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Opinión

25 de Julio de 2013

Paranoia milica

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Si estar encerrado de lunes a viernes -algunos incluso hasta los sábados- es una verdadera lata, que te jodan además por las fotos que subes a tu Facebook es francamente insólito. Esto es lo que les ocurrió, hace poco más de un mes, a los cadetes de la Escuela Militar a quienes ordenaron retirar todas […]

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Si estar encerrado de lunes a viernes -algunos incluso hasta los sábados- es una verdadera lata, que te jodan además por las fotos que subes a tu Facebook es francamente insólito. Esto es lo que les ocurrió, hace poco más de un mes, a los cadetes de la Escuela Militar a quienes ordenaron retirar todas las imágenes de perfil de la red social más utilizada en el mundo, en las que aparecen vistiendo su uniforme. El plazo fue de dos semanas o si no se van de “forreo”, o sea, días de arresto que perjudican sus salidas franco y las notas del SIFORCOM (Sistema de Formación y Comportamiento). Lejos, pero lejos lo más loco de la medida es el argumento que esgrimieron. La Compañía de Inteligencia de la DIVESC (División Escuela) señaló que “esta medida se está tomando para resguardarse de la inteligencia adversaria, ya que las fotos de cada uno de los cadetes puede desprestigiar a la institución u ofrecer información perjudicial”. ¡Que Miedo!

Yo en materias de defensa y disuasión experta no soy, pero algo cacho de lógica y, a decir verdad, encuentro total y absolutamente ridícula esta medida. Si los peruanos, bolivianos o el que sea, quiere sicopatearnos, basta que se instalen un día viernes a las 20 horas en el metro Escuela Militar y saquen todas las fotos que se les dé la gana a los cadetes que salen con su permiso franco. Pero irse en volá y “corretearse” de esa forma, creo que está demás. Si les preocupan las fuerzas enemigas, dedíquense a ser militares y entrenar las 24 horas del día si es necesario, porque eso es lo que vamos a necesitar el día de mañana, pero dudo que la victoria de una Nación dependa de fotos o estados de Facebook. Una vez un amigo cadete me contó que durante su período recluta se le ocurrió escribir en su muro: “en 10 minutos más a ranchar”. Resulta que lo pilló su Comandante de Escuadra, alumno de cuarto año, y le dijo “usted es tonto o pendejo, cómo se le ocurre publicar esa información en Facebook, no ve que si eso lo lee un peruano y sabe nuestros horarios, nos puede llevar a la guerra”. Mi amigo quedó atónito, no porque lo hayan gritoneado como enfermo, si no porque, independiente de La Haya o los tratados de Chile, de él dependía la paz de nuestro país.

Creo que hay que entrar a replantear esta situación, puesto que hay cosas que no tienen una base sólida. ¿Por qué dar una orden relacionada con seguridad a alumnos que, según el código de justicia militar, aún no son considerados militares, y no a oficiales y cuadro permanente que, supongo, pueden informar mucho más que la foto de un cadete junto a su familia en una ceremonia? o ¿por qué preocuparse ahora de nuestros vecinos cuando las rencillas con ellos vienen de toda la vida? ¿Acaso se teme un eventual fallo desfavorable en el Tribunal de La Haya? Da para pensar y pasarse todo Hollywood junto. Pero si en realidad esto se tomó como una medida paranoica estamos hablando de un Ejército no formado por militares, si no que por “limitares”.

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