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Mundo

29 de Junio de 2014

La pesadilla mexicana

Minuto 87′ del partido y México ganaba uno a cero frente a Holanda en los octavos de final del Mundial. Después del gol, convertido en los primeros momentos del segundo lapso, los mexicanos se echaron para atrás y durmieron el partido, cuestión que logró aprovechar Holanda para empatar. Pero nadie, nadie, nadie, se podía imaginar […]

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Minuto 87′ del partido y México ganaba uno a cero frente a Holanda en los octavos de final del Mundial. Después del gol, convertido en los primeros momentos del segundo lapso, los mexicanos se echaron para atrás y durmieron el partido, cuestión que logró aprovechar Holanda para empatar.

Pero nadie, nadie, nadie, se podía imaginar que en el minuto 92′ el árbitro cobraría un penal a favor de Holanda, que Huntelaar no titubeó en convertir en gol, y las últimas esperanzas de ir a un alargue se esfumaran en un segundo. Y ahí, empezó la pesadilla mexicana. De un suácate, los charros dejaban el canto y terminaban eliminados, a puro llanto, por sexta vez en octavos de final.

Tuvo el mismo dramatismo que la definición a penales del Brasil Chile. Los tópicos eran casi idénticos. El débil le ganaba al fuerte y la selección chica jugaba mejor, con la única diferencia que no enfrentaban al local, pero sí a una selección favorita para el título y que había demostrado mucha más calidad que los dueños de casa. Los ingredientes eran los perfectos para una epopeya: México se paró como un equipo grande -como lo hizo contra Brasil- y estaba a punto de dar vuelta el tablero… ¡pero! llegó el balde de agua fría: o la rápidez de Robben para obligar a que le hicieran falta, o, sencillamente su habilidad para actuar y la blandura de un árbitro que se dejó llevar por el equipo grande.

El penal a Robben y que terminó con el dos a uno fue dudoso. Unos dicen que fue, otros que no. Miguel Herrera, técnico cuate, no tuvo dudas.

“El motivo (para que el Tri se vaya a su casa) lo tuvo el señor del silbato, es el que nos deja fuera del Mundial porque si bien su primer gol (de Holanda) es bueno y es por descuido, era un partido para irse al alargue, replantearnos en esos minutos, pero si el árbitro te condiciona y marca faltas que no eran y al final inventa penales que no son”, manifestó molesto.

Por si fuera poco, Arjen Robben, uno de los mejores jugadores de la Copa, pero detestado por gran parte del público mexicano, puso el dedo en la llaga y reconoció que se tiró piscinazos más de una vez durante el partido. “Quiero disculparme. Me tiré. A veces, esperas que te den, pero no debería haberlo hecho. Fue estúpido”, eso sí, aclaró que no se refería al penal que le dio el triunfo a los holandeses. Pero el Rafa Márquez, autor del penal, tuvo otra versión: “(Robben) me dijo que no fue penal, pero que uno de los anteriores sí habían sido. Yo creo que no es falta. Siento que toco el suelo pero no lo tocó a él, él me toca a mí”, dijo el experimentado defensa.

Haya sido penal o no lo haya sido, los mexicanos, ahora, están en medio de la pesadilla más grande que puede vivir un equipo de fútbol: sentir en el paladar el gustito de un triunfo estúpidamente histórico y que se te vaya de las manos, así, como arte de magia, a noventa 180 segundos del final. A fin de cuentas y como decía el Chavo, simplemente y sin más, se les chispoteó.

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