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Opinión

6 de Noviembre de 2013

Iván Zamorano, el ídolo de la selección de Francia 98: “La meta es mejorar la educación y no romper vidrios o semáforos”

Al ex pichichi del fútbol español, a diferencia de Alexis Sánchez, le daba vergüenza sacarse la camiseta para celebrar los goles. No le pasa lo mismo a la hora de vestirse. Dice que la ropa Armani le queda espectacular y que le hubiese gustado haber sido dirigido por Marcelo Bielsa. Confiesa un anhelo: “Me gustaría ser director deportivo de Colo Colo”.

Jorge Rojas
Jorge Rojas
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Si Zamorano fuese una virtud sería la superación. Su historia, mil veces contada por él mismo, tiene de todo: drama, perseverancia, éxito, y decenas de hazañas que han construido el culebrón por el que ha transitado su vida, tal como les pasa a los grandes ídolos: nació en La Legua, no pudo estudiar, jugó en el Real Madrid, fue goleador de la Liga Española, pasó por el Inter de Milán, fue al mundial de Francia 98, fue protagonista de un matrimonio cancelado en la puerta de la iglesia con Kenita Larraín. Hoy está casado y tiene hijos con la modelo María Alberó.

Zamorano es la versión futbolera del self made man y sus opiniones importan: siempre que hace algo hay un periodista cerca para publicarlo. En el vestíbulo de su oficina, en la “Ciudad deportiva Iván Zamorano”, hay decenas de portadas y notas de diarios que recuerdan su carrera y lo que va quedando de ella a sus 46 años. En varios de esos periódicos, Zamorano ha colonizado otras páginas, como las de farándula o las de política. En esta última sección, quedó registro de su más nefasta performance: ser el rostro del fallido TranSantiago bajo el gobierno de Michelle Bachelet. En un video de 35 segundos, el goleador explicaba cómo tomar la micro en un sistema que hizo agua desde el primer día. De allí que su rostro haya quedado vinculado con ese desastre público, y desde aquel episodio nunca ha vuelto a opinar de política y no acepta preguntas sobre el tema, ni sobre qué candidato lo seduce más para esta elección. Su momento –dice- está hoy con su familia y los negocios.

Zamorano se define como un emprendedor. A diferencia de Marcelo Salas, que es dueño de un equipo de fútbol, el capitán de Francia 98 pasa sus días moviendo los engranajes de su ciudad deportiva. No le ha ido mal y en marzo próximo inaugurará una nueva versión en Concepción. Cuando no está planificando el lanzamiento, se la pasa dando charlas motivacionales y de liderazgo en empresas, haciendo gala de lo aprendido en su época de capitán. Quienes lo contratan, ven en él a un hombre optimista: Zamorano cree religiosamente que el futuro siempre será mejor que el pasado, y ha aprendido a sacar dividendos de ello. Con esa actitud ha hablado frente a gerentes, ejecutivos y obreros, y a todos les ha predicado con el mismo sermón: lo importante no es el talento, sino la superación. Su anécdota favorita para aleonar a las alicaídas huestes empresariales, es la llegada de Jorge Valdano a la banca del Real Madrid en 1994.

-Fue el momento más difícil de mi carrera –confiesa compungido, de espalda a un muro donde cuelga un dibujo de María Alberó, unas fotos familiares y una serie de retratos de él con distintas figuras públicas: el Papa Juan Pablo II, Eduardo Frei, y Ricardo Lagos. “Estuve tres meses sin marcar un gol y cuando llegó Valdano me dijo que me buscara otro equipo”, agrega.

En la prensa de la época quedó registro de las duras palabras que Valdano le dedicó a “Bambam”. Durante una conferencia de prensa, el DT dijo: “mientras yo sea entrenador, Zamorano será el quinto delantero”. Allí apareció su personalidad en estado puro: “Yo le pedí una oportunidad, porque uno es el arquitecto de su futuro”, dice hoy al recordar esta historia, que concluyó con un final exitoso: fue goleador, campeón de la Liga y el quinto mejor jugador del mundo según la Fifa. Esa fue su sexta temporada en Europa, la mejor de todas. La primera la hizo en el Saint Gallen de Suiza, en 1988.

¿Qué cosas te llamaron la atención cuando llegaste a Europa por primera vez?
Era primera vez que salía de Chile y llegué al país más ordenado del mundo: Suiza. O sea, inventaron los relojes, así que los entrenamientos empezaban a las diez de la mañana justa y no había posibilidad de atrasarse. No como en Chile. Allá no se podía ni siquiera cruzar con luz roja, y te miraban feo si querías hacerlo. Una vez saqué algo del bolsillo y se me cayó un papel, y un niño de seis años me persiguió para pasármelo: ahí me di cuenta que allá es inconcebible que tires algo al suelo. Todo esto me sirvió mucho, llegar a un país donde todo funciona, donde todo es ordenado.

¿Qué es lo que más te asombró?
Que en el equipo en el que jugaba, de los 22 jugadores que había, 9 éramos profesionales y el resto tenía otras pegas. Tenía un compañero que era vendedor de seguros, él entrenaba en la mañana y trabajaba en la tarde. Es que el fútbol en Suiza en esa época no era tan profesional.

En ese tiempo el fútbol no era el negocio millonario que es hoy.
No, po’. Hoy el fútbol es millonario.

BURBUJA FUTBOLERA

¿En cuánto te compró el Saint Gallen?
Creo que fueron 550 mil dólares. Para la época, quizás mucha plata; pero para hoy, nada.

¿Qué hiciste con tu primer sueldo?
Junté la plata, porque quería comprarle una casa a mi mamá.

¿Te compraste un auto?
En Suiza me pasaban auto y casa, y acá me compré un Alfa Romeo 33.

Hoy, los grandes futbolistas están rodeados de lujos ¿está sobrevalorado el fútbol?
En el fútbol se gasta de acuerdo a lo que entra. A Gareth Bale lo compraron en cien millones de euros. Una locura, pero en tres meses, con las camisetas que vendieron en China, Japón, y en el mundo asiático, lo que se gastaron ya se pagó. Si bien es cierto que hay jugadores que juegan con el alma, hoy el fútbol se ha transformado en algo comercial, de negocios.

¿Eso te gusta o te disgusta?
No es que me guste o no, el fútbol, como todas las cosas, ha evolucionado. Los grandes equipos alrededor del mundo son una máquina de hacer lucas, y están manejados por sociedades árabes, tailandesas, inglesas o rusas. El fútbol se ha transformado en algo como un juguete, gente que tiene lucas y que se compra equipos de fútbol.

El chiche del gran empresario.
Si tienes lucas, la moda es comprarse equipos de fútbol. La televisión ha hecho su parte. Cuando yo jugaba, con raja había cinco cámaras para transmitir. Hoy hay 17 cámaras que te siguen, unas ven el sudor de Messi, otra la oreja de qué sé yo…

¿En algún momento esta burbuja va a reventar?
No sé, si esto sigue al mismo ritmo, no es de extrañar que Messi se vaya a otro equipo en 200 millones de euros. Pero como todo sector económico, que tiene altos y bajos, va a llegar un momento en que la economía mundial no va a estar a la altura del fútbol y ahí van a caer los traspasos y los sueldos.

¿Cuánto vale la imagen de un futbolista? ¿Se paga más por la belleza que por el fútbol?
Siempre se ha dicho que el Real Madrid compró a David Beckham por su pinta, pero uno nunca sabe. Para mí prevalece el tema deportivo, pero hoy el fútbol también es moda, publicidad… los clubes de fútbol son aliados de las marcas de publicidad.

¿Cuál es el rol del hincha en este negocio?
Al hincha le gusta que su equipo gane, si eso no pasa empiezan los problemas. Un ejemplo: Colo Colo. Cuando Borghi ganó cuatro títulos todo iba bien, cuando empezamos a perder nos dimos cuentas de todos los errores. Al hincha le gusta ganar siempre.

Tú eres embajador de la Unicef ¿Qué te parece que en el mercado del fútbol ahora se estén comprando y vendiendo niños?
Si viene el Real Madrid a buscar a mi hijo de diez años yo lo encuentro que es una cosa normal, pero todo niño tiene que tener un proceso -de niñez y de crecimiento- para que esto no se transforme en una mercancía. Pelearse por un niño que juega bien a la pelota, porque es una mercancía, es un error. Muchas veces son los papás de los niños los que los exponen. Ven a los hijos como los salvadores de la familia, y si tienen un futuro Messi en las manos, lo venden al mejor postor. La presión sobre niños de 12 años es inmensa: les dicen que si no debutan a los 18 años ya están fuera. Todos los clubes deberían tener estructuras formadoras, profesores, sicólogos, nutricionistas, porque este sistema genera mucha frustración.

Tú te fuiste a Europa a los 20 años ¿No hay una distorsión que se lleven a un niño a otro país a los 13 años?
Yo creo que sí, esto debería regularse más. Los cabros chicos futbolistas no deberían transformarse en una mercancía.

Al final, son niños trabajando.
Al final es fútbol, el problema es el hábitat al que lo llevai, la presión que le pones, y cómo los clubes confían las ganancias en el desempeño de un niño.

COLO COLO Y LA SELECCIÓN

¿A qué te hubieses dedicado en vez del fútbol?
Antes de ser futbolista me estaba preparando para ser profesor de educación física, di la prueba y no me fue tan bien. En ese tiempo jugaba en Cobresal.

¿Era difícil entrar a la universidad en ese tiempo?
Sí, por lucas, y yo creo que hoy también. Las familias hacen esfuerzos terribles para que sus hijos estudien. A mí me hubiese gustado estudiar en la universidad. Nunca fui bueno para las matemáticas, pero he hecho algunos cursos para ponerme a la altura de lo que tengo como emprendedor, para entender más los números.

Hace un tiempo dijiste que ibas a hacer el curso de entrenador.
El año pasado, pero no lo hice. Uno pone y Dios dispone… no sé cómo es la frase, pero para mí es importante hacer el curso. Me llaman todos los años de equipos de Suiza, Emiratos Árabes, para ofrecerme ser entrenador.

¿Y de acá de Chile?
He tenido reuniones con Blanco y Negro: el año pasado y este año también, pero no llegamos a nada, íbamos en direcciones opuestas.

¿Por?
Yo tengo mi manera de trabajar, y ellos no estaban con los objetivos claros. Querían alguien que diera la cara, y yo les dije que estaba para hacerme cargo de procesos, para engrandecer a Colo Colo.

¿Cómo lo ha hecho Blanco y Negro?
En el último tiempo se ha equivocado mucho. Siempre tienen una lucha interna y no tienen claro por qué están en Colo Colo. Todos los equipos de fútbol pasan por momentos difíciles, pero nosotros llevamos dos años y medio. Allí hay algo más profundo.

¿Saben de fútbol los directores?
De todo, hay algunos que no saben y otros que sí.

¿Vas al estadio?
Sí, voy con mi hijo que tiene cinco años. Sabí lo que pasa, los compañeros de mi hijo son todos de la Católica o de la Chile. En 15 años más todos estos cabros chicos van a seguir siendo del mismo equipo, y qué va a pasar con la hinchada de Colo Colo.

¿Colo Colo va a dejar de ser el equipo más popular de Chile?
No vamos a dejar de ser el más popular, pero tal como un niño obeso es un adulto obeso, un niño de la Chile es un adulto de la Chile. Yo le traspaso a mi hijo, que tiene cinco años, que en el fútbol se pierde o se gana, pero el equipo es para toda la vida, no se cambia. Yo tengo amigos para los que Colo Colo es más importante que la señora, han estado en el estadio viendo un partido y la señora teniendo un hijo en la clínica: ese es Colo Colo.

¿Te gustaría dirigir ahora a Colo Colo?
No sé si entrenar, pero trabajar allí. Me gustaría ser director deportivo de Colo Colo.

¿Qué técnico necesita Colo Colo?
Colo Colo necesita a Bielsa, sería ideal, pero no creo que llegue.

Bielsa le cambió la cara a la selección. Gran parte de lo que hoy es el equipo tuvo su origen en ese proceso. ¿Tenemos la mejor selección de la historia?
Es malo ponerle etiquetas a las cosas. Yo creo que tenemos una generación dorada. Siempre hemos tenido grandes jugadores, pero nunca tantos como ahora.

¿Te hubiera gustado jugar más en esta selección que en la que fue a Francia?
La etapa de la selección fue la más linda de mi vida. Claro que me hubiese gustado que me entrenara Bielsa o jugar con Sánchez, pero ser capitán de la selección nunca me lo soñé. Estar en un mundial y ganar una medalla de bronce en una olimpiada para mí es una alegría inmensa.

¿Para qué cosas está el equipo que tenemos?
Me gusta escuchar a los jugadores decir que quieren ser campeones del mundo. Tenemos equipo pera estar dentro de los ocho mejores del mundial.

MEJOR EDUCACIÓN
¿Qué te han parecido los distintos movimientos sociales que se han levantado en el último tiempo?
Lo encuentro fantástico. Tengo tres hijos que el día de mañana van a estudiar y tengo que preocuparme. Yo tengo familiares que no pudieron entrar a la universidad por lucas y estos movimientos sirven para cambiar las cosas. Donde no estoy de acuerdo es en la violencia. Los encapuchados que rompen las hueás, no me jodai…

¿Qué te provoca ver a los encapuchados?
Pena, porque destruyen. Un encapuchado que tira piedras y rompe un negocio está mal.

¿Has salido a marchar?
No, pero tengo familia que sí, y eso está bien. En Argentina todo el mundo alega y acá ahora estamos haciendo lo mismo. Ojalá que esto sea positivo y que los tipos con la capucha no lo echen a perder, porque la meta es mejorar la educación y no romper vidrios o semáforos.

¿Estás de acuerdo con la gratuidad en la universidad?
Deberías preguntarle a un experto, pero espero que la gente que no tenga la posibilidad de estudiar por falta de lucas lo haga igual. Hay que hacer esos esfuerzos.

¿Es muy injusto Chile?
A todos nos gustaría una mejor sociedad, salud y educación, y para eso necesitamos acuerdos. En Argentina la gente comparte entre ella. En la universidad puedes ver al hijo del que levanta basura con el hijo de un empresario. Son iguales, debaten. Eso deberíamos construir acá. Los países sólo mejoran con educación.

¿Para eso hay que pagar más impuestos?
Puede ser. Uno debería contribuir con todos los cambios que son avances para el país.

¿Qué piensas de las drogas? ¿Estás a favor de la legalización de la marihuana?
No, porque tengo amigos que fumaron marihuana y se cagaron la vida.

¿Nunca has fumado?
Nunca. Cuando chico mis amigos fumaban, pero yo siempre dije que no, y el hueón que me ofrecía no era mi amigo. Seamos claros, la marihuana te abre a otras drogas, esa es mi experiencia.

¿Estás a favor del matrimonio entre homosexuales?
Viví 15 años en Europa, por favor, tengo la mente muy abierta, esto para mí no es tema.

Pero no existe el futbolista que haya asumido su homosexualidad públicamente.
No, nunca tuve ningún compañero que dijera que era homosexual. No sé cómo habría reaccionado el camarín en un caso así.

MODA Y FARÁNDULA
¿Cuáles son tus lujos?
Viajar. Para el 18 de septiembre me fui a México. Cuando jugué al fútbol tuve la oportunidad de conocer casi todo el mundo: viví en Suiza, España, Italia y México.

¿Te gusta comprar ropa?
Sí, pero no soy de los que se compra una prenda para ponérsela una vez. Me gusta la ropa con la que me veo bien. La marca es lo de menos, aunque hay marcas que me quedan bien. A todos nos pasa, a veces decí: “la ropa de esta marca me queda espectacular”. Y esa me compro.

¿Qué marca te queda bien a ti?
Armani. Cuando me gusta algo y me queda bien me lo compro.

¿Cómo descubriste que Armani te quedaba bien?
En la tienda, me queda bien.

En Italia la moda importa harto.
Si, po’. Milán es la ciudad de la moda. Es que la moda tiene que ver con una actitud.

En la TV siempre analizan tu look.
Sí, pero yo me río nomás. Uno se corta el pelo y me pongo gafas, porque soy corto de vista, y dicen que cambié el look.

El Zamorano Hipster.
Sí, pero no cambié el look. Me corté el pelo y uso lentes porque estoy ciego.

Cuando tú jugabas fútbol los peinados no eran tan exóticos como ahora.
No, po’. antes salías de la ducha y chao. De hecho, yo jugaba con el pelo mojado. Hoy los cortes de pelo y la barba son a la moda. A mí me daba vergüenza quitarme la polera, y hoy los jugadores se la quitan y están llenos de músculos.

¿Qué daño le ha hecho la farándula al fútbol?
La farándula le hace daño a las personas, no al fútbol.

¿Te has sentido perjudicado por la farándula?
Yo respeto todo tipo de trabajo, a mí lo que me carga es la mentira y, a veces, la farándula está rodeada de mentiras y rumores.

En un programa de farándula te acusaron de violencia física y sicológica.
No fue un programa, fue una persona la que me acusó de eso.

Kenita Larraín. ¿Nunca quisiste desmentir lo que ella dijo?
Sí, lo expliqué con un comunicado.

¿Eso te afecta?
Hoy no me afecta nada.

¿Tienes mala relación con Kenita?
Sin comentarios, no tengo saliva pa’ comentar de esa clase de persona. Yo tengo 46 años y la he vivido toda. A mí como ser humano no me pueden quitar mi esencia. De mí han hablado 10 mil hueás, pero el cariño y afecto de la gente no me lo pueden quitar. Esa es mi esencia: un compadre de La Legua que llegó a jugar en el Real Madrid y en el Inter, con su esfuerzo. No tengo tiempo para preocuparme de lo que dicen en la tele.

¿Por qué esta relación tan amistosa entre futbolistas y modelos?
No sé. Los futbolistas siempre han estado con modelos, esto no es de ahora. Lo que pasa es que hoy te sigue la farándula. ¿Los del mundial de 82 no andaban con modelos? Todos andaban, po’.

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