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Mundo

23 de Agosto de 2013

Mundo enfermo y triste: tres adolescentes matan a un estudiante “por diversión” en EE.UU.

Le dispararon por la espalda, a plena luz del día, mientras trotaba por las calles de un pueblo de Oklahoma.

Por



Christopher Lane, de 22 años, estudiante australiano y jugador de fútbol, fue una víctima elegida “al azar”.

“Estábamos aburridos, no teníamos nada que hacer y decidimos matar a alguien”, dijeron al ser detenidos los acusados del crimen, todos menores de edad.

Según explicó a la televisión local la policía de Duncan, un pueblo de 24.000 habitantes en sur del estado de Oklahoma, los muchachos contaron que vieron pasar a Lane y uno de ellos dijo “ese es nuestro objetivo”.

Así de simple. Los tres jóvenes lo siguieron en un auto y le dispararon por la espalda antes de darse a la fuga, tal como relató a los medios el jefe policial Danny Ford.

Chancey Allen Luna, de 16 años, y James Francis Edwards, de 15, han sido acusados este martes por dos delitos de homicidio en primer grado y serán juzgados como mayores de edad de acuerdo con la legislación de Oklahoma.

A Michael Dewayne Jones, de 17, se le imputa un delito de complicidad necesaria. Para él se estableció una fianza de un millón de dólares.
Luna y Edwards no tendrán esta opción.

“Estoy horrorizado. Esto no debería ocurrir en nuestra comunidad” dijo el fiscal Jason Hicks después de la audiencia que se llevó a cabo el pasado martes.

Ante el tribunal, Hicks dijo que Luna iba sentado en el asiento trasero del automóvil y desde allí disparó el revolver calibre 22 que mató a Lane, según informa la agencia de noticias Associated Press (AP).

De acuerdo al relato del fiscal, Jones conducía el vehículo y Edwards viajaba en el asiento del acompañante.

Estupor

Christopher Lane, originario de Melbourne, estaba visitando a la familia de su novia en la localidad de Duncan.

Iba a comenzar su último año en la Universidad East Centre, en la ciudad de Ada, a unos 137 kilómetros de allí.
Había abandonado el fútbol en su país para estudiar y dedicarse al béisbol en Estados Unidos.

Su muerte causó estupor en Duncan y en Australia, desde donde acababa de volver.

Familiares y amigos han expresado su dolor en el lugar de su muerte, donde su novia, Sarah Harper, colocó una cruz.

El padre de la víctima dijo que no había explicación para la muerte de su hijo.

“Es cruel y tratar de entenderlo es un atajo a la locura”, le dijo a la cadena de televisión australiana Sky News.

AP también reporta que Tim Fischer, ex viceprimer ministro australiano, criticó a la Asociación Nacional del Rifle y llamó a sus compatriotas a no viajar a Estados Unidos como forma de presión para que el Congreso de ese país tome medidas para controlar la posesión de armas.

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