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Mundo

20 de Agosto de 2013

Diez películas que son mejores que el libro en el que están basadas

Vía CookingIdeas Dos cabras están comiéndose una cinta de vídeo. “¿Te gusta?”, le pregunta una a otra. “En fin… a mí me gustó más el libro”. Esta sentencia caprina es probablemente la frase más repetida a la salida de los cines, con permiso de “Me ha gustado mucho la fotografía”, muy recurrente cuando nos acabamos […]

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Vía CookingIdeas

Dos cabras están comiéndose una cinta de vídeo. “¿Te gusta?”, le pregunta una a otra. “En fin… a mí me gustó más el libro”. Esta sentencia caprina es probablemente la frase más repetida a la salida de los cines, con permiso de “Me ha gustado mucho la fotografía”, muy recurrente cuando nos acabamos de tragar un truño infumable.

Pues bien, llegado es el momento de romper una lanza por esos cineastas que lograron convertir una novela del tres al cuarto en una obra maestra del cine. Por ejemplo, Hitchcok, especialista en transmutar noveluchas en clásicos inmortales, y no una ni dos, sino varias veces.

Hemos preguntado a nuestro panel de expertos, cinéfilos, colaboradores y ex novias cuáles son, en su opinión, esas películas que superan con creces al libro en el que están basadas. Éstas son sus respuestas:

‘El cielo protector’, Paul Bowles (1949)
‘El cielo protector’, Bernardo Bertolucci (1989)
“Básicamente lo que me gusta de la adaptación de Bertolucci es que cambia el final de la novela por un magistral enlace con ésta. En el libro, la esposa desaparece para siempre en el desierto. En la peli, llega hasta un café en el que está Paul Bowles dispuesto a escucharla y a convertir su peripecia en relato. Así que Bertolucci convierte la ficción en realidad y luego la devuelve a la ficción. Y cierra la película con la frase definitoria del subtexto del relato que en la novela está a la mitad…”

‘¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?’, Philip K. Dick (1968)
‘Blade Runner’, Ridley Scott (1982)
“La novela muestra un deprimente y polvoriento futuro donde la gente está obsesionada con tener mascotas, ya que no hay animales. Los que hay son artificiales y carísimos. Ridley Scott pasó de estas reflexiones como de la mierda, eliminó polvo y lo sustituyó por decorados con lluvia a todo pasto, introdujo en la historia el romance, el ciberpunk y la novela negra sin dejar de preguntarse por la identidad y la búsqueda de redención, cosa que afecta por igual a replicantes y seres humanos de verdad y creó un film inmortal. Philip K. Dick, que no llegó ver la película estrenada, sí estuvo en un pase privado y bailaba sobre una pata. Le encantó la versión del director inglés y la consideró (con gran objetividad) superior a su obra y “una manera nueva de narrar ciencia ficción”. Resultado: todo el mundo cita frases de la película y nadie recuerda una línea de la novela”.

‘El hombre que pudo reinar’, Rudyar Kipling (1888)
‘El hombre que pudo reinar’, John Huston (1975)
“Kipling es mucho Kipling, pero John Huston consigue elevar un orden de magnitud las palabras del escritor indio”, sostiene Gema Monroy, periodista y cinéfila. “Para mí, la diferencia radica en que por muy bien que escriba un novelista, no puede contar con dos presencias tan magnéticas y carismáticas como Michael Caine y Sean Connery, en el mejor momento de sus respectivas carreras. Una de las mejores pelis de aventuras de todos los tiempos”, concluye la chispeante Monroy.

‘Psycho’, Robert Bloch (1959)
‘Psicosis’, Alfred Hitchcock (1960)
“Nadie había reparado en la novela de Robert Bloch hasta que Hitchcock decidió llevarla al cine. La novela está inspirada en el asesino Ed Gein, pero el guion de Joseph Stefano, supervisado por el propio Hitchcock introduce algunos de los aspectos más inolvidables del clásico: la escena de la ducha (en el libro la chica muere de un vulgar golpe en la cabeza) o el travestismo de Norman Bates. Parece ser que Anthony Perkins había tenido una relación “compleja” con su madre en la infancia y el genial director quiso aprovechar esta peculiaridad del protagonista para modelar el personaje de Norman Bates”.

‘El Sur’, Adelaida García Morales (1985)
‘El Sur’, Víctor Erice (1983)
Adelaida García Morales escribió su relato ‘El Sur’ en 1981 pero no se publicó hasta 1985, cuando ‘El Sur’ de Víctor Erice, su esposo, ya había triunfado en Cannes. Según explica David Cánovas Williams “se trata de un relato breve que da pie a una película que desarrolla muchas de las cosas que están apenas apuntadas en el original, incluyendo escenas nuevas. La película logra además una atmósfera que aprovecha plenamente el potencial visual con una fotografía muy distintiva. En resumen, toma un pequeño embrión y lo convierte en un universo con vida propia”.

‘Rita Hayworth and the Shawshank Redemption’, Stephen King (1982)
‘Cadena perpetua’, Frank Darabont (1994)
“Tiene cojones que un relato de Stephen King de principios de los ochenta que pasó sin pena ni gloria por “todas partes diera lugar a una película que habría conseguido siete Premios Óscar de no ser porque en el 94 había que batir a ‘Forrest Gump’ y ‘Pulp Fiction’”, explica el escritor Emilio Bueso. “Y es que ‘Cadena Perpetua’ se lo ha llevado bastante crudo, si nos fijamos bien: la revista Empire la incluyó entre las mejores cintas de los noventa, sus ventas siguen funcionando en Blu-Ray, y la peli sigue reponiéndose puntualmente en las cadenas de televisión. Vale, tampoco es que sea una obra maestra del cine, pero como adaptación… Eso ya es otra cosa. Muchos hasta pensamos que el relato de Stephen King probablemente seguiría inédito de no ser un relato de Stephen King. Todo dicho”, concluye el autor de ‘Cenital’ y ‘Diástole’, entre otras novelas.

‘El padrino’, Mario Puzo (1969)
‘El padrino’, Francis Ford Coppola (1972)
“El libro de Puzo está muy bien, es entretenido, pero no alcanza el nivel magistral de la adaptación de Coppola”, explica Rafael Benítez, periodista y gran aficionado a la novela negra. “Coppola hizo grande a Puzo, convirtiendo un relato más bien más plano en un prodigio de poesía criminal. Pero no sólo Coppola, sino todo un equipo en estado de gracia: los actores, que están maravillosos, el equipo técnico… la música también es esencial, y el ambiente de gran familia italiana que logró crear el director, tanto en el rodaje como en la película. En honor de Puzo hay que decir que también estuvo por ahí, ayudando en el guion y en la ambientación, tal y como recuerda Peter Bisking en ‘Moteros tranquilos, toros Salvajes’.”

‘La colmena’, Camilo José Cela (1945)
‘La colmena’, Mario Camus (1982)
“Mi apuesta es ‘La colmena’, de Mario Camus, que adapta la novela de Camilo José Cela en una versión bastante literal pero que, en mi opinión, supera lo escrito en un par de arrobas de humanidad. Y que conste que estamos hablando de una de las pocas –y buenas– novelas que escribió don Camilo en su época más fructífera. Sirva para romper una lanza por ese grandísimo José Sacristán, de moda goyesca en estos días y quien borda su papel en un filme siempre recomendable. También por todos los actores de reparto que convierten una película coral española en algo que, sin caer en berlanguismos ni tremendismo casposo, hace bueno eso que llamamos (sin coñas) La Gran Familia del Cine Español.”

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