Diputado UDI Ernesto Silva: “No soy el heredero de Jovino”

En el gremialismo todos mencionan al diputado Ernesto Silva -hijo del homónimo fundador de la UDD, fallecido en 2011- como una de las cartas seguras para competir por la presidencia de la UDI. Dicen que es mateo y responsable, como pocos, y que además cuenta con el respaldo del senador Jovino Novoa, el coronel que pesa como general en el partido. En su contra juega que tiene poco carisma -“es más bien tímido, ¿has visto como se pone rojo siempre?”, apunta una diputada de la colectividad- y que lleva poco tiempo en la primera línea, pero aún así cuando se pregunta por cómo se definirá la elección o nominación de la directiva (cualquiera de los dos métodos es válido en la UDI) en mayo, Ernesto suena como apuesta segura.

Él no lo confirma ni lo descarta, pero apunta con claridad a que antes de saber quién encabezará la colectividad es preciso definir un proyecto político para los próximos 12 años y también asegura que es hora de dejar de poner en agenda la repartición de culpas por la derrota electoral. “La Concertación tuvo una candidata como Michelle Bachelet, con una alta popularidad y nosotros, aunque tuvimos un buen gobierno, como coalición tuvimos un déficit político y eso nos tiene que ayudar a sacar lecciones para adelante. Nada que genere divisiones ayuda a mejorar estos aspectos en el futuro”.

-Compartes el planteamiento de Andrés Allamand de que el Presidente Sebastián Piñera tiene la culpa de la paliza en la presidencial.
-Creo más bien que tenemos que cuidar la obra de este Gobierno, porque para criticar la Concertación lo hace suficientemente bien, y lo que tenemos que hacer es proponer un proyecto atractivo para el país. Las reflexiones de esta etapa tienen que ser conducentes a dar pasos hacia el futuro, y uno puede revisar lo que ha hecho mal con la mirada puesta en no volverse a equivocar. Cuando ese es el prisma de las críticas, vamos en la línea correcta; si el foco es atacar a una persona o asignar cuotas de culpa, es del todo negativo.

-¿Y en la UDI cuál es a tu juicio la reflexión necesaria en esta etapa?
-Nosotros lo que tenemos que hacer es seguir un itinerario de trabajo. Tenemos en primer lugar este consejo directivo ampliado de enero, luego hay que ver cómo podemos abrir espacios para que quienes dejan el gobierno tengan un lugar en la UDI y en tercer lugar revisar nuestros planteamientos políticos sociales.

-Novoa ya adelantó que en cuanto a políticas públicas la UDI no apoyará ciertas reformas, habló, por ejemplo, de que Chile no es país para asambleas constituyentes. ¿Te representa esa visión?
-Creo que Chile es un país que ha ido progresando y tiene mucho por mejorar. No comparto el diagnóstico de quienes creen que hay que hacer todo de nuevo, no lo creo. No veo una marea de votación ni un llamado ciudadano potente para construir desde cero o de hacer, por ejemplo, a través de una asamblea constituyente una nueva constitución. Sí creo que todos los temas deben ser debatidos en el Congreso. Soy partidario de una agenda de debates sin exclusión donde todos planteemos nuestros puntos de vista. Ahora, no se puede imponer la visión minoritaria de un grupo radicalizado de izquierda y me gustaría que el nuevo gobierno pasara de las consignas al contenido de las reformas que está proponiendo.

-¿A qué te refieres?
Simple. Cuando hablan de cambiar la Constitución quiero que me digan exactamente qué quieren cambiar y por qué; cuándo mencionan una reforma tributaría, ¿qué se está planteando exactamente? Porque los impuestos son instrumentos, no son un fin. Hay que conocer qué se están proponiendo porque la discusión ideológica de fondo: hay quienes ponen en duda la estrategia que Chile ha adoptado para conseguir más progreso y bienestar. Ese es el debate subyacente.

-Y tú eres partidario de mantener el sistema como está ¿o no?
-Chile ha tenido un proceso de mejoras continuas y yo me siento identificado con ese sistema. No creo en experimentos radicales de partir todo de nuevo como algunos plantean. Creo más bien en razonar, en que las propuestas se contrasten para buscar qué es lo mejor para el país. Estamos esperando que Michelle Bachelet defina qué agenda va a proponer para fijar una posición.

-Cuando hablas de agenda abierta, ¿incluyes temas como el aborto y el matrimonio homosexual?
Ya se han debatido de esos temas. Mi posición no tiene por qué ser en estos temas la misma que los grupos de izquierda, mi preocupación es que nos busquen imponer una mirada. Sobre el aborto, soy partidario de la vida, de la conveniencia de respetarla siempre, en todo momento. Y respecto del matrimonio, es una discusión que el AVP ya ha deslizado. Creo que el matrimonio es entre un hombre y una mujer.

LA INTERNA

“Tenemos que seguir un plan de trabajo lógico que es ponernos de acuerdo en qué queremos hacer y luego cómo lo implementamos. En eso tenemos que participar todos, en cualquier rol”, asegura Silva cuando es consultado sobre su disponibilidad para encabezar la UDI, más categórico es sobre la predilección que su nombre generaría en Novoa.

-Se ha dicho que eres el heredero de Jovino. ¿Te sientes así?
-No creo en los derechos sucesorios en política, así es que no, no soy el heredero de Jovino. Ese tipo de miradas son visiones conservadoras y retrógadas, no hay jerarquía en la construcción de liderazgos. Yo me siento cercano a la gran mayoría de quienes han estado en la conducción del partido, que ha apostado por lo colectivo.

-Se ha hablado también de la renovación de liderazgos y de que tú podrías encabezar la próxima mesa
-La renovación de liderazgos no es un problema de carnet de identidad, tiene que ver con los desafíos que nos planteamos y quiénes pueden conducirlo. La UDI tiene una gracia: una vez que define con nitidez el proyecto puede disponer de distintos liderazgos para llevarlo adelante, todos tenemos que estar disponibles para la definición y la conducción del proyecto de la UDI.

-¿Y cuál debe ser ese proyecto?
-Este es un proceso que se construye. Estamos en circunstancias históricas especiales: fuimos gobierno, perdimos la sucesión, tenemos una representación municipal y parlamentaria importante, aunque se ha visto disminuida, y estamos en un país que ha cambiado y donde la ciudadanía nos exige más. Creo que la UDI debe volver a activarse hacia los sectores populares y emergentes; lo segundo, es que tiene que tener una lógica de propuestas de futuro; y tiene que ser convocante por un estilo de hacer política, donde prime lo colectivo, sobre lo individual.

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