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Cultura

28 de Julio de 2014

Macarena Ahumada y sus esculturas en lana: “Me gustaría tejer a Pinochet en silla de ruedas con el pantalón hasta el cuello”

La Warra de las Galaxias, como se hace llamar en las redes sociales, vendría siendo algo así como la joven manos de aguja. O, como le gusta autodefinirse, la Mac Gyver a crochet. Con tan solo una aguja y un ovillo hace maravillas. Tiene su versión en lana de Gladys Marín, Salvador Allende, el Papa Francisco y de la selección chilena que incluye a Gary Medel con su pierna vendada y Arturo Vidal con sus tatuajes.

Macarena Gallo
Macarena Gallo
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Macarena-Ahumada-foto1-cristobal-olivares

fotos: Cristóbal olivares

Casi nunca hace mascotas. Tienen muchas patas y le da una lata tejer muchas patas. Tampoco le gustan los personajes de Disney o los Simpson. Son muy repetidos. Lo de Macarena Ahumada, diseñadora teatral de la Universidad de Chile, son las escenas bizarras, los monstruos, la sangre. Es Rocky Balboa dándole combos a un pedazo de carne fresca. O Linda Blair, de El Exorcista, con la cabeza dada vuelta y chorreando sangre por su rostro. Es el horror visto con la ternura de la lana. “Qué más tierno que la lana, que suele ser asociado a la abuelita, al abrazo, al chaleco. Por más sangre a borbotones que tenga un muñeco sigue siendo lana, ¿cachai? Si hago el asesino de la sierra, da lo mismo cuánta sangre tenga, porque es lana. Nada de lo que pueda hacer en lana, alcanzará a verse hardcore.

Es jugar con ese contrapunto. O lo mismo, cuando hago robots, como un Transformer que tejí, que me encantan, qué menos tecnológico que la lana. Lo mío es descontextualizar el uso que se le da a la lana y llevarlo al extremo”, reflexiona.

gladys marin en lana

allende en lana

No sólo corre sangre, en lana, por sus trabajos. Macarena Ahumada lleva todo su imaginario cultural al tejido. Su universo es infinito. Son momentos históricos que quiere dejar inmortalizados en muñecos. “Es ilimitado lo que puedo hacer. Es como Los Simpson y Springfield que tiene todo tipo de personajes. Bueno, en mi Springfield cae básicamente todo…Es como lo que hizo Pinilla con su tatuaje – te fuiste en volá- pero bueno. Es así. Es perpetuar un momento. Me parece muy bonito eso”.

sampaoli

Macarena Ahumada, que tiempo atrás hizo la dirección de arte de la obra “Terremoto de Chile”, de Manuela Oyarzún -donde tejió absolutamente todo: desde linternas para la cabeza, gorros de cerebro, botellas, hasta la guata de una embarazada- ha hecho escenas de sus cuentos favoritos y de sus grupos musicales que la rayan. Pero también ha hecho lo que le pidan. No tiene mucho filtro. Si mañana le piden que haga a Hitler haciendo el típico saludo fascista, lo haría encantada. “Yo no hago crítica, solo muestro escenas que han quedado en el imaginario social. O sea, si yo hubiese estado tejiendo en ese tiempo, no me cabe la menor duda que habría tejido a la Kenita Larraín con cuello ortopédico llegando en silla de ruedas al aeropuerto. Lo habría hecho para reírme. O Piñera cayéndose. O también si me lo pidieran haría a Pinochet en silla de ruedas con el pantalón hasta el cuello, ¿cachai?”.

Macarena Ahumada, así como ha tejido a Violeta Parra y Víctor Jara, también ha hecho lo mismo con políticos como Néstor Kirchner con su ojo bizco y Gladys Marín con cartera y su puño en alto y una foto de un detenido desaparecido tejido en el pecho. Con la líder del PC, no quedó muy conforme. En realidad, nunca queda conforme cuando le toca hacer mujeres en lana: “Siempre quedan con cara de travestis. La lana es un material muy tosco y los rasgos no quedan refinados. Las mujeres, en sí, son un tema complicado”.

victor jara

victor jara

violeta parra en lana

También ha hecho al Che Guevara guerrillero, Hugo Chávez con su chaqueta con la bandera venezolana y Salvador Allende con lentes onderos: “La primera vez que hice la cabeza de Allende, me quedó igualita a Pinochet. No me entraba. Si son dos mundos distintos. No me quedó otra que cortarle la cabeza a Allende. Algo que nunca más haría. Es un asesinato en lana”, dice entre risas.

El trabajo de ella, suele ser confundido con los amigurumi, una técnica japonesa que consiste en tejer en crochet, principalmente, animales como ositos, conejos, gatos y perros. Ella, aclara, que no está ni ahí con esa comparación. “Los otros son más naif, más lindos, más tiernos. Los mío, no. Los mío son esculturas en lana”.

EL IMPERIO CONTRATEJE

Macarena Ahumada comenzó a tejer a los diez años. Su mamá le enseñó los puntos básicos para palillo y crochet que ahora usa en sus esculturas en lana. Nunca se interesó por tejer bufandas ni chalecos. Ni nada por el estilo. “Me pides un chaleco con flores y no tengo ni idea cómo hacerlo”. Siempre fue la tapita de la tetera o los accesorios de Barbie.
bielsa en lana

Macarena Ahumada un día se topó en internet con unos muñequitos de Star Wars hechos cien por ciento con lana. Y le gustaron mucho. Venían con los moldes y tomó el crochet para intentar tejerlos. “Estaba haciendo un posgrado en Buenos Aires y tenía mucho tiempo libre para practicar en el tejido, y al final resultó que me salió altiro. Y me embalé”, dice.

Así comenzó a tejer todo lo que se le cruzaba por la mente: virgencitas de Guadalupe, otros personajes de Star Wars. O el mismo Rocky Balboa, su personaje favorito desde chica: “Imagínate, según mi papá, yo agarraba una bata y saltaba de la cama gritando ‘yo soy Rocky Balboa’. Así de rayada. Ese muñeco lo había hecho sólo para mí, pero al final terminé vendiéndoselo al primero que me ofreció plata. Pensé, bueno, lo vendo y me hago otro”, dijo.

Misma suerte que Rocky corrieron todo el elenco de la guerra de las galaxias, la enfermera de Kill Bill, los integrantes de Kiss, y el mismo Salvador Allende: Todos fueron vendidos.
A medida que empezó a ganar fama entre conocidos, los pedidos aumentaban. Un día comprando lana en una tienda especializada, los dueños del local vieron uno de sus muñecos y alucinaron.

Le encargaron su primer Lio Messi. A las semanas, la llamaron para ofrecerle que se hiciera cargo del diseño de la vitrina de la tienda a cambio de toda la lana que quisiera. Como quería mostrar su trabajo, aceptó encantada. La primera vitrina fue dedicada a la Guerra de las Galaxias. Armó escenas con dieciséis personajes de la saga que aparecían peleando con palillos de tejer. El título de la vitrina se llamó “El imperio contrateje”.

Los encargos comenzaron a lloverle. La gente no solo le pedía a personajes conocidos. Ahí nació la “Warra de las Galaxias”. “El juego de nombres me pareció chistoso y le puse así a mi página”. Muchos pedían que hiciera una réplica de una pareja de novios para una torta de matrimonio. O el abuelito que se había muerto hace poco. Muchos cuando los tienen en la mano, se emocionan. Como un caballero que le pidió a su papá muerto y cuando lo vio se puso a llorar. Tenía el lente, los zapatos y la pose característica del finado. “O me dicen “la nariz es igual”, pero cómo va a ser igual ¡si es una nariz de lana!, les digo, ja, ja, ja”. Tantos han sido los pedidos de gente desconocida, que en Facebook tiene un álbum que simplemente se llama “Gente que no sale en revistas”. A veces le piden cosas insólitas, rebuscadas, como cuando le pidieron que hiciera a un emperador japonés que no había visto ni en pintura.

Luego, adornó la vitrina con un especial de cuentos infantiles. Y ahora, en época mundialera, armó la supuesta final entre Brasil y Argentina. Tejió los arcos de fútbol, los equipos completos, con directores técnicos incluidos y público en graderías. También aparecían jugadores antiguos, que salían en los álbumes de los 90, como el Pipe Valderrama y Caniggia. “Son más divertidos de hacer. Tenían peinados raros. Los futbolistas de ahora son fomes. Messi es súper difícil de hacer. Tiene una cara tan normal… y el corte de pelo es medio nada.

Caszely es más fácil. Tiene una cosa caricaturesca de rasgos que tú dices “le hago así el bigote y así la champa de pelo, y está”. Hasta el Papa Francisco aparecía apoyando a la albiceleste con una banderita del Vaticano al lado del Cristo Redentor. “Nada más argentino que el Papa, tenía que estar en el mundial”. Tejió hasta la copa mundialera a escala. En una esquina, aparecía Maradona tejido en su época de gloria.

El diseño de las vitrinas la hizo conocida en Buenos Aires. La gente que pasaba por la tienda le sacaba fotos a la vitrina. Lo malo era que no entraban a comprar lana. “De diez personas, ocho entraban preguntando por los muñecos, ja, ja, ja”.

Macarena Ahumada volvió a Chile hace dos semanas. Prepara una exposición para mediados de octubre en la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile que estará inspirada en escenas de ocho películas que incluyen a Robocop, Rocky, Karate Kid, Terminator, Volver al Futuro, El Exorcista y la Guerra de las Galaxias.

Vive ahora en La Serena y estuvo de paso la semana pasada en Santiago. Vino a entregar la versión en lana de Jorge Sampaoli, de Gary Medel “con su pierna vendada inmortalizando la hazaña mundialera”, de Alexis Sánchez mostrando sus calugas marcadas y de Arturo Vidal con su típico peinado en V y sus tatuajes. “Sin esos detalles, no serían ellos”, dice.

vidal

medel

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