El pilín que permite a las mujeres mear paradas como unas ladies

Es el adminículo perfecto para las discoteques más cerdas, que tienen una gran sopa de desechos humanos y papel higiénico flotando en sus W.C. Ocasiones en que uno preferiría explotar antes de posar su humanidad sobre esas superficies insalubres. O cuando se arman esas colas eternas frente a los baños químicos que hacen desearle la muerte a la que está delante nuestro, mientras el olor nauseabundo crece y crece a medida que nos acercamos a la puerta.

Aunque sin cochinada de por medio, la anatomía femenina también puede ser una desventaja. Basta con andar por la calle y no tener donde echar la corta en varias cuadras a la redonda. O se está acampando al aire libre y solo hay un miserable arbolito disponible para orinar, solo útil para hombres. Para algunas, lo ideal sería aprender a mear de pie, pero es una técnica complicada que exige reeducar el cuerpo y ensayar muchas veces en la ducha. Afortunadamente, siglos de inequidad fisiológica de género podrían estar llegando a su fin. Nunca más una mujer transformándose en acróbata por culpa de un baño público digno de una cloaca.

Se trata de Lady Pilín, el invento que pretende transformarse en el verdadero artículo indispensable de toda cartera, o al menos así lo creen sus importadoras chilenas. Traído directamente desde China, se trata de un dispositivo de silicona de quince centímetros, más parecido a un embudo que a un pilín, que permite a las mujeres orinar tranquilamente de pie. Fácil de utilizar, solo debes ajustar tu Lady Pilín contra el cuerpo, apuntar con él y orinar normalmente. Luego se lava con agua y jabón, pero si eso no es viable –dice el manual de uso– se puede secar con papel. Es lo más discreto que hay, dicen sus promotoras, porque ni siquiera es necesario bajarse toda la ropa para usarlo. Todo por la módica suma de tres mil pesos.

Si bien el dispositivo es conocido en otros países con el nombre de Pipipop, “cono mágico” o Femway, acá recién se empieza a mover entre las mujeres, sobre todo las más jóvenes. Josefa López y Loreto Jiménez lo venden por Internet y en ferias de diseño independiente.

La idea de vender el Lady Pilín surge de la necesidad de las propias vendedoras. “A todas las mujeres nos ha tocado vivir alguna situación en la que deseamos poder orinar de pie como los hombres. A mí, particularmente, me pasó alguna vez viajando por la carretera sin poder encontrar un servicentro, o en campamentos scout cuando era pequeña. Para las mujeres es muy complicado el tema ya que significa ponerse en una posición incómoda y sentirse muy expuesta. Pensamos en las chicas que constantemente viajan o hacen deportes outdoor, ellas pasan a menudo por esto y realmente se puede transformar en un problema”.

Las emprendedoras del accesorio confiesan estar lidiando con una serie de prejuicios que vienen, como era de suponer, de hombres que lo agarran para la chacota. Llevan un mes vendiéndolo y ya les han llegado comentarios. “Hacen bromas sobre su uso o consideran que es antihigiénico o poco femenino”, dice Josefa. Pero no es así. Ellas no consideran que el producto denigre la feminidad, sino todo lo contrario. Por eso, defienden con uñas y dientes su pilín. “Seguimos siendo mujeres libres y totalmente femeninas, aún si orinamos de pie. En ningún caso es un producto amachado”.

Otros creen que este dispositivo es propio de mujeres obsesionadas con emular a los hombres. De nuevo, dicen ellas, están completamente equivocados. “Es un hecho que ellos vienen ‘preparados’ para poder orinar de forma más cómoda que nosotras, pero no porque nuestro cuerpo no esté naturalmente diseñado con esas características vamos a tener que conformarnos. Los humanos hemos evolucionado gracias a nuestra capacidad de solucionar problemas y Lady Pilín se presenta como una solución a un inconveniente de las mujeres que se había ignorado por mucho tiempo”, explican. Para ellas se trata simplemente de comodidad y de higiene: “Ninguna está tratando de parecer hombre y consideramos que los comentarios burlescos son solo por falta de empatía e ignorancia”, se defienden. Tampoco llaman a las mujeres a orinar descriteriadamente en la calle. Pero si la situación lo amerita, bienvenido sea el Lady Pilín.

Información en facebook.com/ladypilin