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Poder

5 de Noviembre de 2015

Jorge Awad y el colapso de los Matte: “Los pillos no podrán sobrevivir”

El exlíder de la Asociación de Bancos afirma que la transparencia llegó para instalarse en Chile y que ni los políticos ni los empresarios están a salvo de la lupa ciudadana. Asegura que no tiene “ninguna duda” de que el directorio de la Papelera “estaba informado” de la colusión. “Ni sus más grandes enemigos podrían haber pensado que 'la Papelera, no', se iba a transformar en 'la Papelera, sí'”, declara.

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A los 22 años estuvo a cargo de Dirección de la Industria y Comercio del gobierno de Eduardo Frei Montalva, una especie de “Sernac de la época” del que, asegura Jorge Awad, heredó cierta visión de cómo deben hacerse las cosas: sin trampa.

Conocido como el hombre de los 40 maletines, uno por cada directorio del que ha formado parte, y que incluye a empresas de los Luksic y el grupo Said, Awad opera desde sus oficinas de Inversiones Fabiola, en el barrio El Golf.
A días de cumplir 70 años, el empresario que dirigió la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF) está en su punto más alto de popularidad gracias a sus críticas al cartel del papel tissue y, aunque no usa twitter, comenta que sabe que lo del “confortgate” es trending topic en las redes sociales. Y eso lo tiene “contento”. Hay, admite, algo personal en sus críticas a los Matte.

-Cuando dije que la reforma laboral era pro Chile, el señor Bernardo Matte me dijo que tenía que irme esa primera semana de enero (2014) de la presidencia de la Asociación de Bancos. Esa es una reacción, llamémosla suavemente, vertical-, cuenta.

¿Usted es incómodo para el mundo empresarial? Se lo pregunto por esa “revuelta” del año pasado.
Aquí (señala una página de El Mercurio que está enmarcada en su oficina) lo dice: Yo le puse pimienta a la diversidad. Ahora, sé que soy en todo minoría.

¿Minoría en lo político?
Absolutamente en todo. Tengo una visión de comportamiento que es minoría, pero creo que en eso ya salieron los primeros brotes verdes.

¿Usted cree?
Sí pues, por las reacciones que ha habido a lo que he dicho, hasta ahora nadie me ha sacado la cresta.

¿Se siente parte de la élite?
No, para nada. Estudié en el Instituto Nacional, cero peso. En Economía en la Chile, cero peso. Y mi madre, que aún vive, no hubiera podido darme educación si no hubiera existido educación gratuita. Soy hijo del Chile con las oportunidades de la educación pública.

Pero económicamente sí es parte de la élite.
Medir la élite con el indicador de riqueza es un trauma, porque uno tiene que ver qué ha hecho la gente con el capital que ha podido formar, y cómo se ha beneficiado a sí mismo y a los demás. En ese cuadro de cómo uno ha tratado de retribuir, yo ejercí el cargo en la Asociación de Bancos con cero honorarios. Así entiendo la actividad gremial, y por eso soy un sujeto extraño.

Los Matte parten con un capital formado, son la élite tradicional.
Pero en absoluto discuto su derecho de haber hecho crecer lo que recibieron de sus padres. Eso es muy digno. Pero siendo los puntos de partida diferentes, lo relevante es no perder de vista la empresa ciudadana, que debe conquistar el mercado y a la sociedad.

Eliodoro Matte aseguró en El Mercurio, que le “han llamado poderosamente la atención las declaraciones del señor Awad, quien también vivió un caso de colusión en el mercado de carga aérea, mientras era presidente de LAN entre 2001 y 2012”, ¿qué puede decir al respecto?
Jugar al empate es una táctica muy vieja. No tengo los antecedentes exactos de Lan, los he pedido, pero me da la impresión de que aquí la esencia del problema no se soluciona jugando al empate. Si él ha sostenido que esto fue producto del actuar de esos ejecutivos, debería presentar una querella. De lo contrario, la credibilidad de sus afirmaciones es bastante baja.

Matte también dijo que “el hilo se cortó por lo más grueso” en alusión a que fueron despedidos “los más altos ejecutivos de CMPC Tissue”, ¿comparte que ellos eran el hilo más grueso?
Perdón, cuando un ejecutivo ha sido 25 años gerente general de la papelera (Arturo Mackenna Iñiguez) y otro ha sido premiado por el espíritu papelero (Jorge Morel Bulicic), me parece inverosímil pensar que con la cultura empresarial de la papelera, el directorio no haya sido informado y sean solamente los ejecutivos los responsables. La ley de las sociedades anónimas es bastante clara sobre las responsabilidades.

Y mientras esa demanda no se produzca…
No le creo.

Es rara la explicación de desconocimiento de los dueños de la CMPC respecto de actos de colusión, porque hay casos similares, en que están involucrados, en Colombia y Perú.
Además hay que agregar que este es un caso de colusión de una empresa muy meritoria, que ha sido tradicional respecto de su forma de gobernanza, y por ello no me cabe ninguna duda de que el directorio estaba informado.

Al parecer los empresarios en Chile no se enteran de nada de lo que pasa en sus compañías.
Jajaja.

En Soquimich las responsabilidades se cortan en el gerente, Patricio Contesse; en Penta, en el gerente, Hugo Bravo, y así.
Y en el caso La Polar lo mismo. Es imposible creer con todas las normativas que hay que cumplir ante Superintendencias, las auditorías externas que se hacen, los dueños no sepan. Me gustaría que se supiera si hubo, cuando se inicia la investigación en la CMPC, un hecho reservado a la Superintendencia de Valores y Seguros. Porque dependiendo de la magnitud, correspondía informar del inicio de la indagatoria. Por eso tenemos que pasar del tema de las disculpas, a la reparación.

¿Y cómo puede ser compensada retroactivamente la ciudadanía que consumió esos productos?
Difícil. Una de las vías más factibles es que en el futuro, en los próximos años, el confort tenga un costo similar al que cuesta internacionalmente.

Siempre se ha dicho que los Matte nunca quisieron a Piñera, que lo despreciaban por especulador y bueno para hacer “pasadas”, ¿cree que aquí Matte quiso hacer una pasadita?
No hay ninguna pasada, más bien lo traicionó su poca preocupación por la transparencia.

Eso es falta de ética.
Digamos que a veces, sin proponérselo, la gente por costumbre le da prioridad a una cosa sobre otra. No es necesariamente mala fe, sino que alguien se cree muy bueno y noble, y le echa pa’ delante. Hoy se deben tener los censores encendidos. La transparencia llegó, señores, arremánguense y salgan a ganarse a la gente.

Los Matte siempre se han caracterizado por ser casi una especie de biblia de cómo se deben hacer los negocios.
Es una elucubración que hoy se hace más grande. Ellos tienen una historia meritoria y nadie hubiera imaginado un colapso de esta magnitud. Ni sus más grandes enemigos podrían haber pensado que “la Papelera, no”, se iba a transformar en la “la Papelera, sí”. Yo pediría que la modificación de estatutos de la CPC tenga un articulado muy claro sobre el comportamiento, y que haya medidas de suspensión cuando se producen estos hechos, porque hay que advertir este tipo de casos.

Si usted hubiese estado en la situación de Matte, ¿habría postergado la reunión con la Presidenta Bachelet?
Si hubiera sido Matte, le hubiera explicado a la Presidenta el problema en el que estoy antes de la reunión. Correspondía que Matte le hubiera dicho con exactitud lo que pasaba para que ella hubiera decidido si asistir o no. Si hubiera sabido, la Presidenta no habría ido.

Muchos empresarios critican las reformas y hablan de restablecer las confianzas, pese a que están en la mira de la fiscalía y la justicia.
Cuando era director de Dirinco, y don Domingo Santa María, ministro de Economía, que en paz descanse, me decía: Jorge, cuando te vengan a pedir confianza ve si es de los confianzudos o es de los que se la merecen. Eso lo aprendí a los 22 años y lo mantengo hasta el día de hoy.

¿Y los empresarios en cuál categoría están?
Ese análisis lo dejó abierto.

¿Por qué patalean tanto los empresarios?
Por esencia, porque administran un gran riesgo, siempre marchan sobre turbulencias, entonces por eso patalean. El pataleo no lo juzgo.

LOS PILLOS
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¿Se equivocó Lagos al despenalizar la colusión?
No diría eso. Sí creo que el sistema debe seguir perfeccionándose, y más allá de las multas…cómo decirlo…yo me siento culpable.

¿Cómo?
Porque como profesor de administración debí ser más exigente para explicar que las empresas del futuro se rigen por el buen comportamiento. Todo lo que debemos enseñar es que la empresa que va a ganar la competencia no es la más grande o la más chica, es la que tenga mejor comportamiento. Estamos viendo lo que pasó con Volkswagen. En esa compañía no hay problema de tamaño. Lo que premia el mercado y la sociedad es el comportamiento.

¿Debe endurecerse la legislación?
Debe incorporar penas personales y corporativas. Las empresas deben pagar el impacto económico y las personas que ejecutaron el ilícito, penas corporales. Con cosas como estas, por ejemplo, las acciones de la papelera van a la baja.

¿Cambió la competitividad?
Sí, algunos dicen que cambiaron las reglas del juego, pero no. Estamos en un momento muy lindo, eso hay que cacharlo. La transparencia se está transformando en un bien público. Es menos costoso para el consumidor acceder a la información. Están ahí las redes sociales. Eso hace que lo que ayer era muy difícil de saber, hoy es accesible: la sociedad chilena bajó los aranceles sobre la transparencia.

Hace poco, Rosalinda Chavarri, experta en ética empresarial, cuestionaba la pillería como conducta en distintos ámbitos.
Chile no había asumido el valor que le da el mercado a la transparencia. Hoy se premia al que cuenta la verdad periódicamente, no al que cuenta la verdad cuando está afligido. Pasamos del juego de la pieza oscura a un mundo en que los sensores tecnológicos te dan la alerta. Joaquín Lavín dijo que hoy la sociedad es un reality, donde todo se sabe. Ese reality no da espacio para prácticas que no sean adecuadas. Los empresarios y las empresas chilenas tienen mucho conocimiento, pero les falta comportamiento. Por eso han conquistado el mundo, pero no a los chilenos.

Se portan mal.
Cuando haces un pacto de esta magnitud, es imposible que no te des cuenta que estás capturando algo que no debes capturar.

¿Cómo pueden operar los carteles de farmacias, de pollos y ahora hasta de papel higiénico sin que los organismos fiscalizadores se den cuenta?
Ha ido mejorando el sistema de la libre competencia, la legislación también. Está el tema de la delación compensada, la globalización -esto parte en Colombia-, y eso hace que estemos mucho mejor. Pero ahora viene el proceso en que las personas masivamente deben darse cuenta que el modelo de comportamiento, cambió. Así como antes todos se volvían locos con una botella de whisky importado, que hoy es un bien masivo, el castigo al mal comportamiento cambió. Aún se piensa que los pillos podrán sobrevivir, pero no es así: los pillos no podrán sobrevivir.

¿Qué tan poco ético es el empresariado chileno?
No se han dado cuenta de la importancia de preocuparse de la sociedad. No eso de dar regalitos en un colegio en una festividad, sino mostrar en las universidades, en los sindicatos, en las organizaciones civiles, lo que hacen los empresarios, porque habría muchos más sistemas de control social. Ahora el diálogo es entre empresarios y eso provoca que la gente tenga una visión negativa.

Da la impresión que esto es una manera de hacer negocios en Chile y no casos aislados, como plantea el gremio.
Cuando se trata del 90% del mercado no son casos tan aislados. Un ejemplo: si un banco no tiene transferencia electrónica de fondos, es un mal banco. Si un gremio no tiene códigos de comportamiento y ejerce medidas, es un mal gremio.

¿Se atrevería a dar ejemplos de un grupo empresarial que se preocupe realmente de estos temas?
No quiero ser pesimista, pero si uno ve lo de Volkswagen en el mundo, y lo de los Matte en Chile, no me atrevo. Hay un problema de cultura, de valores que nace con la educación, con la universidad, con tener gremios que no acepten esto.

¿Es por la falta de control social?
Es porque funcionan en una estructura cerrada y vertical. El mercado no solo se globalizó para vender y comprar, se globalizó también respecto del comportamiento. Los Volkswagen en un minuto vieron como el mundo entero supo su secreto y como cambió el mercado de autos. ¿No sé si han cachado lo lindo que está pasando con la transparencia? Si es maravilloso, casi inverosímil. Todo se sabe.

Hasta las reuniones para cocinar lo del nuevo fiscal.
Todo se sabe, todo. Si la gente ya no se atreve a mandar mails, porque se pueden filtrar. Solo eso ya sirve para mejorar la transparencia. En este país se acabó la pieza oscura.

Pero hasta antes de prender la luz, estos actos de colusión eran de alguna forma validados por el mundo empresarial.
Porque la ignorancia ayuda mucho. Si estás encerrado en una pieza con pura gente como tú y no sabes que está lleno de gérmenes, estás feliz.

NI UNA SORPRESA
Qué piensa sobre el financiamiento a la política…
Eso es algo maravilloso. Con todo lo que pasó, Chile va a tener un sistema público de financiamiento de la política. Cada vez que se presentaba un proyecto al respecto, no había mayoría en el Congreso. Si la sociedad no la quería financiar, obviamente la iba a financiar el mundo privado. El origen del mal financiamiento no está en la triquiñuela última, está en que la sociedad no admitía que la política era un bien público, ¿entonces de qué se sorprendían de que lo financiara el sector privado?

De que lo hacían no por la vía legal, sino con platas negras.
Pero si esa profecía era conocida: los recursos que podían llegar por vía legal no iban a alcanzar para las campañas ¿de dónde iba a salir la plata?

Entonces, era evidente para el mundo empresarial que se financiaba así la política.
Evidente, pues. Ni una sorpresa.

¿Y a usted le pidieron plata?
No quiero contestarte lo que digo todo el tiempo: Yo siempre he ayudado, personalmente, a mis amigos, con el mayor cariño (risas).

¿Eso qué significa?
El amigo ser humano y no humanoide (risas).

Usted votó por Bachelet, ¿qué le ha parecido su gobierno?
Ha sido más malo de lo que todos pensábamos.

¿Por qué?
El equipo ministerial ha sido de menor nivel político y técnico que el de gobiernos anteriores. No voy a hablar de talentos, pero así como la Universidad de Chile tiene recursos y no funciona, el equipo ministerial de este gobierno ha sido de menor nivel que el de otros gobiernos de la Concertación.

¿Un cambio tampoco ha funcionado?
Sí, pero es mejor que el primero. Las encuestas al menos muestran cierta estabilidad.

¿Qué tanto golpeó el caso Caval a Bachelet?
Muchísimo, no tengo duda de que está muy afectada.

El caso Caval tiene que ver con un gremio, el bancario, que usted conoce bien. ¿Es normal obtener un crédito en las condiciones que se le otorgó a la nuera presidencial?
Ese tema está resuelto. Se prestó plata y se pagó. Puedes prestar por flujo o garantía. Se prestó por garantía y el dinero está pagado. No hay mejor prueba de que algo está bien hecho que eso.

Pero se le prestó porque era la nuera de Bachelet.
Cumplió con todas las normas de la Superintendencia y eso es lo que yo puedo juzgar. Se prestó por garantía y se pagó.

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