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Cultura

17 de Agosto de 2013

Las increíbles extravagancias de los más poderosos del mundo

Vía Kienyke.com Las revelaciones esta semana del diario El Colombiano, en el que citando fuentes militares se supo que el saliente comandante del Ejército Nacional, general Sergio Mantilla, habría ordenado que le trajeran una gaseosa en helicóptero oficial, desde Medellín hacia Ituango, porque en este último municipio no se halló la bebida que deseaba, levantó […]

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Vía Kienyke.com

Las revelaciones esta semana del diario El Colombiano, en el que citando fuentes militares se supo que el saliente comandante del Ejército Nacional, general Sergio Mantilla, habría ordenado que le trajeran una gaseosa en helicóptero oficial, desde Medellín hacia Ituango, porque en este último municipio no se halló la bebida que deseaba, levantó toda clase de críticas por la conducta del funcionario y el gigantesco gasto que debía soportar el erario nacional por su capricho. Mantilla no ha respondido a esta denuncia. En todo caso, no es la primera vez que un funcionario público es cuestionado por sus derroches o extravagancias, que molestan a la opinión porque se sabe que usan dineros públicos para darse gusto. Mandatarios y dictadores han pecado por igual en esta mala actuación.

Kim Jong-il, (Corea del Norte)

El fallecido líder de Corea del Norte Kim Jong-il hizo que alrededor de su imagen se tejiera un perfil mesiánico y adorable, que lo mostrara ante su pueblo como el más humilde de los dioses y ocultara que al interior de su palacio vivía entre lujos y excentricidades. Fue un hombre reservado y al parecer obsesionado por el cine que producía Estados Unidos. Conservaba unas 20 mil películas en una videoteca en su vivienda.

Hace diez años el “querido líder” viajó en tren con Konstantin Pulikovsky, un diplomático ruso que lo acompañó en una gira por el norte de Asia. El mandatario norcoreano había ordenado que le llevaran abordo una buena cantidad de langostas vivas que, cuando le antojaba, ordenaba que le cocinaran. Las comía con palillos de plata y las acompañaba con champaña o vino importado. En todo momento había a su alrededor un grupo de mujeres de “suma belleza e inteligencia”, según confesó el emisario ruso a la BBC de Londres.

A pesar del hermetismo dentro del centro de poder en Pyongyang, se supo que Jong-il tenía la mejor bodega de licores importados del país, en la que podía almacenar unas 10 mil botellas. Estimaban que sus gastos en licor ascendían a 700 mil dólares. Pedía selectos bufetes para todas sus comidas y se cuidaba con que en su palacio nunca faltara suministro eléctrico a pesar de los constantes racionamientos que sufre el resto del país. Ordenó que en todas las paredes de las casas y edificios hubiera retratos suyos, excepto en los baños. Para mantener su imagen de supremacía ordenó curiosas manipulaciones a su biografía. Pidió decir que su nacimiento había sido predico por una golondrina que produjo ese día un fenómeno de arco iris doble y la aparición de una estrella en el espacio, y pidió difundir el mito de que su estado de ánimo influía directamente en el clima. Además divulgó la creencia de que no defecaba.

Muammar Gaddafi (Libia)

La muerte del dictador libio Muammar Gaddafi en 2011 acabó con un excéntrico y derrochador régimen de 42 años. Se hacía llamar ‘Rey de reyes’, un sultán que disfrutaba de un suntuoso palacio llamado Bab al-Aziziya, en el sur de Trípoli, complejo reconocido por el monumento de una mano de acero que aplasta un avión estadounidense. La casa de Gaddafi tenía piso de mármol y estaba rodeada de frondosos jardines, sauna, piscina cubierta y piscina al aire libre. Tenía túneles de escape y un búnker.

El dictador de Libia tenía otras lujosas mansiones fuera de la capital, incluyendo en Bengasi, la segunda ciudad en importancia del país que durante la revolución se convirtió en bastión rebelde y terminó siendo arrasada por su ira. Algunas de sus casonas estaban acompañadas por supermercados privados, zoológicos exóticos y aeropuertos personales. Sus hijos eran los que más provecho les sacaban a las lujosas casas de descanso, en las que se hallaron varios carros Lamborghini, Hummer, BMW, Audi, Mercedes y Ferrari.

Aisha Gadafi, la única mujer entre sus hijos, fue consentida por el líder libio con una mansión equipada con parque de diversiones, piscina de aguas turquesa, una estatua de oro de ella con forma de sirena y todos los pisos en mármol. La prensa británica la llamó “El palacio de la prostituta”.

Gadafi era obsesivo con su seguridad. Contrataba dobles que muchas veces lo suplantaban en viajes al interior del país. Algunos de sus súbditos tenían la única tarea de probar la comida y bebida que le servían a diario para verificar que no hubiera veneno.

Wikileaks, en uno de sus cables, develó que el entonces gobernante del país magrebí invitaba a artistas como Mariah Carey, Bon Jovi y Beyonce a presentarse en sus fiestas, a cambio de pagos por cientos de miles de dólares. Su seguridad personal era únicamente femenina. Las mujeres guardaespaldas eran además acompañantes sexuales y para ser seleccionadas debían ser vírgenes y su belleza cautivadora al dictador.

Las filtraciones de Wikileaks también expusieron la adicción de Gadafi a la cocaína, el whisky Black Label, el botox y el viagra. Su esposa, Safia Farkash, dejaba a su marido disfrutar de la compañía femenina y a cambio se iba de compras a Europa con millones de dólares en su maleta.

Vladimir Putin (Rusia)

La oposición rusa ha publicado varios documentos en los que señalan los excesivos lujos que disfruta el presidente Vladimir Putin, denunciando que la mayoría de sus exuberancias son costeadas por rubros del Kremlin. Uno de los folios llamado “La vida de un esclavo de las galeras” enumera los gastos por casi 100 millones de dólares que utiliza Putin para disponer permanentemente de 15 helicópteros, 40 aviones privados y un avión comercial Ilyushin Il-96.

El petersburgués es propietario de 20 mansiones y una de ellas le provocó un dolor de cabeza entre 2010 y 2011, cuando era Primer Ministro. Se conocieron denuncias de presuntos desvíos de fondos de donaciones hospitalarias para construir ese palacio en arquitectura romana en las costas del Mar Negro por más de mil millones de dólares. Diarios como The Washington Post y Financial Times hicieron eco de la historia. La propiedad fue vendida a unos viejos amigos de Putin.

El gobernante ruso también es dueño de cuatro yates. Uno de ellos llama mucho la atención. Tiene piscina de hidromasaje, jacuzzi, cascada, baños con detalles de lujo, capacidad para 23 personas, seis cabinas VIP y 50 metros de largo. El suntuoso barco fue adquirido por la Oficina de Asuntos de Presidencia con el propósito de atender visitas diplomáticas.

Además se le conoce una especial colección de relojes de lujo, uno de ellos el Lange & Sohne Tourbograph Pour le Merite avaluado en 500 mil dólares y un Patek Philippe Perpetual Calendar 3974 que vale más de 60 mil dólares.

En los últimos meses las críticas sobre Vladimir Putin se han enfocado en la campaña con la que él pretende mostrarse ante la opinión como un “súper hombre”. Su equipo de asesores logra filtrar fotografías y videos en las que muestran al mandatario ruso viajando con cigüeñas sobre un ala delta motorizada, practicando caza en las montañas con su torso desnudo y un rifle clásico, cabalgando en inhóspitos terrenos de Siberia y hasta atendiendo a un oso polar en un centro investigación del Ártico.

Bashar al-Assad (Siria)

El diario británico The Guardian reveló las extravagancias del presidente sirio, Bashar al-Assad, y su familia en medio de la guerra civil que desangra a su país. El rotativo inglés mostró que mientras su ejército bombardea a los rebeldes, al-Assad descargaba miles de dólares en música de iTunes y planeaba vacaciones familiares. Su esposa, Asma al-Assad, ha concentrado las críticas por los excesivos gastos que mantiene aún durante la crisis. La mujer, de 36 años, habría gastado solo en julio de 2011 US$ 6.000 en zapatos Christian Louboutin, US$260 mil en muebles y lámparas decorativas, un jarrón por US$5.000 y US$ 7.800 en un clóset italiano. Disidentes del régimen denunciaban que de vez en cuando la primera dama ordenaba traer almuerzos especiales desde Europa y nunca escatimaba gastos en la compra de ropa de alta costura o perfumes exclusivos. Antes de ser sancionada por la Unión Europea, que le prohibió viajar y congeló sus activos por ser del círculo cercano del dictador de Damasco, se decía que Asma permanecía más tiempo en la semana por el viejo continente que con su esposo en Siria. Asma nació en Londres, así que Reino Unido determinó que la sanción no aplicaba para ella, sin embargo, con el recrudecimiento de la tensión la mujer ha tenido que abstenerse de sus lujosas travesías.

Silvio Berlusconi (Italia)

De Silvio Berlusconi se sabe a voces que es el político más rico de Italia, pero al tiempo el más indecoroso de los líderes que han gobernado el país. Mientras era Primer Ministro, adquirió una mansión con acceso a la playa en Cerdeña, con una villa, un lago navegable de dos hectáreas, un acuario con numerosas especies del Mediterráneo, un teatro, un túnel submarino, un parque temático con una réplica de un volcán activo, 1.200 palmeras, un jardín de 100 hectáreas con 2.500 cactus y, lo más controvertido, un historial de fiestas nudistas y orgías llamadas por la prensa los ‘Bunga Bunga’, a las que invitaban a prostitutas latinas, incluyendo una menor de edad, e incluso a dignatarios que fueron fotografiados en fiestas nudistas. Otros de sus gastos desmedidos fueron en 394 mil dólares en 13 autos de lujo que no fueron inicialmente para su uso, sino para las chicas que lo acompañaban fielmente en sus fiestas, además de regalos en 2010 por 34 millones de euros, según el diario italiano Corriere della Sera.

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