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Mundo

24 de Julio de 2015

Como tagua: Chile en el top five de los países más borrachos de América

El aumento de consumo de alcohol en América, la región con el segundo promedio más alto de ingesta de esta sustancia en el mundo, contrasta con los esfuerzos de los países para endurecer penas a los conductores ebrios, campañas de prevención y regulaciones a la publicidad de estos productos.

Por

Piscola YT

El último informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) indica que el porcentaje de hombres que toma cuatro o cinco bebidas alcohólicas al mes en el continente americano, considerado como consumo episódico fuerte de alcohol, se duplicó en los últimos cinco años, mientras que en las mujeres se triplicó.

“En la región, uno de cada cinco bebedores (22 %) practica episodios de consumo alcohólico excesivo, un porcentaje superior al promedio global (16 %)”, sostiene el organismo.

El reporte llama la atención porque solo cinco países (Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y Uruguay) han fijado un límite legal a la concentración de licor en la sangre para conductores.

Las sanciones incluyen suspensión de la licencia de conducir, pago de multas e incluso cárcel a quienes generen lesiones de gravedad o muertes.

En México la ingesta de alcohol es la segunda causa de muerte en los jóvenes de 15 a 29 años y en la última década provocó el 8 % de los accidentes de tránsito, el equivalente a unos 37.400 al año.

La capital mexicana lanzó el programa “Conduce sin Alcohol”, que ha reducido en 60 % el número de accidentes fatales y el año pasado se expandió a otras ciudades.

Según el reporte de la OPS, la nación norteamericana tiene altos niveles de consumo en los hombres (12,4 litros al año), pero bajo en las mujeres (2,6).

En Paraguay esta semana se debatieron una serie de modificaciones a la Ley de Tránsito que mantiene una “tolerancia cero” a los conductores alcoholizados y propone que se considere un hecho punible sobrepasar 0,8 gramos de alcohol por litro en la sangre.

Paraguay tiene junto a San Cristóbal y Nieves, Dominica, Venezuela y Trinidad y Tobago las tasas más altas de consumo problemático de licor.

En esta nación el 64,7 % de los hombres y el 41 % de las mujeres han tenido episodios de consumo nocivo.

En tanto que Venezuela, que no ha publicado cifras recientes sobre alcoholismo, tiene un consumo de 54,6 % en hombres y 21,8 % en mujeres, aunque la ingesta de la sustancia se ha visto afectada por el desabastecimiento y la escasez, como ha sucedido con la mayoría de los productos de consumo masivo.

Curiosamente en la región los casos más visibles de conductores ebrios al volante han involucrado a deportistas y políticos.

En la pasada Copa América de Chile el mediocampista Arturo Vidal, referente de la selección que dirige Jorge Sampaoli y que se coronó campeona del certamen, destruyó su Ferrari mientras conducía ebrio a 160 kilómetros por hora.

En Colombia y en Bolivia, donde manejar ebrio conlleva a la pérdida de la licencia de conducción, un exsenador en 2014 y un dirigente político del oficialismo en 2010, respectivamente, fueron destituidos e inhabilitados para ejercer cargos públicos.

De acuerdo con la OPS, en América el uso nocivo de alcohol contribuyó a la muerte de 300.000 personas en 2012, de ellas más de 80.000 se habrían evitado si “no hubiese intermediado” el licor.

Entre las recomendaciones del organismo a los países para reducir los impactos en la salud está disminuir la disponibilidad de las bebidas; restringir la comercialización, pues cerca del 70 % de los países no ha reglamentado la publicidad del licor en televisión, y aumentar los precios mediante impuestos.

En la mayoría de países latinoamericanos hay restricciones a la venta de alcohol antes de elecciones o incluso de eventos masivos extraordinarios.

Con 55,3 %, la cerveza es la bebida alcohólica que más se bebe en la región, seguida de licores (como vodka y whisky) y vino.

La OPS resaltó que los países americanos que más ingieren estas bebidas alcohólicas son Granada y Santa Lucía (17,9 litros al año en hombres y 7,3 en mujeres), El Salvador (15,1 y 5,9) y Canadá (15,1 y 5,5).

Seguidos de Chile (13,9 y 5,5), Estados Unidos (13,6 y 4,9), Brasil (13,6 y 4,2), Argentina (13,6 y 5,2) y Venezuela (12,7 y 5,2).

En Argentina y Chile las autoridades y expertos han advertido sobre las consecuencias de que los jóvenes comiencen a beber a una temprana edad.

En el primero de ellos el aumento del consumo en los adolescentes se duplicó entre 2001 y 2011, siendo los 13 años la edad media para iniciar la ingesta de bebidas alcohólicas, según la última Encuesta Nacional a Estudiantes de Enseñanza.

En el país austral el Senado aprobó un proyecto de ley en trámite legislativo que restringe la publicidad de bebidas alcohólicas en televisión y radio a ciertas horas para proteger a los menores de las consecuencias de estos productos en la salud.

Por otro lado, entre las poblaciones con menor consumo están la hondureña, la cubana y la boliviana.

En la isla caribeña el sistema de salud estatal ha elaborado una red integrada de servicios para prevenir el consumo, mientras que en Bolivia se prohíbe la ingesta en alrededores de centros de salud, escuelas, escenarios deportivos, universidades y vehículos, así como la comercialización tiene un gravamen especial.

Pero en el país andino el consumo es la causa principal de los altos índices de violencia machista.

En Suramérica llama la atención el caso de Uruguay, cuyo presidente, Tabaré Vásquez, advirtió al inicio de su mandato que combatirá el consumo de licores con el desarrollo de “acciones similares” a las llevadas a cabo contra el tabaco durante su primera legislatura (2005-2010).

La política de Vásquez contrasta con la despenalización de la marihuana impulsada por su antecesor, José Mujica (2010-2015).

Según los cálculos de la OPS, Uruguay tiene un consumo medio de licor: las mujeres toman un promedio de 4,2 litros al año mientras que en los hombres la cifra asciende a 11,3.

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