La reflexión de Bachelet a cinco años del 27/F: “tomará un tiempo poder sanar estas heridas y superar las pérdidas”

“La reconstrucción no puede ser una bandera de lucha política”, partió diciendo la Presidenta Michelle Bachelet, abordando en un discurso desde La Moneda el aniversario número cinco del terremoto y maremoto del 27 de febrero de 2010.

En su alocución, la Jefa de Estado agregó que “hoy nuestros pensamientos están con quienes perdieron su vida ese día y también con sus cercanos, que siguen viviendo este día con mucho dolor. También están con miles de familias que han sufrido por la destrucción de sus casas, por la desintegración de sus barrios, por la pérdida de sus fuentes de trabajo y en muchos casos por la larga espera antes de habitar sus nuevas viviendas y poder normalizar sus vidas”, agregó.

En esa línea, Bachelet subrayó además que “aunque los chilenos somos fuertes frente a la adversidad y sabemos levantarnos y retomar nuestra marcha, tomará un tiempo poder sanar estas heridas y superar las pérdidas”.

La Jefa de Estado aprovechó la oportunidad para anunciar que se espera que los trabajos de reparación de viviendas finalicen a fines del próximo año. Respecto del caso de infraestructura pública, el plazo es 2018.

Bachelet estuvo blanqueada por el ministro del Interior (s) Mahmud Aleuy, de Vivienda, Paulina Saball, el Director Nacional de la Onemi Ricardo Toro y la delegada para la reconstrucción del 27-F, Paula Forttes

“Sabemos que parte de la reparación y la paz a personas afectadas llegará por lo que la justicia determine”, dijo además la Presidenta.

Casi 10 mil réplicas

9.968 son las réplicas que ha generado el gran terremoto de 8.8 Richter que la madrugada del sábado 27 de febrero de 2010 azotó la zona central del país por dos minutos, recoge La Tercera.

Esos 120 segundos de terror que se hicieron eternos, precedidos de un monstruoso rugir que vino desde las entrañas de la tierra son el segundo evento más catastrófico en la historia sísmica del país tras el cataclismo ocurrido en mayo de 1960, con una magnitud de 9,5, el más siniestro en la historia de la humanidad desde que se tiene registro.

El Centro Sismológico Nacional calcula en 400 kilómetros la fractura que generó el movimiento entre placas.