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Opinión

10 de Marzo de 2014

El aterrizaje de la cabeza de Revolución Democrática al gobierno de Michelle Bachelet

El movimiento político nacido al alero del NAU y la figura de Giorgio Jackson, tendrá representantes en puestos claves para llevar adelante las reformas prometidas por la Nueva Mayoría, en específico en el ministerio de Educación. Tras una relación de dulce y agraz durante el 2013, RD se apresta a tener una "colaboración crítica" con el nuevo gobierno y a incidir de lleno en una de las reformas más esperadas por la sociedad chilena.

Ricardo Ahumada
Ricardo Ahumada
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Una semana y media antes que el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, anunciara en una entrevista con radio ADN como posible asesor del ministerio a Miguel Crispi, ex presidente de la Feuc y ex coordinador general de Revolución Democrática, el movimiento ya estaba instalado en el edificio del pasaje Valentín Letelier.

Fue Gonzalo Muñoz, ex encargado del área educacional de RD, quien participó la última semana de febrero del proceso de traspaso del Mineduc el que inauguró el aterrizaje de los “revolucionarios” al gobierno de la Nueva Mayoría.

Quizás porque no es su debut en reparticiones públicas, el anuncio de Eyzaguirre de contar con Crispi, además del ex presidente de la Fech Rodrigo Roco, provocó un efecto casi inmediato en el movimiento estudiantil por la colaboración que ahora tendrían actores clave del debate educacional durante este año. Y más aún, sobre la participación de Revolución Democrática en el gobierno de la Nueva Mayoría.

Conocidos

“Estaré contento de asumir tanto apoyos como críticas cuando enviemos proyectos, pero no sobre la base de subjetividades”. Esa fue la frase con la que el futuro mandamás del ministerio de Educación respondió a las críticas y comentarios varios que generó el anuncio de Crispi al equipo de colaboradores de Eyzaguirre.

En parte, porque si bien el nombramiento de Crispi fue sorpresivo y generó repercusión en el mundo estudiantil, no es un nombre ajeno. Ex militante del PS, partido al que renunció en 2012 antes de fundar Revolución Democrática, es además hijo de Claudia Serrano, quien fue ministra del Trabajo y Previsión Social de Michelle Bachelet.

Pero más importante aún fue su trabajo en la Fundación Dialoga, base del bacheletismo. Ahí Crispi se desempeñó como director del Área Jóvenes y Nuevos Liderazgos, lugar que también dejó para dedicarse a la construcción del movimiento político que dirigió hasta enero pasado.

De esa forma, junto a Muñoz, serán parte del staff encargado de llevar adelante la reforma educacional que desde el próximo martes tendrá 99 días para ser presentada en sociedad. Muñoz, sociólogo y académico de la Facultad de Educación de la Universidad Diego Portales, se desempeñó desde octubre de 2012 como miembro del Consejo de la Agencia de Calidad de la Educación, instancia creada al alero de la Ley de Aseguramiento de la Calidad de la Educación -promulgada por Sebastián Piñera- y que es encargada de delinear mejoras en política educacional.

A ellos, se sumarían en los próximos días nombres en otras reparticiones, como la Secretaría General de la Presidencia.

Colaboradores críticos

Las relaciones entre RD y el conglomerado que asumirá la administración del Estado mañana no es nueva, ni ha sido pacífica todo este tiempo. De hecho, tuvo episodios de dulce y agraz el año pasado, durante la campaña presidencial.

La primera de ellas fue cuando la actriz y productora Javiera Parada Ortiz presentó su renuncia como encargada de cultura del comando de Michelle Bachelet el 3 de mayo pasado, luego de que los partidos políticos del conglomerado no llegaran a acuerdo para definir mediante primarias legales a sus candidatos parlamentarios.

Días antes, y por esta misma razón, el ex dirigente estudiantil y diputado electo, Giorgio Jackson, anunció que seguiría su camino electoral como independiente fuera de pacto. Eso sí, meses más tarde, los mismos partidos decidieron no competir y dejarle el camino libre a Jackson, después de gestiones directas del bacheletismo.

Sin embargo, durante este tiempo fueron varios los colaboradores de RD que participaron en el comando presidencial. Francisco Pinochet, en el comando juvenil, fue uno de ellos. Pinochet, cercano al diputado electo por Santiago, fue uno de los coordinadores de la actividad en la que dirigentes estudiantiles llamaron a ser partícipes de las elecciones el año pasado.

Además, nombres como Julián Parra, Natalia Jiménez, Marcos Chilet y Nicolás Rebolledo también tuvieron una destacada participación en el comando.

A pesar de esto, el actual coordinador general de Revolución Democrática, Pablo Paredes, dice que el movimiento mantendrá la independencia y seguirán teniendo una relación de “colaboración crítica” con el gobierno que asume mañana.

“Todo esto nosotros lo leemos como una súper buena señal porque es un guiño al tipo de propuestas que tenemos, para hacer una reforma más profunda”, dice Paredes, quien además no duda en descartar de cuajo un ingreso de RD a la Nueva Mayoría.

Eso sí, se apura en señalar que si bien es una señal positiva para las transformaciones que abogan en RD, no es un garantía. “Es una señal positiva, sí. ¿Garantiza el proceso? No, pero de todas formas hace algunos años pensar que estos nombres -o lo que representan- podían influir en una reforma educativa, era imposible”, señala.

En la misma línea, el diputado electo por Santiago, Giorgio Jackson, dijo que es una buena noticia porque “acá no hay una conversación entre conglomerados o entre colectivos políticos, agregando que su independencia en el Congreso no está en discusión.

Por último, celebró la llegada de sus compañeros de militancia al Mineduc y agregó que “creo que habla bien tanto de Valentina Quiroga y Nicolás Eyzaguirre el querer asesorarse”.

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