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Nacional

3 de Octubre de 2015

Cristián Warnken vapulea a Jorge Pizarro: “Hay que reconocerle, senador, que usted tiene resistencia de rugbista: no lo bota nada, nadie lo saca de su posición”

Foto: Agencia UNO

Sin piedad. Así repasó el poeta y escritor Cristián Warnken a Jorge Pizarro producto de su viaje al Mundial de Rugby en Inglaterra durante la catástrofe del terremoto y maremoto en la región de Coquimbo. Con una ironía filuda, el también filósofo, hizo eco de la indignación ciudadana y enrostró a Pizarro su "cara de palo".

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El columnista de El Mercurio, Cristián Warnken hizo eco de la molestia ciudadana por el viaje al Mundial de Rugby que disfrutó el senador Jorge Pizarro en medio de la catástrofe que causó el terremoto 8.4 richter y su posterior maremoto en Coquimbo, la región que representa el honorable.

Y es que el senador no estaba ni siquiera de vacaciones. Usó un permiso especial del Congreso para viajar en semana distrital a Inglaterra a ver siete partidos del torneo. De hecho, hoy, en una entrevista en revista Sábado, Pizarro reconoció que “los partidos siempre se disfrutan por muy mal rato que estés pasando”.

A propósito, Warnken le escribió una dura columna donde, sin eufemismos, lo hace pebre.

“Senador Pizarro: no renuncie, quédese tranquilo ahí donde está, instalado en su confortable y merecido sillón senatorial y a la cabeza de un partido “demócrata” y “cristiano”, su gran aval moral. No se agite de más, entonces: nada pasará, sus camaradas le perdonarán todo. ¡Es que son tan misericordiosos! Harán vista gorda como ya antes lo han hecho con casos tal vez peores que el suyo”, escribió el poeta.

Warnken, continuó: “¿Para qué inquietarse, entonces, con la indignación de los ciudadanos de su distrito? ¡Son unos malagradecidos esos coquimbanos, claro está! “Malagradecidos”, esa es la palabra talismán que han usado dirigentes de todos los colores de nuestra historia, entre ellos el general Pinochet, cuando lo abandonaron. ¿Se acuerda? También se la escuché, en un viaje que acabo de hacer a Cuba, a unos militantes del Partido Comunista, cuando les dije que percibía un descontento generalizado entre los cubanos hacia el régimen: “son unos malagradecidos”, me dijeron. Es que la gente no valora los desvelos, los sacrificios, los viajes distritales, la dieta parlamentaria que no alcanza para nada (hay que alimentar a tanto asesor y operador que anda por ahí)”.

El escritor además aprovechó de repasar a Pizarro al recordarle las boletas emitidas a SQM por Ventus Consulting S.A., empresa a nombre de sus hijos. “¡Además, ilustrísimo, esto fue apenas un terremoto de magnitud 8.4 en la escala de Richter, un tsunami poco! Es como lo del informe verbal de sus hijos (…) Eso sí, hay que reconocerle, senador, que usted tiene resistencia de rugbista: no lo bota nada, nadie lo saca de su posición (¿cuál sería esa en jerga de su deporte favorito?). Lo único que se le manifiesta, eso sí, es en la cara una sensación de molestia, de hastío ante la ingratitud popular. Le recomiendo que sea más “cara de palo” todavía, coméntelo con sus asesores de imagen, me encontrarán razón. Ya lo han sacado a la pizarra dos veces, y todo se le ha perdonado. Es que, claro, un partido como el suyo, que se dice cristiano, debe perdonar tres, cuatro, mil veces si es necesario y poner la otra mejilla. Eso resulta bien en Chile: pedir perdón públicamente, ojalá con los ojos llorosos”.

“Pero si Jesús lo dijo clarito: “muchos serán los llamados y pocos los elegidos”…Y usted es de los elegidos. Y por amplia votación. Y, a propósito, senador: ¿es verdad que no va a la reelección? ¿Está tal vez pensando pasarse del servicio público al sector privado, como está de moda hacerlo? ¡Entonces lo van a acusar de llevarse información privilegiada del Estado! ¡Ah, qué país este! No se puede jugar rugby, hacer negocios ni política tranquilos, y además de todo, no se deja a los hijos hacer sus “emprendimientos” en paz… Pero de los hijos ni hablemos, senador, porque como dijo el Quijote: “mejor no menearla”. ¡Son unos malagradecidos esos coquimbanos, claro está! Malagradecidos. Es que la gente no valora los desvelos, los sacrificios y los viajes distritales”, concluyó Warnken.

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