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Mundo

10 de Julio de 2013

El monje budista que divide a Birmania

La violencia entre budistas y musulmanes en Birmania ha estremecido al mundo. Ahora, el rostro de un monje budista le da la vuelta al mundo. Lo acusan de fomentar el “terror”, pero él dice que sólo quiere proteger a su gente y a su país. Se trata de Ashin Wirathu, cuyo rostro apareció en la […]

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La violencia entre budistas y musulmanes en Birmania ha estremecido al mundo. Ahora, el rostro de un monje budista le da la vuelta al mundo. Lo acusan de fomentar el “terror”, pero él dice que sólo quiere proteger a su gente y a su país.

Se trata de Ashin Wirathu, cuyo rostro apareció en la portada de la edición de julio de la revista estadounidense Time.

“The face of Buddhist terror” (“El rostro del terror budista”) es el título de la portada y está acompañado por el texto: “Cómo los monjes militantes están impulsando la violencia antimusulmana en Asia”.

El reportaje generó rechazo en algunos sectores de Birmania y el debate llegó a las redes sociales, donde el monje es activo.

En Facebook se creó una página, que es seguida por más de 24.000 personas, para protestar contra el ejemplar.

El gobierno prohibió la circulación del artículo y permitió que se realizaran protestas contra la revista.

“Vine aquí para protestar contra la revista Time. Me preocupa que este reportaje provoque más innecesarios enfrentamientos entre diferentes religiones”, indicó uno de los monjes que participó en una manifestación la semana pasada.

La decisión de la distribuidora de Time en Birmania de no vender el ejemplar de julio fue condenada por la organización Reporteros Sin Fronteras.
El presidente de Birmania Thein Sein defendió a Wirathu y dijo que la pieza periodística socavaba los esfuerzos por reconstruir la confianza entre los grupos religiosos de ese país.

Así mismo dijo que la orden del monje luchaba por la paz y la prosperidad en la nación asiática.

Sin embargo, la polémica no es ajena a Wirathu, quien ha calificado a los musulmanes como el flagelo que amenaza el carácter budista de Birmania.

Rótulos

Medios de comunicación, entre ellos el periódico británico The Guardian, aseguran que Wirathu se refirió a sí mismo como el “Bin Laden de los budistas”.

El profesor de la Universidad de Oxford y autor del libro “Reinado y conversión en el siglo XVI en Sri Lanka: el imperialismo portugués en una tierra budista” (“Kingship and Conversion in Sixteenth-Century Sri Lanka: Portuguese Imperialism in a Buddhist Land”), Alan Strathern, también lo sostiene.

Sin embargo, el periodista del Servicio Birmano de la BBC Myint Thein Naing le dijo a BBC Mundo que no tiene evidencia de ello.

Pero de lo que no cabe duda es que el monje ha sido uno de los líderes de una campaña contra los musulmanes en Birmania.

“Él es el líder de la campaña 969, la cual busca aislar a los musulmanes en Birmania. Sus promotores crearon etiquetas con ese número que colocan en tiendas, casas, restaurantes y vehículos para identificar los lugares budistas”, indicó el periodista. “La etiqueta 969 significa que es sólo para budistas”.

El primer nueve se refiere a los nueve atributos del Buda, el seis a los atributos de sus enseñanzas y el segundo nueve a los atributos de la orden budista.

De acuerdo con Thein Naing, Wirathu niega que haya pedido que se mate a los musulmanes, pero reconoce que ha dicho que “no les daría ni alimentos ni un lugar donde quedarse”.

Mujeres

Wirathu ha dicho que se opone a que las budistas cambien de religión para casarse con musulmanes. “De hecho, en un sermón público dijo que los musulmanes violaban a mujeres budistas”, recordó el periodista de la BBC.

Y así se lo repitió Wirathu a The Guardian, en una entrevista que concedió en abril en el monasterio Masoeyein.

“Hemos contado en nuestros sermones las historias de jóvenes que son desagradecidas con sus padres y que después de casarse con musulmanes, acosan a sus padres; de chicas que sin quererlo son forzadas a convertirse al Islam y hasta de jóvenes que han muerto cuando se niegan a seguir (esa religión)”.

“Hemos sido violados en cada ciudad, nos han acosado sexualmente, nos han atacado e intimidado en cada ciudad. Hay una mayoría vulgar y salvaje musulmana como esta en cada ciudad”, indicó el monje en conversación con el medio británico.

De acuerdo con Wirathu, los “musulmanes locales” son salvajes porque hay “extremistas moviendo los hilos” con ayuda financiera y militar.

“No atacamos ninguna raza. No estamos insultando al Islam. No estamos destruyendo la cultura islámica. Yo predico esto para proteger nuestra gente, religión, cultura y país”, le dijo Wirathu a The Guardian.

“No creo que esté creando o contribuyendo al odio hacia los musulmanes”, acotó.

Tensión

En 2003, Wirathu fue condenado a prisión por liderar una campaña contra los musulmanes. Salió de la cárcel en 2012 como parte de una amnistía y reactivó la campaña.

El monje organizó protestas a favor de los budistas en el estado de Rakhine, donde la violencia sectaria en 2012 dejó al menos 200 muertos y miles de personas desplazadas.

En marzo, los enfrentamientos entre budistas y musulmanes en el centro de Birmania, en la ciudad de Meiktila, dejaron más de 40 muertos, la mayoría de ellos musulmanes.

Las autoridades informaron que monjes budistas y residentes incendiaron casas y locales de musulmanes.

Los sentimientos antimusulmanes de Wirathu son compartidos por decenas de budistas en Birmania. Sin embargo, Thein Naing asegura que muchos monjes rechazan sus polémicos sermones y se oponen a la violencia.

En el Dhammapada, el libro sagrado del budismo, Buda dice: “La vida es apreciada por todos. Al comparar a los otros con uno, uno no debe nunca matar o causar la muerte”.

Los pensamientos agresivos son rechazados por cualquier enseñanza budista, le dijo a la BBC el profesor de la Universidad Oxford Alan Strathern.
El periodista de la BBC en Bangkok, Jonathan Head, señaló que mientras las autoridades han detenido a cientos de musulmanes por su participación en los disturbios, muy pocos budistas han sido aprehendidos.

En mayo, el presidente Thein Sein prometió que iba a proteger los derechos de la minoría musulmana de Birmania.

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