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30 de Enero de 2015

Cristián “Pistola” Flores, ex futbolista: “Fui un hueón de mierda con mi mujer, con mis hijos, con mi salud y mi profesión”

El retirado pelotero habló sobre sus años de locura en México, cuando llegó a gastar hasta tres millones en una sola noche de fiesta. "Tuve dos preinfartos, estuve grave y en el hospital negaba por lo que iba, pero en realidad casi me morí por sobredosis", confesó.

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pistola flores FB

El ex futbolista nacional, Cristián “Pistola” Flores, dio una entrevista en la que habló de los años en los que estuvo en la cúspide de su carrera, ganando 26 millones mensuales y gastando y gozando como loco. Ahora, que trabaja en el puerto por unas 25 lucas por turno de ocho horas, asegura que tiene menos “pero soy más feliz”.

“En Wanderers ganaba 1,4 millones, en Everton y en el ‘Shago’ 1,2, en Colo Colo 4 y en México 26, más premios semanales que eran de ocho o nueve millones. Llegué a tener una cuenta de 600 millones de pesos, pero si hoy me preguntas qué quedó de eso, te digo que con suerte me quedó la casa y una buena familia, que es mi gran joya. No valoricé lo que había sufrido cuando niño y de pronto pasé a ser un pobre y triste personaje”, dijo al sitio As.com.

“Tuve varias casas hasta con piscina, autos y tres negocios: un minimarket, un local de pescados y una compraventa de autos. ¿Qué pasó? Todo esto lo fui dejando en manos de otras personas, para ayudarlos, para que sacaran sus porcentajes, pero se les pasó la mano, me terminaron cagando y me dejaron sin nada. Terminé durmiendo en una pieza de cuatro por cuatro, con colchones en el suelo y con todos los muebles amontonados”, relató el ex futbolista.

Sobre su paso por el fútbol mexicano, el “Pistola” contó que “cuando llegué me vi con mucha plata, andaba lleno de joyas, me sobraba el dinero. Me teñí el pelo, compre cadenas de oro, salía todas las noches en distintos autos, me iba a meter al casino, viví una vida que no era para mí”. En esa linea, contó que llegó a gastar hasta tres millones en una sola noche de fiesta.

“Fui un ‘huevón’ de mierda con mi mujer, con mis hijos, con mi salud y con mi profesión, que fue algo que Dios me dio. Un día dije, ‘hasta donde llegue no más, ya no quiero seguir viviendo’. Es que la vida me ha dado golpes muy fuertes, me ha hecho sufrir mucho. He llorado, me han dado parálisis, tuve depresión, estuve grave en la UCI por un fierrazo en la cabeza, me pegaron un botellazo en la cara…”, añadió.

Asimismo, Flores soltó en la entrevista que estuvo “con problemas graves de droga, eso no lo he contado ni en la iglesia. Es primera vez que hablo de esto. Tuve dos preinfarto, estuve grave y en el hospital negaba por lo que iba, pero en realidad casi me morí por sobredosis. Es algo que siempre he tratado de ocultar, pero ahora que soy hijo del Señor no tengo miedo a contarlo, empecé una vida nueva”.

Sobre esa nueva vida, contó que se acostumbró “a vivir con poco”, porque “lo que pasa es que nosotros somos orgullosos pobres. El problema del futbolista es que después de retirarse no le gusta trabajar. A mí por ejemplo cuando me pasaron el buzo salmón y los bototos, me daba vergüenza, todo por ese orgullo ‘huevón’”.

“Está la posibilidad de ir a trabajar a la selección amateur sub 17 de Salamanca, con un buen sueldo, pero tendría que dejar a mi familia. También quiero instalar una escuela de fútbol con niños vulnerables y sólo cobrarles mil pesos semanales. Ese es mi gran proyecto”, concluyó.

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