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Opinión

13 de Diciembre de 2013

Las recetas del Laguismo a Bachelet para que gobierne

Ernesto Ottone y Jaime Gazmuri, integrantes del círculo de hierro del fundador del PPD -quien ayer lanzó el primer tomo de sus memorias-, coinciden en que Michelle Bachelet va a ganar con un porcentaje en torno al 55% de los votos este domingo, lo que le daría el sustento político para iniciar con fuerza su gobierno. Ambos asesores, junto al senador Ricardo Lagos Weber y otros integrantes clásicos del Laguismo, recomiendan a la ex Mandataria actuar rápidamente en el envío de proyectos de Ley en los tres primeros meses de gobierno, para llegar a fiestas patrias con un piso de transformaciones ya realizadas y dar paso a la difícil discusión constitucional.

Richard Sandoval
Richard Sandoval
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Ernesto Ottone no sólo es uno de los mejores amigos de Ricardo Lagos. El cientista político tenía razones más allá de la amistad para acompañar al ex presidente en el lanzamiento del primer tomo de sus memorias, que se realizó ayer en el Centro Cultural Gabriela Mistral. Durante los seis años que el país estuvo en las riendas del fundador del PPD, Ottone fue su jefe de asesores de La Moneda. El temido segundo piso, por donde pasaron las decisiones más importantes del sexenio.

Por eso, Ottone habla con autoridad cuando compara las condiciones difíciles en que partió el gobierno de Lagos, con el contexto que encontrará Michelle Bachelet en marzo, si este domingo vence a Evelyn Matthei en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. De paso, descarta de lleno la “campaña de terror” de la derecha sobre la baja en las inversiones económicas a partir del programa de gobierno de la Nueva Mayoría, y da su parecer sobre lo que debe hacer Bachelet para asegurar un gobierno eficiente.

“Nosotros creíamos al comienzo de nuestro gobierno que íbamos a crecer mucho, porque pensábamos que la crisis asiática estaba terminando, y no fue así. América Latina hasta el 2002 estuvo en una situación terrible. Argentina cayó 10 puntos, Venezuela 11, Uruguay 10, y nosotros tuvimos que mantener la economía caminando. Fue como un partido de fútbol en que pensábamos tener un buen ataque y tuvimos que tener una buena línea defensiva. Bachelet no creo que la tenga tan difícil. Nosotros tuvimos el dólar a 60 centavos. Yo creo que Michelle Bachelet va a tomar este ciclo con un enorme apoyo, con grandes posibilidades y con una economía que, si bien va a estar en un ciclo más bajo que el actual, ya es de un nivel superior”, comenta Ottone.

Respecto de cómo debe actuar Bachelet para tener éxito en la concreción de su programa, que busca cambios en educación, tributos, trabajo y constitución, Ottone considera que “las claves son dos. Una es su convicción; ella tiene que actuar rápido en base al tremendo apoyo con que resultará electa, sobre todo en los seis primeros meses, que van a ser muy importantes. Y segundo, los partidos que la apoyan se tienen que dar cuenta frente a la tarea histórica que están. Espero que entiendan que no hay espacio para la mezquindad (…) Yo no veo el movimiento social como un peligro, creo que hay que tender pasarela entre movimiento social y sistema político. Y eso es lograble”.

Ottone estima que el rendimiento electoral de la ex directora de Onu Mujer va a estar “arriba del 55%” y que es muy probable que el número de votantes sea menor que el de la primera vuelta, lo que arrojará cómputos muy tempranos, a su juicio. “Pero cuidado con la trampa de la ilegitimidad. En los sistemas de voto voluntario la legitimidad no está dada por el número de votantes, sino por las reglas democráticas. Así que esa chiva de la derecha, que se puede empezar a dar como justificación, es falsa absolutamente. Estas son las reglas del juego de la democracia. Nadie pone en cuestión que en Estados Unidos los gobernantes sean elegidos con el 40% de los votantes”, sentencia.

Según otro estrecho colaborador de Lagos en su gobierno, los 100 primeros días serán claves para que Bachelet dé una señal de voluntad política para concretar los cambios que plantea. “Con las mayorías que hay en la Cámara y en el Senado, todos los proyectos de Ley que con esa mayoría se pueden sacar, hay que enviarlos al Congreso. Esperar no tendrá ningún sentido, porque la gente está esperando que esas promesas se cumplan. Yo estoy confiando en que en los primeros 100 días vamos a tener presentados todos los proyectos que con las mayorías logradas se pueden aprobar. El arranque va a ser muy importante, porque el envío de los proyectos va a ser una señal muy clara de que la voluntad política va a estar”, dice.

En la misma línea, el senador Ricardo Lagos Weber, pilar del laguismo al interior del PPD, sostiene que “la clave va a ser cumplir con las 50 primeras medidas para los primeros 100 días de gobierno. Por sobre, todo el proyecto de reforma educacional y el de tributaria. Junto con las otras 48 medidas, pero esas dos son fundamentales y tienen que estar en los primeros tres meses los detalles finos de qué es lo que propone”.

Por su parte el ex senador Jaime Gazmuri, socio desde los 80 de Lagos al interior del PS, considera que si Bachelet triunfa el domingo, el próximo gobierno “no será un gobierno de continuidad, ni siquiera del de ella. Porque así como a comienzos de los 90 el país enfrentaba la necesidad de iniciar un proceso de reformas democratizadoras para garantizar la democracia en Chile, hoy día es indispensable una nueva ola de reformas en todos los planos para hacer de la democracia chilena, efectivamente una democracia avanzada, y para enfrentar el gran déficit de los 20 años de Concertación: la desigualdad”

Sobre la fórmula para sortear con éxito el probable segundo período de Bachelet en La Moneda, Gazmuri apunta que “el primer año debe ser de mucha iniciativa, con la necesidad de una gran interlocución con la sociedad civil, y que inicie rápidamente un proceso de reformas profundas, partiendo por la educación. Lo fundamental va a ser traducir el programa en una carta de navegación para los cuatro años, mantener la coherencia de la Nueva Mayoría, que tiene una mayoría en las dos cámaras que permiten despachar una buena parte de los contenidos programáticos”.

“En el segundo semestre, en tanto, se debe iniciar un proceso amplio de debate en todo el país para generar las condiciones que nos permitan cambiar la constitución. Este gobierno va a tener que administrar reformas inmediatas, como la tributaria y educacional; y la tarea de la constitución, que es más difícil y va más allá de las mayorías logradas en el congreso, requiere generar un amplio acuerdo nacional, superior al que tenemos. En ese sentido, la decisión política de la presidenta, de mantener el tema en la primera línea de la agenda pública -que es lo que está haciendo ahora- va a ser fundamental”, añade Gazmuri.

El propio ex Presidente Lagos, por su parte, ideólogo de una forma política que reinó en la década pasada y que hoy descansa ante el estilo más dialogante de Bachelet, explica por qué la candidata de la Nueva Mayoría debe aplicar la fórmula del cambio. “En mi gobierno no alcancé a hacer todo lo que quise hacer. El contexto era distinto. Hoy día podemos permitirnos soñar mucho más, porque estamos mucho más consolidados. Y por lo tanto podemos atrevernos a pensar cosas que son realizables, que antes no pensábamos que eran realizables. Ese es el desafío de la próxima elección”.

Ver también: Ricardo Lagos sobre su gobierno: “No alcancé a hacer todo lo que quise hacer”

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