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7 de Junio de 2014

Colegios subvencionados: así operan los siete grupos de “megasostenedores” que lideran el negocio.

CIPER Chile revisó las cifras oficiales de los ingresos que recibieron en 2013 los sostenedores de colegios particulares subvencionados de la Región Metropolitana, y descubrió que en muchos casos se repiten los mismos propietarios bajo distinta razón social. Desenmarañando la madeja del “multirut” de los sostenedores, identificamos a los siete grupos que reciben más subvenciones: $62.371 millones en total. Una de las fórmulas que usan para sacar utilidades es pagar servicios o arriendos a sociedades de su misma propiedad. Sepa quiénes son y cómo operan los empresarios que lideran el negocio.

Por

Walter Oliva

CIPER Chile revisó las cifras oficiales de los ingresos que recibieron en 2013 los sostenedores de colegios particulares subvencionados de la Región Metropolitana, y descubrió que en muchos casos se repiten los mismos propietarios bajo distinta razón social. Desenmarañando la madeja del “multirut” de los sostenedores, identificamos a los siete grupos que reciben más subvenciones: $62.371 millones en total. Una de las fórmulas que usan para sacar utilidades es pagar servicios o arriendos a sociedades de su misma propiedad. Sepa quiénes son y cómo operan los empresarios que lideran el negocio.

Walter Oliva es un democratacristiano que no está a gusto con el programa de Michelle Bachelet. Y se entiende, porque Oliva –quien fue vicepresidente de la DC en la directiva que encabezó Soledad Alvear-, es sostenedor de colegios particulares subvencionados, un negocio que Bachelet quiere clausurar con uno de los proyectos eje de su gobierno: la reforma que elimina el lucro con recursos públicos en la enseñanza básica y secundaria. En 2013, según los datos del Ministerio de Educación (Mineduc), los ocho colegios de Walter Oliva Munizaga recibieron $6.890 millones en subvenciones. De ellos, $1.312 millones correspondían a la Subvención Escolar Preferencial (SEP) destinada a mejorar las condiciones de aprendizaje de alumnos “vulnerables”, es decir, los más pobres. Como la ley obliga a ocupar la totalidad de los recursos SEP exclusivamente en mejoras educativas, prohibiendo en la práctica el lucro con ese dinero, algunos sostenedores dieron con la fórmula para obtener utilidades de los fondos SEP que el Estado les confía. Oliva es uno de ellos.

CIPER indagó esas fórmulas no escritas que aumentan las utilidades de los sostenedores, identificó a los siete principales grupos de “megasostenedores” que operan en la Región Metropolitana y cuantificó los recursos estatales que reciben. Walter Oliva encabeza uno de esos siete grupos, los que en conjunto captaron en 2013 una suma total de subvenciones que superó los $62.371 millones. La cifra equivale a más del 10% del total de recursos públicos ($604 mil millones) que se repartieron el año pasado entre los 2.076 colegios particulares subvencionados de la región (vea la nómina de todos los sostenedores de la Región Metropolitana con sus ingresos en 2013) .

Aunque las cifras que maneja el Mineduc indican que cerca del 80% de los sostenedores administra sólo un colegio y muchos de ellos lo hacen con dificultad para cuadrar su caja, en el 20% restante hay algunos que operan varios establecimientos y logran economías de escala que les permiten obtener mayores utilidades. Además de las ganancias que consiguen con la subvención, muchos de ellos contratan distintos servicios con sus empresas relacionadas y declaran gastos genéricos que aprovechan las exenciones tributarias reservadas para los establecimientos subvencionados. Sobre este tipo de sostenedores han puesto el foco los expertos del Mineduc que planifican la reforma.

Según las estimaciones ministeriales, el monto global del lucro en el sistema particular subvencionado, supera los US$300 millones anuales. Esa cifra equivale a cerca del 50% del volumen total que reciben los colegios privados con subvención estatal por concepto de “financiamiento compartido” (copago de los apoderados).

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