerda Fernández.

Chevesich atendió esta mañana a los medios de comunicación en su despacho del tribunal de alzada capitalino enfatizando que “es una sensación difícil de describir, por una parte, alegría por haber sido aceptada la proposición del Presidente de la República, y por otro sentida, tal vez dolida, por ciertas publicaciones emitidas por un medio de comunicación electrónico, en que en realidad hizo muchas imputaciones que son falsas y otras que tergiversó los hechos y eso me parece que no es bueno”, señaló Chevesich, en relación a los cuestionamientos de que aún manejaba antecedentes sobre eventuales ilícitos de integrantes de la Concertación, luego de haber investigado el caso de corrupción conocido como MOP-Gate.

Por otro lado Chevesich se refirió a las críticas por sus fallos en materia de Derechos Humanos, explicando que “yo fallo de acuerdo al mérito del proceso, o sea, yo no tengo un prejuicio en contra (…) ahora creo que también dijeron contra los trabajadores, de los consumidores. Analizo el mérito del proceso, la prueba rendida por los abogados, y en virtud de esa prueba, de ese análisis, y de las normas aplicables al caso concreto, dicto la sentencia respectiva. Ahora tratándose de un tribunal colegiado, ha sido en algunos de ellos compartido y en otro dejado mi prevención o voto en contra”, aseguró la jueza.

Consultada si el proceso de nominación y ratificación para ser integrante de la Corte Suprema debería reformularse producto de la polémica que suscita uno u otro nombre de un juez para llegar al máximo tribunal del país, Chevesich recalcó que “no es porque ahora fui aceptada, yo no encuentro que el sistema sea malo, creo que toda obra es perfectible y el espíritu que inspiró al constituyente de la época era que participaran los tres poderes del Estado, pero yo creo que lo malo son a veces las personas que hacen que el sistema no funcione. Creo que en la Comisión (de Constitución, Legislación y Justicia del Senado) a la que fui invitada, donde todos los senadores, incluso los diputados, tienen derecho a formular los cuestionamientos y las críticas a mi proceder y en esa oportunidad una tiene la posibilidad de defenderse, de manifestar porque uno falla de una determinada manera en un caso concreto, porque uno no puede fallar todos los casos iguales. Cada caso tiene una variante especial que debe ser considerada. No puede haber un prejuicio, que yo voy a fallar todas las demandas de los consumidores, de los trabajadores, por que piense usted que sea usted sea un demandado y que yo simplemente por ese prejuicio a favor de alguien usted salga perdiendo. Qué pensaría usted? O qué pensaría la sociedad en general? Yo creo que eso no puede ser” enfatizó la ministra.

La jueza Chevesich añadió que “todos los que entramos al Poder Judicial tenemos la legitima aspiración de llegar a la Corte Suprema, o sea asi como dicen “todos los militares quiere llegar a ser generales” y eso es legítimo de todos nosotros, y precisamente todos nos esforzamos y trabajamos pensando que algún día podemos llegar. Pero no puede ser lo único que me mueve a trabajar, A mi me mueve trabajar hacer justicia, hacer mi labor, con honestidad, probidad y eso”.

Consultada si el caso MOP-Gate incidió en la polémica por su designación en el Senado, la jueza manifestó que “aparentemente fue utilizado en los planteamientos utilizados por algunos senadores, por lo que me han comentado porque yo no vine la sesión ayer” a lo que respondió si le agradó las palabras del senado socialista Camilo Escalona, quien defendió efusivamente su voto a favor de la minstra, Chevesich aseguró que “si es como usted me dice, me parece que es una postura que favorece a todos los jueces que estamos intentando de hacer nuestra labor de manera correcta, apegada a la ley, a la Constitución y al mérito del proceso”.

Ante la pregunta si deben integrar más mujeres la Corte Suprema, Gloria Ana Chevesich afirmó que “si, yo creo que seria bueno, nosotros tenemos otra manera de ver las cosas, otra percepción que es importante rescatarla y eso se materializa, las mujeres actuamos diferentes, pensamos diferentes, claro, algunas veces nos tildan de ser un poco conflictivas, pero no sé, creo que tenemos una percepción distinta del mundo y eso nos capacita para enfrentar grandes labores”.

Por último, se le preguntó por los bueno y lo malo del sistema procesal penal, que ya tiene 10 años de vigencia en el país. La jueza Chevesich aseveró que “es positivo porque los tiempos se han disminuido y las sentencias son mucho más acabada, ya no es una mera relación de antecedentes que en la justicia penal antigua, y respecto de lo malo, prefiero no criticar”, puntualizó la magistrada tras una sonrisa.

Luego que el Senado envíe el oficio a la Presidencia, el Gobierno enviará el documento a la Contraloría de la República para su toma de razón en 15 días y posteriormente se realizará la ceremonia de juramento ante el Pleno de la Corte Suprema e invitados que tenga la ministra Gloria Ana Chevesich Ruiz.

Chevesich, abogada de la Universidad de Chile, preside la Corte de Apelaciones de Santiago desde marzo pasado, tribunal de alzada que integra desde octubre de 2002, cuando fue trasladada por la Corte Suprema por razones de mejor servicio. Anteriormente, fue relatora de la Corte Suprema, desde 1995, y relatora de la Corte de Apelaciones de Santiago, entre 1986 y 1995.

La magistrada, además, ha ejercido labores docentes como ayudante de la cátedra de Derecho Procesal en las universidades Gabriela Mistral (entre 1986-1994) y Finis Terrae (entre 1996-1999); desde el año 2000, es profesora de la cátedra de Derecho Procesal de esta última casa de estudios. Asimismo, ha sido docente en los cursos impartidos por la Academia Judicial en los años 2000, 2007 y 2010.